Capítulo 9
Desde el día uno de junio, estuvimos con mi madre y con Tito, mi sobrino, en Cadaqués, realmente descansando y disfrutando de días de una cálida temperatura y bañándonos tanto en casa, como en la piscina cada día, aparte de llevar a mi sobrino ayer al karting de Roses, donde al entrar al parking, para estacionar, recordé mi segunda escaramuza siguiendo los deseos de Alex, qué fue realmente placentera.
Cada día hablábamos cuatro o cinco veces Alex y yo, comentando diversos temas y sobre todo riéndonos muchísimo y disfrutando
Esa mañana, sobre las diez aproximadamente, recibí un WhatsApp, de la directora de la agencia, en que me decía: llámame cuando puedas por favor, no hay prisa; mi corazón se aceleró, ¿y si estaba yo equivocada y resultaba que Héctor, solo era un borde? ¿y si había llegado a conclusiones erróneas?; la llamé:
- Yo: hola buenos días ¿cómo estás? dime por favor
- Dir: buenos días, todo bien ¿podrías bajar a Barcelona, no hay prisa y así hablamos?
- Yo: por supuesto, si quieres, el tiempo de tomar el coche y bajo
- Dir: bien, de acuerdo, por la hora calculo, que llegarás sobre la hora de comer, si te parece comemos juntas en algún lugar y hablamos
- Yo: perfecto, te aviso cuando esté entrando en Barcelona y quedamos donde te vaya bien
- Dir: genial, espero tu llamada
Hablé, hecha un manojo de nervios con mi madre y le dije la conversación mantenida y que me iba a Barcelona de una.
- Ma: vete tranquila hija, no corras, que sea lo que sea, ya es, me llamas apenas entres en Barcelona
- Yo: así será mamá
Pensé en avisar a Alex, pero lo repensé y mejor que no. Me arreglé y salí camino de Barcelona; durante todo el viaje estuve dándole vueltas a la cabeza e intentando ordenar mis pensamientos; era como galimatías tremendo dentro de ella.
Sobre las doce y media, estaba entrando en la ronda de Dalt y llamé a la directora, avisándola de que ya estaba en la ciudad
- Dir: si te parece, nos vemos en La Venta, en el pie del funicular, por mi parte salgo ya y el tiempo de llegar, desde Balmes, ya he reservado a mi nombre
- Yo: perfecto, nos vemos allí
Cuando llegué, tuve que esperar como unos diez minutos a que llegara, que se hicieron eternos. (a ver qué ha pasado y demás pensamientos que cada vez me ponían más nerviosa), llamé a mi madre, avisándola que había llegado y me dispuse a esperar
- Dir: ¿qué tal, el viaje, bien?
- Yo: todo bien, vamos allá qué me tienes en ascuas
Estaba bastante lleno, nos sentamos en la zona exterior, para poder fumar las dos
- Dir: mira: xxx, somos dos mujeres adultas, preparadas y con la educación bien definida y cultivada por nuestros padres, así que no me andaré con rodeos, por qué sé perfectamente que sabrás comprender lo que te diré y mantener la compostura
- Héctor, efectivamente te ha sido infiel, es más, tengo grabaciones en mi poder, las verás, ahora más tarde conmigo o bien sola, como tú prefieras (yo escuchaba atentamente sin interrumpirla); iniciamos el seguimiento el día uno, tal y como te comenté, apenas me dejaste las llaves y el código de la alarma de tu casa, fueron dos técnicos y rápidamente e instalaron en diferentes puntos de la casa, cámaras absolutamente disimuladas, de forma que nadie hubiera podido detectarlas, (para eso somos profesionales); pues en la mayor parte de las ocasiones, en los casos de infidelidad, aparte de citas en exterior, también los infieles, suelen ir a sus domicilios, cuando saben que el cónyuge, no va a estar, ni hay posibilidad de una presentación inesperada.
- Dos motoristas que siguieron al coche de Héctor, lo fotografiaron uno y el otro lo filmó, en compañía de una señorita de aproximadamente unos treinta años.
- Se fueron a comer a la Barceloneta y posteriormente después, Héctor fue a la oficina, hasta más o menos las siete y media, donde cuando salió la recogió fueron a cenar a Castelldefels y luego a tu casa.
- Todos los detalles de lo que ocurrió en tu casa, los verás en la grabación, así como las grabaciones de estos días posteriores, como podrás comprobar las imágenes, no dejan lugar a malas interpretaciones
- Yo: bien, (procurando mantener la serenidad) ¿y ahora?, ¿cuál es el siguiente paso?
- Dir: las imágenes, no dejan lugar a dudas
Habíamos finalizado la comida, serían como las 14:30 y en su portátil y con auriculares visionamos las imágenes, que eran un resumen de aproximadamente una hora de duración, totalmente claro y cristalino.
