Un grupo de jóvenes de safari fotográfico participan en una auténtica macumba sexual africana

Estando mi curso y yo de viaje de fin de curso por Kenia, nos adentramos en tierra salvaje con nuestras cámaras de fotos en mano para «cazar» a todo animal que se nos pusiese por delante.

En nuestro grupo solo íbamos seis alumnos, Carlos, Pepe, Mariela, Susana ,Cristina y yo. Todos acabamos de cumplir 14 , por lo que nuestro aventura africana nos tenia encandilados.

Pero todo cambio el chofer tomó un camino equivocado y se desvió de la ruta, se hacía de noche y decidió llamar por radio al resto del grupo para informarles que estábamos bien que acamparíamos y que mañana nos veríamos en el hotel de Nairobi.

Nos acomodamos como pudimos en el vehículo todos apiñados, Susana se apoyo en mi para dormir, y pude notar sus duros pezones morenos clavarse en mi pecho, la situación hizo que mi polla empezará a empinarse por el pantalón, pero ella ni se inmuto.

Yo estaba realmente mal así que salí a desahogarme, me aleje unos 50 metros y empecé a pajearme furiosamente sin compasión , pero de pronto escuche voces un poco mas allá, la curiosidad me hizo acercarme , se observaba un fuego y una treintena de personas alrededor, me acerque sigilosamente movido por la curiosidad.

Me acerque tanto como para ver de cerca a aquel grupo de negros, guerreros mandinga de increíble corpulencia con todo el cuerpo pintado de lo que me parecía dibujos de guerra, todos miraban al brujo un negrazo enorme gordo tripón y con una enorme mascara en su cara, este ordeno a varios hombre algo, y a la nada aparecieron cada uno con una chica en los hombros, estaban semidesnudas por lo que pude observar el bamboleo de sus tetillas y sus culazos en los cuales casi se deslumbraba el conejo de ébano mi polla volvió a dar señales de vida, me la agarre con fuerza y me di unos cuantos restregones.

Al colocarlas en medio de todos pude apreciar que no tendrían mas de 14 o 15 años, eran 6 todas de piel muy oscura y pezones punzantes, menos una gordita con unas tetazas enormes y muy bajita , pues apenas le llegaba al ombligo al mandinga de al lado, el resto era extremadamente delgadas , y dos de ellas muy niñas todavía pues apenas despuntaban sus pezones.

El brujo se acercó a ellas y una a una le fue sobando tanto las tetas como el coño, algunas emitieron tímidos quejidos que fueron contestados con alguna sonrisa del gordo enorme, cuando llego a la gordita , le quito el taparrabos que llevaba, le dio la vuelta poniéndola de espaldas al resto, y dijo algo que hizo reír a la veintena de mandingas que allí había reunidos, dicho esto se metió la mano en su taparrabos y saco una verga de proporciones nunca vista , empezando a restregársela a la niña por todo el rostro, el resto le animaba con irreproducibles palabras, las otras cinco se apiñaron unas con otras observando con terror lo que estaba pasando.

La negra gordita se quedo perpleja al ver semejante nardo intentando entrar en su oronda boca, la cual tragó el enorme pollón del brujo, tras darle un empujón la gordita cayó de culo con las piernas abiertas llorando con la boca llena de sabor de rabo, el tripón salto sobre ella y de un pepinazo brusco y salvaje le enterró la lanza carnosa hasta sus mismos cojones, dando la gordita un grito desgarrador, desde mi posición podía observar claramente como se la metía, como esa polla terrible se enterraba por completo en aquel obeso pero pequeño cuerpo , su tetazas negras con pezones como platos no paraban de bailar al son de los envites, hasta que de pronto el tripón se quedo extasiado y se corrió como un salvaje sin sacarla siquiera del hasta hoy virginal conejo.

Cuando se levanto pude observar otra vez aquella inmensa lanza, ya curvándose, y de cómo del conejito negro salían una cantidad de lefa increíble manchando todo el suelo.

El brujo se acercó ahora al resto del grupo de chicas, todas temblorosas, las miro y se fijo en la mas pequeñita y delgada de ellas, apenas mediría metro y medio y no mas de 40 kilos, negrísima, con unos pequeños e incipientes pezones puntiagudos y pude observas hasta un poco de vello en su brillante coñito.

Su boca era desproporcionada, con unos labios enormes y carnosos.

