Mi rector

Después de mi primera experiencia con mi primo, quise tener algo con alguien mas experimentado; la primera persona que vino a mi mente fue el rector de mi colegio: Harold. Mi rector, era un hombre de 35 años, súper velludo, fornido pero retierno, era la persona ideal para que me enseñara a disfrutar mas de las mieles del sexo.

Debí entonces, preparar una coartada para capturar mi presa; así que aprovechando el hecho que Harold permanecía aún en el colegio después de finalizadas las clases, decidí que iba a fingir que sufría un cólico, y entonces Harold me atendería y yo le pagaría con creces su esfuerzo.

El día D llegó, las cosas me salieron mucho mejor de lo presupuestado pues la enfermera del colegio cayó enferma y Harold era quien atendía ahora las aflicciones de sus alumnas.

Pues bien, las clases terminaron y yo me quede a estudiar mas, supuestamente claro está.

A eso de la 1:30 p.m. bajé al pasillo donde quedaba la oficina de mi rector, antes de entrar revisé que no hubiera nadie, afortunadamente efectivamente no había nadie mas que yo, Harold y el celador que a esa hora dormía profundamente.

Fui al baño, me subí la falda, me quité los pantis, y remplacé mi sostén por un top blanco, me desabotoné totalmente la blusa, y me maquillé para asemejar que estuviera anémica.

Y comencé la función, empecé a quejarme del dolor, grité y grité, pedí y pedí que alguien me ayudara, y entonces apareció mi rector, pobre estaba asustado, me preguntó que me pasaba, yo le dije que me sentía mal, que creía que me iba a desmayar, que el vientre me dolía muchísimo, él se acercó a mi y me dijo que fuera a la enfermería a tomarme una pasta, al pararme fingí desmayarme y entonces Harold…tan lindo él… me tomo en sus brazos, los pasó justo por mis rodillas, y pude entonces sentir lo delicioso que es sentir unos brazos velludos fuertes y suaves para la piel de una mujer, me puso sobre la camilla de la enfermería, me dió a beber agua, y reaccioné.

Harold me preguntó donde me dolía, entonces tome su mano y la puse en mi abdomen, el se cimbró todo, su mano temblaba, el hecho de saber que lo ponía nervioso me excitaba y me comencé mojar.

Harold me preguntaba: ¿Dónde te duele mas?, mientras masajeaba mi vientre, yo le decia: por ahí…no mas allá….no mejor por acá…eso allí…de este modo logré que me tocará, aunque el muy tímido lo mas abajo que me llegó a tocarme fue hasta mi ombligo, al llegar allí yo le decia: si..si…si…pero mas abajo. Entonces, para acelerar las cosas, con mis manos y subiendo un poco mis piernas logré que mi falda dejará al descubierto mi cuquita, le dije: Vamos Harold, masajéame. El tonto solo dijo:¿Porque no usas bragas tu?, a lo que yo dije: Es para excitarte mejor. Entonces, sonriendo me dijo:¿A que juegas niña?, yo le dije: Jugar al papá y la mamá contigo. Harold sonriendo a mas no poder dijo: Estas en problemas chiquilla. La presa entonces ya había caído….

Lo primero que hizo fue quitarse la camisa, y vi ese pecho velludo, musculoso y su espectacular abdomen partido. Me tomo una pierna, sacó mi zapato, quitó mi media, y empezó a besarme los pies, aquello fue sensacional.

Cuando Harold sacó su lengua y lamió mis dedos, me empecé a mojar tremendamente. Harold besaba mis pies mientras acariciaba mis piernas, eso era celestial.

Luego, se agachó, puso su boca en mi cuca… esa fue la primera vez que sentí una lengüita adentrándose en mi cuquita, Harold me chupaba y mordía la cuca, y yo enloquecía, mientras lo hacía, acariciaba mis tetas con sus manos, me las apretaba, succionaba mi cuca, me mataba.

Luego subió su boca hasta mis tetas, las besó, las mordió, yo le apretaba y le apretaba mas a mi, quería que no se fuera nunca.

Luego, acercó su cara a mi cara, cerró sus ojos, y me besó profundamente, su lengua exploró mi boca, yo estaba re-excitada, re-mojada, el besaba todo mi rostro: mi nariz, mis cejas, mi frente, mis orejas, mis mejillas, todo.

Yo quería ver su cosota, quería tocársela, acariciársela, besársela, mamársela, así que cuando se paró de la camilla, con mi pie se la toqué, ese tipo se quería morir, esa cosa se infló inmediatamente, se veía inmensa.

Sin demorarse demasiado, se la sacó, tomo mi pie, y se masturbó con él, yo me senté en la camilla, el se empinó, y su polla entró en mi boca, tenía unos huevos, era peluda, gruesa, larga, yo le besaba y le lamía la puntica, y el se moría, con sus manos acercaba mas mi cara hacía su cosa.

Yo me la saqué de la boca, me abrí de piernas, y le rogué que me poseyera, él me la metió de una, puso mis piernas en sus hombros, mis pies en su cara y comenzó a bombearme, a metermela fuerte, mi cuerpo temblaba, podía sentir toda su fuerza en mi cuca, me dolía pero me encantaba, mi cuca estaba reabierta gracias a su gruesota pollota, de repente sacó su cosa de mi cosita, y se hizo una paja con mis pies y se vino en ellos, su semen caliente y espeso se derramó en mis pies y siguió por mis piernas fue una venida intensa, inmensa.

Él increíblemente besó mis pies y mis piernas y se tragó su propio semen, finalmente me besó para dejarme probar el sabor de su leche, era salada, caliente y espesa. Luego, me la puso en mi boca de nuevo, como yo quería que me culeara, que me abriera el culo de par en par con su animal, me esmeré bastante y logré que estuviera erguida de nuevo, para rematar lo masturbé con mis pies, allí si su animal tomo de nuevo su tamaño y grosor ideal.

Entonces, me puse en cuatro, y con mis manos separé mis nalgas y abrí mi culo, y le pedí que me la hundiera hasta los huevos.

Sin rechistar, Harold puso saliva en la punta de su pene, lo colocó en mi hoyito, lo abrió un poco, y empezó a bombearme, primero lenta y luego mas rápidamente.

Se apoyaba en mis mismas nalgas para coger impulso y metermela duro, eso me fascinaba.

Yo con mi mano me daba dedo en la cuca como loca, duramos así un bien rato, tenia ya mi culo rojo, me ardía pero no me dolía sino que me encantaba, hasta que Harold la sacó de mi culo, la puso en mis nalgas y se vino, su leche cayó en mi espalda y el me la esparció con sus manos, y finalmente hizo que le chupará sus dedos…que delicia!!!!!!!