Me entregó dos copias de un dossier con un informe detallado y fotografías contundentes firmado por ella y sellado en papelería con membrete, aparte de decirme que, me había enviado por WeTransfer todas grabaciones completas, por supuesto sin editar, ni alterar.
- Dir: querida mía: tú decides, no te voy a dar ningún consejo de lo que debes hacer o no, es tu decisión
- Yo: (haciendo acopio de serenidad), la decisión está tomada: Adiós para siempre
- Dir: cualquier cosa que necesites, a cualquier hora me llamas, yo estaré pendiente del teléfono
- Yo: muchísimas gracias
Pedí la cuenta y nos marchamos, no sin antes, agradecerle la celeridad y profesionalidad.
Tomé el coche y después de encenderme un cigarrillo, arranqué y me dirigí hacia casa, bajando por avenida Tibidabo, en ese momento eran como las cinco de la tarde; al llegar a plaza Bonanova y bajando por Muntaner, recordé que hay una cerrajería en Muntaner casi Bisbe Sivilla, le indiqué al taxista, que parara en la esquina y entré a la cerrajería y mentí:
- Yo: ¿podrían venir a mi casa ahora mismo a abrirme, he perdido las llaves y no puedo entrar? Esta es mi dirección y me urge
- Empleado: claro señora, ¿sabe el tipo de cerradura?, no, respondí, bueno, no importa en está cerca, el chico tomará varios bombines incluidos de seguridad y si quiere, aprovechando que está aquí, la acompaña.
- Yo: genial, muchísimas gracias
El chico, de aproximadamente unos 27 años, tomó la caja de herramientas y me acompañó; cuando llegamos, se tomó un tiempo en abrir la cerradura, le costó, pero al fin esta cedió, cambió el bombín, le pagué casi seiscientos euros por el bombín y por la urgencia y se marchó, después de agradecerle sus servicios.
Primero llamé a mi madre
- Yo: mamá, comprobado, no hay ninguna duda, hasta a mi casa se la ha traído, está todo grabado con sonido e imágenes
- Ma: hija, cuánto lo siento, pero …. (no la dejé terminar)
- Yo: mamá, ya habrá tiempo de hablar y comentar, te dejo, un beso, te quiero mucho (y colgué el telf.)
- Yo: le envíe el mensaje a Alex y me llamó de inmediato
- Alex: dime cielo, ¿todo bien?
- Yo: si, perfecto, comprobado, el imbécil, por no darle otro calificativo menos educado, hasta a mi casa se la ha traído, está todo grabado con sonido e imágenes
- Alex: la madre que lo parió ¿quieres que nos veamos?
- Yo: prendaaaa, jajaja, no cielo, esto lo tengo que solucionar yo sola, quédate tranquilo, yo te aviso cualquier cosa.
Dudé por un instante el qué hacer: si llamar a Héctor, esperar a que llegara con su amante, escribirle un e-mail o que hacer; al final, tomé papel y la pluma y decidí escribirle una carta manuscrita, que le pido a mi amigo, no publique, por razones obvias, pero en ella, le di toda clase de razonamientos y relato de las pruebas documentales, advirtiéndole, que dado el caso, de que intentara venir a casa, o molestarme, no dudaría en avisar a las autoridades y que no se molestara en venir, pues había cambiado la cerradura y no podría entrar a buscar ni su ropa, ni el coche, ni la moto (estos últimos están a nombre de la empresa), y el vigilante de seguridad (no tenemos portero), tenía instrucciones de concretas de avisar a la policía, si venía y que hoy mismo dentro de unos momentos, recibiría un burofax en su e-mail personal, en el que se le notificaba el cese de convivencia, lo firmé y escanee y envié a su e-mail y a su WhatsApp. (apenas acabé llame a la directora de la Agencia y de acuerdo con lo conversado en la comida, le di la instrucción de enviar el burofax cuanto antes, cuestión que me dijo, que haría desde la cuenta corporativa de un bufete de abogados asociado, de inmediato.
Héctor, me llamó, inmediatamente, rechacé la llamada y lo bloqueé.
