De como Carmen se hizo bisexual

Hace tiempo escribí sobre mi aventura con una chica de 32 años.

Bueno el cuento siguió duro y cada fin de semana nos encontrábamos a mantener relaciones sexuales muy íntimas y cada encuentro iba subiendo de temperatura.

La chica en mención es Carmen y definitivamente es una mujer que le gustaba la verga, pero tenía un problema: era muy conservadora y la verdad es que a mi con todas las visitas a las páginas web y cuentos eróticos y fotos y videos tengo la mente mucho más imaginativa y me gusta de todo.

Como les digo las cosas iban subiendo de tono, una mamada de verga mas completa, con todo y bolsas, un rompimiento de culo, una penetración vaginal con objetos, en fin, todo caliente en cada encuentro.

Pero la verdad es que ella era mi juguete favorito y empecé a meterle algunas ideas innovadoras en la cabeza, una película tres X, y poco a poco la fui convenciendo que le hagamos participar en un trío a otra persona y la convencí de que sería fabuloso a una mujer.

Ella para complacerme aceptó la idea, pero yo iría más allá.

Como ella no vive en la ciudad, la llamé un día miércoles y quedamos en encontrarnos para una noche de sexo el viernes, luego de nuestros trabajos.

Ella llegó como a las 8 de la noche a la estación del bus, y yo había tenido un día muy duro con unas tres reuniones por lo que estaba cansado.

Entre las sorpresas que ella no sabía es que me había metido hace un par de meses a un club de swingers y de mujeres solas y hombres solos buscando sexo, y había logrado una amistad muy íntima con una chica de 35 años, no muy alta y no muy agraciada en el rostro, pero con unos ojos y una boca de sexo.

Además con un cuerpo que aunque medio regordete en las caderas que le hacían ver muy bien en jeans y unas tetas con unos pezones fabulosos.

Cuando la conocí, cuento que no viene al caso, tuvimos sexo toda la noche y le había comentado de mis inclinaciones a mantener relación en trío y ella muy abierta me dijo que si tenía algo en mente.

Le propuse una idea que se me venía ocurriendo desde hace rato.

La idea se concretó en lo siguiente: Cuando Carmen llegó aquella noche de viernes, la invité a tomar en una bar de parejas únicamente y empezamos a beber cerveza como a eso de las 9.00 de la noche.

Como a las 10.30 Carmen estaba un poquitín alegre, iniciando como se dice, la faena del licor.

Se me ocurrió que la cerveza sería demasiada inversión y quizás no llegaría a la meta propuesta, así es que pedí con el consentimiento de ella una botella de ron. Iniciamos con una breves caricias por los senos y la chucha.

Busqué un lugar super escondidito en la obscuridad y la mandaba mano, le acariciaba los senos, los pezones, la vagina encima del pantalón y se notaba claramente que estaba empezando a mojarse, le abrí el pantalón y con tino le bajé un poco la tanga y le metí los dedos.

Ella como era de costumbre, empezó a moverse alegremente y mientras con la una mano tomaba el licor con la otra empezó a masturbarme.

Sin embargo con los efectos del alcohol estaba medio inhibido y así pasamos como una media hora, entre trago y manoseos.

Me di cuenta que ella había terminado como un par de veces y eso me excitaba más y me calentaba más que tenía el pene a punto de explotar pero había que cumplir una experiencia y decidí controlarme.

Cuando estábamos a la mitad de la botella y sería cerca de las 12.00 pm, llegó Alicia tal como lo habíamos planeado.

Ella era amiga del barman del bar y la dejaron entrar sola si ningún problema.

Yo no me había dado ni cuenta con la emoción en la que me encontraba cuando la vi de reojo. Parecía que se estaba marchando y la llamé discretamente. Ella llegó y de lo más natural me dio un besito en la mejilla y le presenté con Carmen.

Como lo planeamos, Alicia le contó la historia de que su novio la había plantado y que estaba sola a punto de irse.

