Esta vez había quedado con un amigo y aunque no lo había experimentado delante de hombres no quiso rechazar la llamada del placer.
Me que esperándola mientras me agitaba el pene para no perder la erección, tardo unos instantes para salir llevaba algo en la mano lo cual introdujo a su bolso, se sonrío y me dijo que ella también gustaba exhibirse pero en la tranquilidad de su casa y solo delante sus hermanas y amigas, pero que ahora había obtenido la visión máxima de exhibirse y estaba dispuesta a hacerlo ella también, le dije que sería su público el día de hoy, me pregunto por María y le dije que estuviera tranquila que hiciera como si ella no estuviera.
Luego de esto me dedique a realizarle todo un desfile utilizando todo lo que tenia disponible de prendas de mi mujer, fue un gran día el cual rematamos con una minifalda muy corta que me coloque pero esta vez sin tangas de manera que la parte inferior de la falda apenas tapara mi pene parcialmente erecto