Ahora te cuento, como me convertí en la perra del padre de mi esposo, soy la puta de mi maravilloso suegro.
A mi esposo lo mandaron de vacaciones a Guadalajara por una larga semana, y aunque tengo una carrera de licenciada, por el momento sólo me dedico a las labores de la casa, así que con ese viaje de mi marido, llegó la oportunidad de hacer realidad mi fantasía.