La primera relación formal que tuve me dejo muchas anécdotas para compartir, era sin temor a equivocarme una mujer de fuego. Desde que la conocí soñé estar con ella.
Con una estatura de 1.60 m, unas caderas bien pronunciadas, unas nalgas grandes redondas y bien formadas, piernas bien torneadas, pechos firmes de muy buen tamaño, de complexión delgada con una carita de ángel, ojos miel y labios carnosos bien sugerentes una mujer muy a la Elisha Cuthbert en “la chica de a lado”. Era mi Diosa…
Aquel día después de ir al cine regresamos a mi casa y para mi sorpresa no había nadie, mis padres me dejaron una nota “estaremos en una fiesta, llegamos tarde”, asi que invite a mi novia a mi habitación era la primera vez que estábamos en esa parte de la casa, apenas entramos a mi recamara me lance sobre su boca, comencé a besarla sin parar era como si sus labios fueran un imán para mí, no tenía la fuerza de separarme de ella.
Comencé a bajar mis manos por sus nalgas sin dejar de besarla, las apretaba, acariciaba y las levantaba con fuerza, le ponía una mano en medio de ambas nalgas y con el dedo medio ejercía más presión en esa raja como queriendo llegar al fondo, no era mi primera vez con una mujer, pero para mi novia sí.
Cuando estaba más caliente que nunca, le arrimaba el bulto y presionaba su vientre con la verga que estaba ya como una barra de acero, cuando ella sintió el tamaño de mi bulto comenzó a decirme que tenía miedo que nunca había estado con alguien asi que nunca paso de 2da base. Su experiencia se limitaba con haberse tocado con alguna pareja anterior:
Ella: Tengo miedo amor, nunca me había sentido así.
Yo: Tranquila mi amor, voy a cuidarte hoy será el mejor día de nuestras vidas.
Ella: ¡Quiero tocarte dime como hacerte sentir todo!
Yo: Quiero que uses tu boquita mi amor.
Desabroche mi pantalón mientras con cariño puse mi mano en su nuca y la dirigí hacia abajo para que quedara justo frente a mis 19 cm de verga gruesa y con las venas bien brotadas. Ella instintivamente puso una mano sobre el tronco de mi verga, yo sentí que la cabeza de mi pene iba a explotar de solo sentir el calor de la palma de suave mano.
Yo: Que rico bebe, siento tu mano caliente y suave, muévela asi mi amor baja hasta la base y sube. Amor necesitas lubricarla bebe
Ella: ¿Y cómo hago eso?
Yo: Con tu boquita bebe abre tu boca usa tu saliva como lubricante, mete primero la cabeza.
Ella abrió la boca y metió la cabeza de la verga luego comenzó a chupar como si fuera una paleta, rápidamente aprendió, le daba pequeños besitos al tronco y me miraba con su carita de ángel hermosa después pasaba la lengua por el tronco y la volvía a meter a su boca, intentaba meter más y más en su garganta hasta que hacía arcadas.
Yo: Tranquila bebe, no olvides las bolas amor ponlas en tu boquita…
Ella: ¿Así amor? (mientras pasaba la lengua por cada bola con mucho amor)
Yo: Asi bebe sigue asi.
Después de un rato así, la tomé de los brazos y la levante le di un beso que me supo a mí y saliva, pero estaba tan excitado que poco me importo, su saliva era miel para mis papilas gustativas.
Comencé a bajarle la ropa, esa sería la primera vez que la vería desnuda, era una belleza total su piel caliente por la excitación y su olor me volvía loco.
Apenas le baje el panty un aroma a hembra choco con mi nariz fue un golpe de excitación que llevo mi dureza a otro nivel sentía que la verga me dolía de tanta rigidez.
Yo: Amor estas hermosa eres lo más exquisito que he visto, tu aroma me vuelve loco
Ella: Tengo pena amor nadie me había visto así nunca (mientras se tapaba con la mano su hermosa conchita rasurada)
Yo: no te preocupes no hay nada más bello que esto.
Sin perder tiempo me acerqué a ella y la hice girar, quería sentir ese hermosísimo culo cerca de mi verga…
La pegue a mí y coloque mi falo en medio de su culo podía sentir claramente el calor que emanaba esa cueva, apenas abrí sus nalgas un olor peculiar inundó mi habitación era como una droga que me ponía al mil, comencé a mover la verga de arriba abajo frotándola a lo largo de ese culo magnífico, en cada movimiento sentía que estaba más cerca de explotar.
Yo: ¡Oh! ¡Mi amor no aguanto más quiero metértela toda déjame por favor!
Ella: Amor me va doler muchísimo no por favor siento que no va a entrar!