Yo le dije que se quedara y que nos acompañara, que ella era una chica con la que a veces realizaba trabajos y que a los tiempos la veía.

Carmen no se tragó mucho la idea pero la aceptó en todo caso.

Como Carmen y yo estábamos muy juntos sentados, necesitaba que más bien Alicia la empezara a trabajar en la idea del lesbianismo y decidí poner el pretexto del baño y me separé un rato.

En efecto en el baño traté de demorarme y serían como 15 minutos que salí y vi directo una escena que me encantó y me prendió más de lo estaba: Alicia tenía unas de sus manos en las piernas de Carmen y esta la agarraba.

Así es que decidí sentarme en la barra a ver el acontecimiento y mientras la botella se acababa. Así pude ver que poco a poco y entre conversaciones Alicia empezó a meterle la mano en la entrepierna de Carmen y ella como reaccionando o quizás sin saber qué reaccionar se dejaba y tenía el rostro enojado al principio, por lo que pensé en intervenir y terminar con esta cuestión inmediatamente y hacerme el loco, pero al rato Carmen le clavó un beso en los labios, que creo que ni Alicia se esperaba.

Se separó rápido pero me quedó la idea de dejarlas un rato más. Así se acabó la botella y yo un par de vasos de licor que había solicitado en la barra.

En ese momento pensé en intervenir pues lo más complicado ya estaba hecho y no lo había hecho yo sino Alicia.

Ese día ella estaba con unos jeans apretados pero descubiertos desde la pantorilla y con tacos altos, Carmen en cambio con unos jeans apretados pero hasta los tobillos y con unos tenis blancos. Cuando estaba por acercarme, Alicia le robó un beso y vi la mano de Carmen dentro de la blusa de Alicia manoseando sus seños y pezones, y las manos de Alicia dentro del calzón de Carmen, pero no por delante sino por detrás, metiéndole el dedo en el culo.

Con todo el ruido de la música se podía oír cerca el jadeo de Carmen entremezcla de dolor y placer.

Cuando me acerqué, Carmen se sonrojó y con el rostro medio desencajado por el trago me increpó la tardanza y me dijo que sería bueno salir del lugar e irse a descansar.

Era la primera vez que me lo decía así, pues en otras ocasiones y en otros bares me decía que quería irse para tener «sexo rico papito» En efecto cancelé la cuenta y salimos los tres, Carmen me cogió del brazo muy fuerte y prácticamente apartó a Alicia que salió detrás nuestro.

Al salir le dije que nos íbamos a mi apartamento, pues vivo solo, pero nos íbamos los tres, porque Alicia no se podía ir así en un taxi y sola.

Carmen se puso un poco molesta porque trataba de decirme algo, pero no quería que lo oiga Alicia. En fin nos trepamos a un taxi y nos fuimos a mi departamento. En el camino nadie mencionó palabra y todos parecíamos estar dormidos y en mi cabeza me daba vueltas no solo el trago sino también las confusas ideas de que es lo que sucedería en los siguientes minutos.

Cuando llegamos, Carmen se caía del sueño y en mi mente se dibujó la idea más pesimista que tenía del plan. Dejar durmiendo a la una y terminar culeando el resto de la noche con una sola mujer, cualquiera de las dos que fuere.

Así es que instalé en la sala a Alicia y le dije que me esperara lista y desnudita porque pronto regresaba, y ella me pidió disculpas porque el plan hasta ese momento no se estaba concluyendo.

Me contó que le había propuesto hacer el amor entre los tres pero que la idea no le agradó mucho y aunque le gustó el manoseo era una verdadera confusión.

Cuando regresé a la habitación principal encontré a Carmen en el baño con la puerta entreabierta y masturbándose con un cepillo de dientes!. Entré y se sonrojó con lo que le dije que no había problema que en nosotros, en Alicia y en mí, podía confiar y hacer todas sus fantasías.

