Capítulo 3

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Ding Dong

– Hola David, buenas tardes.

– Hola Julián, ¿¿Cómo estás? Sigue, por favor.

«Toma asiento.»

– «Muchas gracias.»

Me detuve a mirarlo. Julián estaba hermoso: camiseta blanca bien planchada y pantalones negros. Se veía delgado, pero su cara era angelical con cabellos rubios y ojos azules.

¿¿Cómo has estado?

– Muy bien. Hoy tuvimos práctica con el grupo: la guitarra nueva está fantástica, pero me pesa un poco y me duele la espalda.

– ¿Guitarra nueva , visitaste a tu tío otra vez ?

– no te vuelvo a contar nada y lanzó una picara sonrisa

¿Te gustaría un masaje? Quizás te haga sentir mejor

Está bien, gracias.

Lo llevé a la cama, impregné su cuerpo de aceite comencé a recorrer su cuello y la línea de su espalda.

– «Qué rico, eres un experto.»

– «Muchas gracias.»

Sus brazos eran suaves y delicados. Poco a poco se iba sintiendo más relajado. El olor de los aceites, su espalda brillante… y tenerlo a mi disposición. ¡Qué hermosa tarde!

Un poco de música instrumental, sonidos del mar. ¿Te gusta? ¿Te sientes mejor?

– «Sí, gracias. Estoy muy relajado.»

Empecé acariciar sus glúteos achatados y a masajear sus piernas. Tomé sus pies masajeando dedo por dedo.

Dijo «Basta, creo que es suficiente masaje».

«Hice algo mal?» pregunté.

Se giró tímidamente y tenía una erección. Se sonrojó mucho.

«Tranquilo», dije, «es normal». Tomé su falo y lo impregné de aceite, comencé a masajear también sus testículos.

Empezó a jadear, intentó decir una palabra.

«Shhh, tranquilo, no digas nada, todo está bien».

me introduje su pene , en la boca

baje un poco más hasta llevarlo a mi garganta

El empezó a mover la pelvis ,y puso sus manos sobre mi cabeza

– yo también quiero

nos acomodamos en posición de 69

tenía sus nalgas en mi rostro ,su ano se veía limpio y rosado aproveche a pasar mi lengua por ese lugar

el me paso su lengua por mis testículos

y al chupar mi pene hacia un raro movimiento con la lengua que me dejaba deseando más

cambiamos de posición uno frente al otro

con nuestras pelvis juntas , juntamos nuestros penes y los frotamos mirándonos a los ojos

Sus ojos se hacían más hermosos bajo los efectos de la excitación y el deseo.

eyacule primero ,y el siguió frotando

nuestros miembros cubiertos de mi esperma ,luego salió su semen

era un espectáculo

Descansamos un rato, fuimos a la mesa, comimos y bebimos.

– «¿Qué te pareció?»

– «Estuvo bien», dijo, «pero no puede ser todo.»

– «¿Quieres algo más?»

Me tomó de la mano.

– «Acompáñame», dijo con una sonrisa.

Volvimos a la cama, se puso en posición cuadrúpeda.

yo no podía penetrarlo , no lograba que entrara

Julián tomo mi pene con sus manos y lo metió fácilmente entre sus nalgas

Esto es bueno, pensé.

Empecé a empujar: una sensación de calor, electricidad… no sé cómo describirlo.

me gustaba estrujar sus nalgas con mis manos , aún no se secaba el aceite podía deslizarme por su cuerpo

bese su espalda ,le di pequeños besitos como creando un camino

no tarde mucho en eyacular

– me toca a mí dijo

me acostó boca arriba , me pidió que pusiera mis pies sobre sus hombros , metió un dedo luego dos hasta que finalmente me penetró

fue mi primera vez sentía un gran dolor

me duele

-ya disfruto se aguanta

me la empujo hasta el fondo , sentía como su cabeza entraba luego el tronco

después dejo su pene adentro y empezó a girarlo suavemente como dibujando el infinito

-aprietas rico

me dio dos suaves cachetadas con las manos

Luego sentí una palpitación y como un líquido caliente escurría dentro de mi

¿Será esto lo mismo que siente una mujer al perder la virginidad? me pregunté.

Sentí una gran conexión, sentí que lo amaba, que no quería soltarlo nunca más.

Llegó la noche. Debía irse antes de que llegaran mis familiares.

Al despedirse, intenté besarlo pero me dijo que no le gustaba besar hombres. Me dio un abrazo y se fue.

Ese día me enamoré: fue el comienzo de mi sufrir. El único ser por el que dejaría mi doble vida, por quién enfrentaría mi verdad… pero él no lo haría por mí.

Hetero pasivo

Julian