Capítulo 2

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Todo en familia II

Hoy les relatare lo que había prometido en el anterior relato sobre las cuatro vaginas, cuatro culitos y cuatro bocas que me comí y todo eso en una sola familia, es decir la madre y las tres hijas.

Hoy les contare algunas de las cosas que logramos hacer con la hermana mayor de la familia, es decir, con Carmen, como dije la anterior oportunidad, ella es una persona pequeña de estatura, delgadita, tiene unas tetas que para su tamaño son grandes, sus piernitas son igualmente delgadas y su culito es pequeñito, pero ella siempre me calentó, pero después de haber una noche probado su conchita y su boca y posteriormente su culito, oportunidad que comprobé que ya había sido enculada varias veces, mi relación con ella en el tema del sexo fue y es muy frecuente, ya que tiene una forma de ver este tema de una manera muy abierta y le encanta probar cosas diferentes, no les canso más y a lo nuestro.

Un día viernes que como siempre fui a ver a mi niño, la encontré a Carmen cuidando a los pequeños de la casa, oportunidad que no pensé no desaprovechar y comerme algo de ella o que ella se coma algo mío, de manera que me fui a su habitación y empecé a besarla y a tocarle sus tetitas, para posteriormente pasar a su diminuto culito y pasar a su conchita (todo esto por sobre su ropa), poco a poco fuimos calentando motores y ella empezó a tocarme mi pene, de manera que mi gran amigo empezó a crecer bajo de mi pantalón, hasta que se puso como una roca, cerramos la puerta para poder deleitarnos con un poco de mete y saca, pero lamentablemente para mí, llegaron la madre de mi niño y su madre, lo que hizo que todo quedara al palo.

Pero mi excitación se encontraba al máximo, como en Bolivia hay una costumbre de tomarse con los amigos unos tragos a lo que llamamos viernes de soltero, nació en mi cabeza una idea y en un momento que nos quedamos solos le propuse mi idea, la misma que consistía que en vista de yo ir a tomarme unos tragos la esperaría en un karaoke, pero le pedí que solamente llevara un liguero, unas medias negras y nada más y que se cubriera con un abrigo, dicho y hecho a eso de la una de la mañana se apareció en el local con su abrigo y dos amigas más, las invitamos a sentarse junto al grupo de amigos que compartíamos en ese momento que éramos cuatro, lo que resultaba faltando una mujer.

En un momento de esos ya compartiendo unos tragos, ella se abrió el abrigo y me mostró su delgado cuerpo, ella se encontraba por debajo del abrigo solamente como le había pedido que fuera, al ver su conchita, mi pene se puso duro nuevamente, pero da la casualidad que uno de mis amigos se dio cuenta de cómo estaba ella y me propuso tratar de hacer una orgía ya sea con las tres o con ella solamente, de manera que empecé a trabajar en la idea y poco a poco la atraje a mi lado y le introduje mi mano por debajo del abrigo hasta alcanzar su conchita para luego proceder a darle una buena sobada a sus labios vaginales y a su clítoris, el mismo que se encontraba a punto de reventar mientras iban y venían los tragos su excitación se fue haciendo más notoria hecho que fue notado por sus amigas y entre risas ellas dijeron que les hacía antojar, era el momento apropiado para invitarlas a continuar la fiesta en casa (ya les dije que yo vivo sólo) inicialmente ellas rechazaron la idea pero poco a poco las convencimos, salimos disparados a una noche de placer y sexo.

Cuando llegamos a casa, nuevamente comenzamos a darle duro a los tragos, momentos que yo aprovechaba para tantear el terreno que me comería una vez más, llego un momento que alguien propuso jugar al as tomaras, (la persona que saca un as con un dado se toma un trago y deja una prenda) de manera que cuando empezamos el juego Carmen tenía una desventaja ya que no llevaba mucha ropa para dar prendas, de manera que en un santiamén quedo con sólo su liguero y sus medias, al ver que ella estaba desnuda las amigas se pusieron calientes y comenzó el jolgorio, yo empecé a chuparle las tetitas y pase luego a su ya jugosa conchita, las otras parejas que se habían formado se encontraban en las mismas que yo, pero había un hombre que sobraba, pero me parece que la forma como se había presentado Carmen yo cual sería la razón se acercó a ella y mientras yo le chupaba su conchita el empezó a sobarle las tetitas ella se puso feliz que dos serían los que se la comerían, de manera que se dio la vuelta y sin más ni más le bajo los pantalones y saco su pene del amigo y se la llevo a la boca, recuerdo que le dio una mamada espectacular, mientras me mostraba su pequeño pero ya conocido culito, y sin pensar dos veces se la encaje hasta los huevos ella dio un pequeño grito (será que se la metí sin lubricar o de placer, vaya uno a saber) mientras yo metía y sacaba sin contemplación mi pene en su culito, ella se metía y se sacaba un pene de la boca, llegó un momento que se enderezo y sin sacarla de su culo, la levante y le alce las piernas, de manera que así de parados ella mostraba su conchita a mi amigo, el mismo que ni corto ni perezoso le encajo su pene en su vagina que se encontraba muy abierta en la posición que ella se encontraba, fue un momento que no se puede describir, ya que nunca antes había tenido sexo en esa posición, ella empezó a dar gritos de placer hasta que se vino con todo y yo sentía chorrear su néctar vaginal por mis huevos, ese fue el momento o el detonante para que tanto ella, yo y el amigo nos viniéramos y le inundáramos su ano y su vagina con nuestra leche. Mientras las otras parejas se deleitaban la una de un 69 y la otra un estilo perrito; luego de haber terminado todos tomamos unos tragos más y cada oveja se fue con su pareja, de manera que nos quedamos Carmen y yo, después de unos momentos de descanso entre besos nos pusimos súper calientes, hicimos un 69 ella debajo y yo le empecé a meter hasta los huevos mi pene en su boca mientras le chupaba su sabrosa conchita, en un momento de esos le metí un dedo en el culito y le di unos masajes que hacían que ella chupara con más fuerza, en un momento de esos ella me dijo que quería sentir algo más grueso que mis dedos, de manera que atraje hacia mí una botella y poco a poco se la encaje en el culo, sentí chorrear sus jugos por mi cara y le dispare un tremendo choro de semen en su boca, que ese tragó completamente.