En ese momento, me bajó el pantalón y me dio la más dulce y fuerte mamada que me habían dado en mi vida.

«Así quieres sentirte verdad cabrón? Así te hace sentir ella? Pues yo puedo mejor…! y por la influencia del trago y gracias a eso, no terminé en la cara de Carmen, más bien, llegó Alicia y dijo que lo hacía porque había llegado el ruido hasta la sala de mis jadeos.

Salimos del baño y Alicia se acostó en la cama con las piernas abiertas, yo estaba admirado por la belleza de Alicia y al parecer Carmen también que inmediatamente se botó a la chucha de Alicia y la empezó a mamar pero en forma desesperada que antes de excitarla la estaba molestando.

Mientras yo había lubricado mis dedos con vaselina y estaba penetrándola con los dedos por el culo, cuando ya estuvo abiertito, le metí la verga hasta el fondo y de un solo tirón.

En ese momento dejó de lamer el clítoris de Alicia desesperadamente y lo hizo con más calma que ella no tardó y en 5 minutos terminó con un montón de jugos vaginales que se regaron el rostro de Carmen.

Cambiamos la posición y Carmen y Alicia hicieron un 69 muy rico enfrente mío. La que estaba debajo era Carmen que era masturbada, mamada y violada por Alicia y por la excitación empezó a mamarme la verga. Sin embargo aun faltaba la faena con Alicia.

Mientras Carmen le mamaba la chucha a Alicia yo aproveché mi erección todavía lista y le penetré por el culo a Alicia, una escena grandiosa y rica, de la más rica! Me sentía en el cielo y cuando estuve a punto de terminar, saqué la verga y les terminé a las dos en sus cuerpos sudorosos y se mezcló con mi semen.

Yo terminé extasiado, pero ellas se pegaron otro polvito entre besos y jadeos, entre aruñazos de desesperación de Carmen sobre todo, que le mordisqueaba los pezones a Alicia y esta parecía que había encontrado el punto preciso que también reaccionaba con más desatrampes y manoseos fuertes a Carmen.

Cuando me di cuenta, el sol estaba saliendo y empezaba a clarear, eran 15 minutos antes de las 6.00 de la mañana. Todos caímos extasiados y con ganas de descansar y nos dormimos.

Cuando en el transcurso del día me levanté, las vi sudorosas y olían a una mezcla excitante de semen y sudor y flujos vaginales. Pude ver algunos moretones, lo que acá llamamos chupones en varias partes del cuerpo.

Cuando ellas se levantaron nos duchamos los tres y pude nuevamente hacerle el amor a Alicia y a Carmen.

Finalmente nos vestimos y ahora, Carmen decidió cogerse el brazo mío por un lado y de Alicia por el otro.

Dejamos a Alicia en su departamento, y con ella subió Carmen.

No se qué se dijeron pero cuando subí a ver qué es lo que pasaba las encontré en un beso muy pero muy tierno y profundo. Preferí bajar las gradas y esperar y al rato salió Carmen con una cara de yo no fui pero con todo el cabello alborotado, con una expresión de puta recién terminada de trabajar.

En el camino a la parada de autobuses me reclamó porque no le había contado todo desde el principio y cual podría ser el final, pero que quería seguir teniendo sexo con mujeres siempre y cuando yo esté allí y con mi permiso, que podía elegir a las acompañantes pero empezamos una nueva etapa sexual que aunque está en sus comienzos puede ser gratificante en el tiempo.

Esto sucedió en le mes de junio de 2002 y al momento intentamos salir con la tercera mujer, pues en septiembre pasado tuvimos otra experiencia muy rica con otra señora de 37 años y nos gustó mucho.

Por ello si alguna mujer decide integrar un trío con mi conviviente y conmigo, no dude en contactarme.

Con respecto a Alicia, yo sigo manteniendo sexo con ella de manera esporádica quizás cada 15 días y entre semana, pues los fines se lo dedico a mi putita Carmen.