En una reunión me cogen estando embarazada.
Algunos de ustedes habrán leído uno de mis Relatos donde luego de varias orgias salí embarazada lógicamente sin saber quién era el papa.
En esta ocasión, les voy a relatar como, en otra reunión, igual me la metieron entre 12 viejos pervertidos, pero ahora estando embarazada.
Resulta que yo, ya con una panza como de 5 meses, me había alejado un poco de las orgi reuniones que organizaba mi esposo en casa, los fines de mes.
Como ustedes se podrán imaginar, yo siempre había sido el alma de la fiesta, pero ahora, aparte de que ya casi todo el tiempo me la pasaba cansada y sin ganas de hacer nada, mucho menos se me antojaba participar en reuniones y desvelarme, además de que ya no podía ni siquiera tomarme una copita.
Pero a mi esposo le encantaban esas reuniones (claro que también a mí, pero por el momento yo no podía asistir) así que cada fin de mes el las seguía organizando.
Yo solo le ayudaba preparando bebidas y algunas botanitas y me iba a acostar temprano. Ya me cansaba muy pronto.
Ese viernes, ya como a medianoche, o algo así, baje a la cocina a tomar un poco de agua, ya que me sentía bastante acalorada. Como ya no escuchaba ruidos, y estaba algo oscuro, pensé que los invitados ya se habían retirado.
Así que no me importo bajar en camisón, tan corto que se me veían las nalgas y el panty al caminar, y como era algo transparente, también se me notaban las tetas, especialmente los pezones, y más ahora con el embarazo, se me notaban las aureolas más grandes y oscuras, lo que daba un efecto de lo más erótico y cachondo.
Estaba yo de lo más distraída tomando mi agua y picando algunas botanitas, cuando siento unas manos que me toman por la cintura, o lo que quedaba de ella debido a mi panzota y claramente sentí una enorme verga rozándome entre las nalgas.
Me sobresalte un poco ya que pensé que estaba sola, al darme la vuelta reconocí a uno de los viejos pervertidos que siempre asistían a las reuniones y que, lógicamente, era uno de los que me habían dado verga durante meses, hasta cansarse y hasta dejarme embarazada junto con otros más.
~Ah hola, eres tú, pensé que no había nadie ya~
~Hola bb, si acá estamos todos todavía~
~No sabes cómo te hemos extrañado~
~Si, me imagino, ah ja ja, pervertidos~
~Pues la culpa la tienes tu, por ser tan hermosa y caliente bb~
~Pues la culpa la tienen ustedes por no tener cuidado y embarazarme, mira nada más como estoy~ Me separe un poco señalándole mi panzota.
Al moverme, se me asomo un pezón y el hombre se me quedo mirando emocionado, claramente excitado por esa linda vista que le había ofrecido sin querer.
~Pues yo no te veo nada de malo bb, al contrario, te ves increíble, esa panza te hace lucir tremendamente cachonda~
~Ah jaja, no digas tonterías~ le decía al tiempo de taparme el pezón que se me había asomado.
~A quien le va a gustar una tipa panzona y fea como me veo ahora~ le decía mirándolo y sonriendo picara y creo hasta un poco coqueta.
Yo para nada me sentía incomoda con él, después de las tremendas orgias en que habíamos participado, para nada me sentía penosa, al contrario, siempre me había sentido a gusto con él, además que era de lo más agradable.
A sus 65 o 70 años, el viejo era muy apuesto, varonil.
~Fea? como crees bb?, Como se te ocurre decir eso, yo te veo muy hermosa y la verdad, con todo y panza todavía te ves bien buena, ufff~
~Ya no digas tonterías, ahorita ni con ganas me siento, nomás quiero estar acostada durmiendo, ah ja ja~
Me recargue de espaldas sobre la barra de la cocina, sonriendo y mirándolo coqueta. él se acercó mucho más, me tomo de las caderas, me jalo hacia él y me froto con su enorme verga entre las piernas.
~Estas segura? ~ me miraba retadoramente.
Me sorprendí bastante, ya que de la nada, me empecé a poner cachonda, a sentirme excitada. En cinco meses no había sentido deseo alguno de tener sexo, mucho menos en mis condiciones.
Pero, para mi sorpresa con su cercanía y nomas de sentir su verga entre mis piernas, claramente note como se me paraban los pezones y se me ponían duros y note como mi clítoris se estremecía y palpitaba y mi sexo se me mojo bastante.
