Y al cabo de unos minutos, se puso un grupo de tíos alrededor de mí a bailar y me dijeron que bailase, que les había gustado mucho mi forma de moverme, ellos eran cinco y más mayores que yo.
Más tarde empezó a introducir un dedito, luego otro, y otro, y cuando llevaba cuatro los sacó y yo le pedí desesperadamente que por favor me follara de una vez.