Como toda promesa es deuda, les relatare un 69 más que hicimos con Carmen, fue una tarde que la encontré en la calle y después de realizar unas compras le dije que si se animaba a hacer algo loco en ese momento, como ella es una desaforada por el sexo me contestó que sí, entramos a un supermercado y le hice comprar dos pepinos y le dije que se fuera al baño y se los encajara el uno en su vagina y el otro por su culito y que iríamos caminando hasta mi casa para una tarde de placer, ella se fue como le indique e hizo lo que le pedí, después salimos a caminar a casa, mientras caminábamos, los dos pepinos que tenía dentro de ella fueron haciendo efecto, hasta que llegó un momento que a cada paso suspiraba y se aguantaba de gritar de placer, en todo el trayecto me parece que alcanzó unos cinco orgasmos, al llegar a casa la desvestí, ya que no necesitaba que alguien la excite la lleve directo a la cama, note que todas sus piernitas se encontraban mojadas de sus jugos y me pase un momento deleitándome de ese sabor tan maravilloso, le saque el pepino que tenía en el culito (que no era tan delgado) y le metí mi pene por ese delicioso agujero, después de darle una buena batía por ahí y si sacarle el otro pepino, le empecé a hacer un 69, ella estaría tan caliente que se vino ni bien mi lengua y mis dedos tocaron sus labios y su clítoris, grito como si fuera la primera vez que sentía un orgasmo, yo terminé bañándole de semen su cara y su cuello; inmediatamente me levanté y sin que ella reaccionara le encaje el otro pepino en su culito y comencé a sacar y meter ambos a un ritmo lento en un principio y luego aceleré el ritmo mientras yo hacía esto ella tomó mis huevos y se los llevó a la boca y a cada mamada mi pene se levantaba más y más, como yo había terminado momentos antes la chupada que me dio tanto de los huevos como de mi pene duró un largo tiempo mientras yo seguía con el jueguito del mete y saca de los pepinos, por lo menos Carmen se llevó unos buenos orgasmos seguidos que la dejo desmadejada después de que yo termine nuevamente en su boca.

Seguramente es con Carmen que he hecho el amor más frecuentemente (por las locuras que hacemos juntos y algunas veces con sus amigas o mis amigos), pero las otras tres de la familia también llevaron su cupo y me parece que quedaría trunco este relato si no les cuento algo de una de las otras tres.

Es así que pasare a contarles muy rápidamente una mañana de joda que pase con Mamá Ana, un día de los tantos de huelgas y paros que hay en Bolivia, me fui a la casa de ellas para ver a mi hijo, cuando llegue me encontré que todos habían salido a un cumpleaños y que la única en casas era Mamá Ana, a pesar de que siempre ella se rehusaba joder conmigo, siempre terminábamos cada uno con nuestro orgasmo del día, de manera que mientras ella cocinaba yo la seguía y siempre que se podía le tocaba su culo o sus tetas, hasta que un momento de esos me baje los pantalones y cuando ella se dio la vuelta se encontró con lo que más le gusta, una buena porción de pene, en un principio ella se molestó pero yo le dije suegrita si esto es lo que le gusto, me acerque y le agarre una mano y la lleve a mi pene, será el calor que emanaba o su deseo de tenerla en su boca que sin pensarlo dos veces se puso de rodillas y se llevó mi pene a su boca y comenzó a darme una mamada como ella sabe, mientras yo jugaba con sus tetas, luego me hico una masturbada rusa entre sus tetas, pero como dije debo siempre terminar en su conchita, por ello la levante y le puse sobre la mesa mostrándome su terrible culo, se la metí en su vagina y en cada embate ella daba unos grititos de placer que poco a poco se transformaron en alaridas, en eso pensé encajársela por el culo, de manera que le empecé a dar unos masajes en su culito y note que poco a poco se dilataba, pero cuando saque mi pene para llevársela a su ano ella se irguió y me dijo que me permitía todo menos metérsela por ahí, ya que nunca lo había hecho, al ver que ella no aflojaría la tumbe en el suelo y con sus piernas sobre mis hombros se la clave nuevamente en su vagina (yo pensé que tenía que comerme ese culo en otra oportunidad) de manera que me entregue por entero en dejarle su conchita llena de semen así que después de unos momentos descargue toda mi leche en su concha (se pueden imaginar que ese día tuvieron que salir a comer fuera ya que entre joda y joda se quemó el almuerzo).

Bueno amigos lectores, por hoy es sólo eso, otro momento les contare de las otras dos de la familia especialmente de la otra hermana y como acabe dándole de latigazos a Verónica y como van mis intentos de comerme a la mujer del hermano, que se hace la difícil pero que ya le toque las tetitas que las tiene muy ricas.

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