Puse la cabeza en la entrada de su culo y con mis manos abría sus nalgas, comencé a mover las caderas empujando la verga por ese cerrado ojete, había una poderosa resistencia, mientras más lo intentaba, ella gemía de dolor y ponía una cara de dolor fuerte.
Pero lejos de querer desistir tan solo ver su cara y escuchar sus grititos y gemidos me excitaban todavía más, tanto que sentía que tenía que hacer algo para abrir ese culo.
Entonces metí una mano por delante comencé a tocarle esa deliciosa cuca, estaba totalmente encharcada mojadisima cuando metí un dedo se fue como mantequilla, eso hizo que instintivamente ella comenzara o mover su cadera.
Ella: ¿Hay amor que haces? ¡No aguanto más amor me estoy volviendo loca!
Yo: ¡Disfrútalo bebe no aguanto quiero estar ya dentro de ti!
Y en algún momento cuando ella no soporto más aventó la cadera hacia atrás, mientras yo la aventaba hacia adelante, claramente sentí como el culo dejo de resistirse, y entro por lo menos media verga, en ese justo momento sentí la gloria, puse los ojos en blanco y con mis manos jalé sus caderas tratando de meterle toda la verga fue un sentimiento increíble, ella comenzó a gritar del dolor y yo sentía como su culo ahorcaba y palpitaba alrededor del tronco tratando de engullir y acomodar todo mi grosor.
Ella: ¡Aaaah! amor me duele, me duele mucho sácala ya no por favor, por favor. (unas lágrimas corrían por sus mejillas)
Yo: Espera bebe pronto dejaras de sentir dolor, cierra los ojos y concéntrate solo en el placer (le decía esto mientras no dejaba de tocarla)
Para este momento ya tenía 3 dedos en su panochita que era un mar de líquidos, estaba chorreando como fuente. Ni siquiera fuimos consientes del momento en que ella sola se ensartaba más y más la verga, con movimientos frenéticos lanzaba las caderas contra mí, el dolor se había ido ahora solo quedaba placer.
Subí mis manos hacia sus tetas y ya sin resistencia alguna comencé a embestirla cada vez más rápido, el sentimiento era increíble el aroma que nuestros cuerpos desprendían era estimulador en el aire había una química sexual que nunca había sentido antes.
No tarde mucho y comencé el camino hacia el orgasmo una electricidad comenzó a recorrer mi cuerpo, bajaba por mi espina dorsal, sentía cada musculo contraerse ya no podía prolongar más ese momento por más que intentaba alargar todo el placer que estaba disfrutando no pude más… La verga se me hincho pude sentir cómo las paredes de ese culo me apretaban más todavía, comencé a temblar y de pronto toda la energía del mundo se concentró en mi vientre, lance el primer chorro dentro de ese apretado y formidable culo, después otro aun mayor y entonces hice un esfuerzo casi sobrehumano y saque la verga, justo al momento de sacarla la punta de la cabeza apenas rozo una de sus nalgas y solo con ese roce fue como sentir una multiplicación del orgasmo mismo, lance 3 o 4 chorros más sobre su hermoso culo algunos incluso llegaron hasta su espalda alta, era un líquido espeso, blanquecino y pesado bien cargado.
Pero yo no quería terminar así, entonces antes de que perdiera la dureza, le empuje la espalda para empinarla lo más rápido posible, le ensarte la verga en su rica panochita, ni siquiera tuve que hacer mucho, la tome por las caderas y le hice unas 4 o 5 embestidas con fuerza, ella temblaba y se contraía, arqueaba la espalda y empujaba hacia atrás al encuentro con mis embestidas, no tardo mucho y comencé a sentir unos apretoncitos en todo el tronco de la verga, ella cerró los ojos apretándolos y detuvo abruptamente sus movimientos, me dijo:
Ella: aghh! No te muevas amoooorrr, así, ¡¡así quédate asi por favor!!
Todo esto paso en solo segundos comenzó venirse como loca, gritaba casi al borde del llanto, abría la boca y apretaba la mandíbula, y con sus manos me tomo de las piernas por debajo de mis nalgas como queriendo evitar que me saliera prematuramente.
Después se dejó caer al frente en la cama, temblaba y se seguía moviendo con sus espasmos. Me recosté junto a ella y nos fundimos en un abrazo hasta quedarnos dormidos…
Cuando de pronto escuché la voz de mis padres abajo en la sala, sentí un terrible escalofrío, nos levantamos de la cama de un salto y nos vestimos lo más rápido posible, ella se metió al baño y yo me senté frente al computador, como haciendo alguna tarea jajajaja creyendo que con eso engañábamos a mis padres… en fin, fue una noche de las mejores de mi vida!
Ciao!