Marqué el número de Alex y le dije saliendo a la terraza a fumarme un cigarrillo, lo que había decidido y hecho y que me disculpara, pero que comprendiera que no podríamos vernos, aunque si comunicarnos, durante unos días
- Yo: lo siento cielo, pero es absolutamente necesario, compréndelo
- Alex: no tengo que comprender nada de nada, es lo lógico, no te preocupes, cualquier cosa, sea la hora que sea me llamas y, además, ya recuerda lo que, te dijo mi madre: “lo que sea, a la hora que sea y lo que haga falta”. Te quiero mucho y estoy orgulloso de ti
- Yo: yo también cielo te quiero mucho y estoy orgullosa de ti
Nada más acabar, llamé a mi padre y le dije, qué tenía qué verlo urgentemente, que estaba en Barcelona yo sola y que había habido un problema muy grave en mi casa
- Papá: ya voy hija, salgo a tu casa
- Yo: no, nos vemos en tu casa mejor
- Papá: de acuerdo, voy hacia allá
- Yo: si ves a Héctor, ni le dirijas la palabra, hazme caso
- Papá: bien, te veo ahora mismo
Cuando llegué, mi padre ya estaba en casa y para no repetirme, le dije y puse al día totalmente, su semblante era muy serio y simplemente dijo levantando un poco la voz: “NO QUIERO VOLVER A VER NI OIR DE ÉL”, punto final, se acabó pronunciar su nombre en nuestra casa; me dio un abrazo lleno de ternura y de amor paternal y llamó a mi madre.
Hasta hoy no se ha vuelto a hablar del personaje, ni se hablará.
Esa noche, salí a cenar con mi padre y me quedé a dormir en su casa y el viernes nos fuimos por la mañana a Cadaqués, no, sin antes dar instrucciones muy claras en el despacho, que se prohibiera la entrada a Héctor y que no se le entregara nada, de lo que había en su despacho, que esperaran a su regreso el lunes día 9, para recibir nuevas instrucciones.
Por la mañana salimos hacia Cadaqués y ahí terminó una gran parte de mi vida, pero estaba dispuesta a comenzar una nueva, muy discretamente.
Pasamos el viernes, sábado y domingo juntos mis padres, Tito y yo, si bien en algunos momentos salió el tema a relucir, pero nada en concreto y sobre todo nunca delante de mi sobrino.
La tarde del sábado, mi padre me dijo que nos fuéramos a dar una vuelta los dos, salimos de casa y nos fuimos paseando a una pequeña taberna, que hay delante de la casa de Dalí en Port Lligat; ahí comenzamos la que quizás es una de las conversaciones más interesantes y trascendentales, que he tenido con mi padre
- Pa: Mira hija mía, no voy a entrar a juzgar o dejar de juzgar por qué hasta ahora no te has dado cuenta, porque la verdad sería injusto, ya que yo tampoco me di cuenta, pero desde luego a éste, no quiero ni volver a verlo. No quiero que te sientas en ningún momento culpable o responsable de nada; al fin y al cabo, la víctima eres tú, no él.
- Yo: papá soy consciente de ello, sabes que dejé el trabajo por la ilusión de tener un hijo, pero Dios ha decidido que no lo tenga, sin embargo, he procurado ser una esposa complaciente y comprensiva, tengo que decirte que gracias a unos amigos que tú también conoces (le mentí en este caso, pues les atribuí el mérito, a mis amigos gays), pues como bien sabes los adoro desde mi infancia, ellos fueron los que a través de mis confidencias, me hicieron reflexionar profundamente sobre el tema, nunca les estaré lo suficientemente agradecida, porque si bien no influyeron para nada, en mis actuaciones actuales, me mostraron las diferentes opciones y caminos que podía tomar.
- Pa: comprendo que es una decisión difícil, romper con el pasado y tener la incertidumbre de cómo será el futuro. Tu madre me ha explicado todo con detalle y aplaudo la decisión de las dos, de no decirme nada hasta tener la seguridad total de cuál era el resultado. Para todo y en todo momento tanto tu madre como yo y tu hermana y su marido cuando lo sepan, estaremos absolutamente a tu lado.
- Yo: gracias papá. De todas formas y te ruego no intentes convencerme de lo contrario, he decidido volver al despacho a trabajar contigo codo con codo pues al fin y al cabo las compañías son la familia y la familia son las compañías, quiero volcarme de nuevo en el trabajo, con plena dedicación y luego el tiempo dirá y pondrá las cosas en el sitio.
- Pa: me parece más que correcta tu decisión, pues como siempre demuestras tu sentido común e integridad, estoy orgulloso de ti hija mía
- Yo: gracias papá; sabía que podía contar con vosotros en todo y para todo, no tenía duda. (a todo esto, a los dos se nos saltaron las lágrimas, esta sido la primera vez que he visto llorar al padre y de verdad me ha llegado al alma), nos dimos un profundo abrazo y regresamos a casa
Llegar a casa, Tito estaba bañándose en la piscina y nosotros le comentamos a mi madre el contenido de nuestra conversación, ni que decir hay, que mi madre suscribió totalmente lo que habíamos hablado. Mi madre me dijo que por qué no me iba a dar una vuelta por el pueblo Y si me encontraba con algunos amigos o conocidos me iba a cenar con ellos y así vaciaba mi mente de pensamientos quedándome sola, que saliera con gente de mi cuadrilla de toda la vida si los encontraba qué seguro que estaban ya por Cadaqués
Listo dije, me ducho, me cambio y salgo y así lo hice, pero a medida qué iba bajando al pueblo, le envié a Alex el mensaje de costumbre y me llamó de inmediato
- Alex: hola cielo ¿todo bien?