El brujo llamo a un grupo de sus hombres, y tras dar un violento grito, estos cogieron a la niña, la desnudaron y empezaron salvajemente a manosearla , sobarla , chuparla, de arriba abajo, su coño , su culo, sus muslos todo fue relamido por aquellas bestias de mas de dos metros, los cuales empezaron a desnudarse mostrando orgullos unos cipotes que nada tenían que desmerecer a los de un caballo, mas grandes aun y muchísimos mas gordos que la del brujo.

Dos de ellos la cogieron a la negrita por pies y manos , y le abrieron sus largas y finas piernas, quedando a la vista su raja que pude ver ligeramente rosada desde la distancia, se acerco uno de ellos con la polla en la mano , y se acerco hasta la entradita, dios mío van a matarla pensé, apoyo la enorme cabeza del pollón, y empujo un poquito, la negrita se retorció pero todo era inútil, el vergajo se estaba abriendo paso a través de ella hasta que pego un respingo metiéndosela hasta los huevazos que colgaban tras su enorme polla de caballo africano increíblemente ese coñito se la trago entera, pensé yo en lo bien que estaban preparadas las jóvenes de por aquí para la marcha pollera.

Se veía claramente que el nardo negroide era tan grueso como casi su pierna, en eso que la abrazo y se la llevo ensartada, se acerco a otro mandinga q estaba ya con la polla preparada, y tras juntarla de grasa animal, se agacho el nuevo semental y le relamió su negrísimo ojete la chica se asusto pues se imaginaba lo que le esperaba, se coloco detrás y primero se acerco a la joven por detrás diciéndole algo al oído, pude observar como su polla se pego a la espalda de la negrita, dios mío que cacho polla casi le llegaba a los hombros, en eso que le abre las nalgitas con sus enormes manos, y le coloca el amoratado capullo en la entradita de su canijo culo, y tras varios intentos y gritos de pánico de la chica consiguió meterle la cabeza de la polla, era increíble cómo podía soportarlo, seguía metiendo mas y mas , hasta que la parte mas gorda del tronco de su polla se estanco en el recto de la negrita, su ojete no daba mas de si, así ensartada lloraba sin parar, viendo como era empalada con aquellos pedazos de pollas.

Empezaron a moverse frenéticamente, hasta que el de atrás en un movimiento realmente salvaje se la empitono entera, follándosela sin piedad, hasta que se corrieron ambos en su interior, la chica se desmayo, los mandinga la dejaron en el suelo tumbada de lado, con el culo mirando hacia mi, pude observar claramente como se lo habían dejado, cabría una pelota de tenis sin dificultad, de su interior salía un rio de leche a borbotones mezclados con algo de sangre y restos de excrementos provenientes de su violado culo.

La chica murmuraba algo débilmente.

Entonces el brujo se acerco al fuego y escupió en el saliendo una enorme llamarada, los veinte hombres entraron como en trance, saltaban aullaban danzaban, todos estaban ya desnudos con sus enormes pollas golpeándose el estomago y pecho, se abalanzaron sobre el grupo de chicas y tras lanzarlas al suelo , se las fueron follando como animales, por delante por detrás, se corrieron en sus bocas, caras, tetillas, por todos lados fueron penetradas y regadas con el néctar que emanaba de sus cipotes.

Yo no aguantaba mas, y viendo que la negrita pequeña seguía aturdida, me acerque a ella sigilosamente la voltee un poco poniéndola boca abajo, y se la endiñe por el culo, tras pocos movimientos me corrí dentro de ella de manera brutal.

Pero estaba realmente asalvajado, me escupí en la mano, y se la hundí en su ojete, apreté con fuerza hasta que cedió ante mi empuje, hasta la muñeca se la metí, la voltee otra vez, colocándola de nuevo de medio lado , y con mi otra mano, se la metí por su negrísimo coño.

Empecé un mete saca, que me excito de sobremanera, me senté encima suya le acerque mi polla a su boca y tras cuatro o cinco repliegues de la funda, me corrí en su cara, ella solo miraba, como de mi nabo salía leche que le regaba todo su rostro.

En eso pude observar como las demás chicas eran salvajemente montadas, por dos , tres y hasta cuatro mandingas a la vez.

Me aleja rápidamente de allí, entrando en el vehículo de nuevo, a la mañana siguiente reanudamos nuestro viaje por el polvoriente camino, cuando a lo lejos vimos a un grupo de jóvenes, eran ellas, iban desnudas, llenas de lefa, y la mas pequeña caminaba torpemente, no me extrañaba después de la enculada que sufrio su culo iba a estar dolorido durante largo tiempo.