Gemelas Zara y Kira II
La tanga —mínima, empapada— se hundía apenas entre sus curvas, marcando un dibujo sensual que a Kira le robó el aliento. Su cuerpo reaccionó al instante: un escalofrío, un temblor sutil entre las piernas. ¿Qué me pasa? —pensó, llevándose la mano al pecho—.¿Cómo puedo excitarme así...? es mi hermana