- Yo: si cariño todo bien, he estado hablando con mi padre y con mi madre, pero sobre todo con mi padre; le expliqué con detenimiento y detalle toda lo acontecido en estos días y que me sentía orgullosa de las decisiones que he tomado de cara futuro, y que en ese futuro estamos tú y yo sin lugar a dudas, aunque eso último no se lo dije
- Alex: excelente cielo veo que tus padres son como mi padre, que se puede con ellos hablar clara y directamente, además es muy bueno que vuelvas a trabajar, pues indudablemente te ayudará a reafirmarte y recuperar tu forma de ser natural.
- Yo: si la verdad estoy segura, de que es una buena decisión.
- Alex: ¿qué vas a hacer ahora?, sal y disfruta, intenta divertirte
- Yo: jajaja, no me tientes, que no estás para vigilarme.
- Alex: jajaja, no te vigilo para nada, ni puedo, ni debo, vigilarte
- Yo: no me tientes satanás
- Alex: mira cielo, no te tiento, solo te digo, que debes hacer, lo que te apetezca cuando y donde quieras, tan solo hay tres condiciones
- si follas, que sea siempre con condón y nunca en un sitio solitario, ni en casa de nadie
- tu culo es solamente mío, de nadie más, ¿está claro?, ese lo estrené yo y solo yo lo puedo usar
- que luego me lo cuentes con todo detalle. Por el resto disfruta de verdad y de corazón te lo digo, pásalo bien
- Yo: Dios mío Alex, no sé si me atrevería a hacerlo estando sola, además aquí en Cadaqués me conoce todo el mundo
- Alex: pues vete a Roses o a Figueres, pero quiero que lo hagas, además estoy seguro, porque te conozco, que en este momento ya estas mojada
- Yo: eres el diablo, como has sacado de lo más profundo de mi estas perversiones, me tienes dominada totalmente y sí, estoy mojadísima.
- Alex: pues venga, caminando, espabila. Por cierto, activa y compárteme ubicación de tu móvil, así te tengo ubicada donde estás, por cualquier cosa
- Yo: ahora mismo lo hago, mi cielo, ahora la comparto; no sé dónde ir la verdad
- Alex: pilla el coche y donde te lleve. Me da mucho morbo escuchar, así que, si estás con alguien, hazme una llamada y deja el móvil bocabajo, que no se dé cuenta y así escucho todo, aprovecharé para hacerme una buena paja a tu salud. Te quiero cielo mío, disfruta mucho.
- Yo: y tú, ¿qué harás?
- Alex: igual salgo con los colegas ahí a los cinemas de piscinas y deportes, a tomar unas cervezas y luego a casa, no te preocupes estaré bien, aunque me duele no estar contigo, pero es lo que hay
- Yo: espera, ¿recuerdas el quid pro quo?, pues eso, ahora mando yo: quiero que llames a Irene, seguro que, si le dices de quedar es que ni lo duda, busca cualquier excusa con su marido y queda contigo; pero yo también pongo mis condiciones:
- nada de nada, pero nada de follártela, invéntate lo que sea, pero mi grifo es solo entra en mi coño o mi culo
- si puedes la grabas, dile cualquier chorrada, como que quieres tener un recuerdo de ella o algo así
- putéala, todo lo que puedas y qué se quede bien enganchada de ti
- y luego me lo cuentas todo
- ¿De acuerdo?
- Alex: uff. Y he sido yo el qué te ha enseñado, jaja. He creado un monstruo, la alumna supera al maestro. Veré qué se me ocurre
Me di media vuelta y regresé a casa a buscar el coche y dije a mis padres que me iba a Roses a cenar al puerto porque, quería estar sola y reflexionar, pues no tenía ganas de ver a nadie ni de soportar preguntas sobre si tenía mala cara o no, subí a cambiarme y me puse un vestido tipo ibicenco un poco escotado por delante y por bastante por detrás, por supuesto con ropa interior, que me sacaría apenas salir de casa.
Mis padres aprobaron mi decisión y me animaron a irme y disfrutar, qué no me preocupara por Tito, que ellos se encargarían de él.
Yo: os preocupéis no llegaré muy tarde sobre la una a lo sumo a las dos no más tarde, comeré algo caminaré por el paseo marítimo de Roses un rato para reflexionar.
Ma: te hará mucho bien hija mía anda vete tranquila e intenta descansar y vaciar tu mente, aunque sé perfectamente qué es difícil.