Capítulo 2
El día transcurrió normal, cada uno en su trabajo como todos los días. Pero yo no podía sacarme de la cabeza la última noche. Había sido la más excitante y completa de las veces que lo habíamos hecho. Y no podía esperar a repetirlo.
Cuando finalmente nos vimos a última hora de la tarde procuré por todos los medios de llevarla a mi casa. Ella vio mi excitación y se mostró conforme y divertida. Pero llegamos con la condición de que no volviéramos a hablar en la cama de nada del pasado. Aceptado, por supuesto.
Pero no lo cumplimos. A los cinco minutos de estar cogiendo comencé con las insinuaciones sobre el negro y Debora se enganchó de inmediato. Acabé muy rápido mientras le gritaba "puta" y ella me amenazaba con seguir cogiéndose al negro. Fue un polvo magnífico e increíblemente excitante. Desde esa noche ya no fue tabú hablar de lo que nos estaba excitando en la cama.
Al otro día la sorprendí pasándola a buscar por el jardín de infantes. Por supuesto, había un motivo oculto. Unas horas antes había pasado por lo de Martín y escuché los comentarios con sus amigas. No habían sido tan verborrágicas como otras veces, pero había alcanzado para confirmar que nuestros últim
Muestra tu apoyo a Mariposa y sigue leyendo esta historia
Compra esta parte de la historia y ayuda a los escritores a ganar dinero con las historias que te gustan.
Inicia sesión para comprar este contenido.
Al comprar aceptas las condiciones de compra.