De repente vio su tamaño había aumentado, que se encontraba abrazado a su princesa amada y que sus labios volvían a estar unidos bajo el agua divina.
Le dije lo que me ocurría y ella en vez de apartarse, aumento el ritmo, yo me quería morir de placer, ya que estaba cerca de venirme.
Así que, le dije que parase, que ya tenía mi polla a punto para volver a perforar tu cuerpo, ella se sorprendió ante mi respuesta, la puse frente a la ducha y le dije que se apoyase en la ducha su cuerpo casi hacia un ángulo de 90º, ella misma abrió un poco las piernas.