~Ahhhhh~ se me escapo un gemido.
~Te lo dije, ya lo sabía, embarazada o no, eres una puta de lo más caliente y la panza no te va a impedir que te tragues mi verga en este momento como lo has hecho tantas veces~
~Espera, yo…no…~ Ya no pude decir nada, su boca besaba mi cuello apasionadamente, sus manos me frotaban las tetas y me pellizcaba los pezones, haciendo que me pusiera a mil.
Me descubrió las tetas y me las empezó a chupar desesperadamente, su mano me frotaba el sexo. Me morí de la vergüenza cuando el noto como estaba ya de mojada.
Entonces me empezó a dedear y a frotarme el clítoris. ahora si ya me había puesto super caliente. Solita separe más las piernas y lo deje hacer.
Muy a mi pesar, de manera inconsciente, le tomé el bulto y se lo empecé a manosear.
~Ahhhhh~ solo alcanzaba a decir, sintiendo como se me iban las fuerzas, especialmente como se me nublaba la poca voluntad que me quedaba.
Me recostó sobre la mesa de la cocina y rápidamente me quito los calzones con bastante ayuda mía. Así de pie, junto a mí, se la empecé a chupar, enseguida los recuerdos y las sensaciones casi dormidas, volvieron a mí de golpe.
Se la empecé a mamar con desesperación, ansiosa, al tiempo que él se entretenía con mi clítoris y me dedeaba a su gusto, yo solo me abría de piernas invitándolo a seguir.
Al poco, se separó de mí y entonces se acomodó colocando su cara entre mis piernas, empezó a chuparme el sexo, que ya escurría jugos de manera incontrolable.
Yo me retorcía como perra loca, frotándome su cara en mi panocha ufff.
En eso, sentí como me tomaban de las manos y me ponían una verga en cada una, tan caliente estaba que ni me importo de quienes eran, solo por puro instinto se las empecé a apretar.
Luego, otras dos vergas entraban en mi boca alternándose, yo puta caliente y perdida de placer como ya estaba, solo me dedique a mamar como becerrita.
Ya para cuando siento que dos bocas, una de cada lado, me empiezan a mamar las tetas y a chuparme los pezones, no pude aguantar más y me vine tremendo en un primer orgasmo super abundante, como no había tenido en estos cinco meses de abstención.
Ahí empezó una nueva orgia, me estuvieron compartiendo entre todos, haciéndome lo que más me gusta, alternándose entre todos, intercambiando posiciones.
Alguien se acostó debajo de mí, yo sin más me le monté y yo sola me enteré todita su enorme verga, moviéndome como una buena puta caliente.
Otro más se acomodó detrás de mí y sin más me la metió todita por el culo, haciéndome una deliciosa doble penetración entre esos dos, que la verdad, ya ni me importaba quienes eran, así como estaba yo de perdida de caliente, solo quería sentir y disfrutar del enorme placer que todos esos viejos calientes me estaban proporcionando.
Mientras, otros dos me seguían mamando las tetas y yo le chupaba la verga a otro par.
Así me estuvieron cogiendo durante horas. Todos se turnaron para darme doble penetración en repetidas ocasiones, a todos se las mame varias veces, todos me mamaron las tetas. Así que para cuando esta tremenda orgia acabo, yo ya me había venido varias veces.
Finalmente, ya para terminar, me pusieron de rodillas en el piso y entre todos me tiraron su leche por todo el cuerpo, la cara, la boca, las tetas, sobre mi panza y por la espalda. Era una delicia sentir esos chorros calientes recorrer mi cuerpo desnudo.
Sobra decir que estas super orgias se estuvieron repitiendo durante meses, hasta que un buen día…
Una noche, luego que los 12 viejos me estuvieron dando verga como ya se había hecho una linda costumbre, cuando ya me tenían en el piso tirándome su leche caliente por todos lados, en esos precisos momentos me empezaron a dar tremendos dolores, yo no me podía aguantar, solo les gritaba:
~Ya viene, ya viene~
Todos se pusieron como locos.
~El bebe, el bebe~
Me pusieron una sábana para cubrir mi cuerpo desnudo y entre varios me cargaron y me subieron a un auto de alguno de ellos y rápidamente me llevaron al hospital.
Cuando llegamos ya estaba a punto de parto, así que me atendieron de emergencia.
Los cuatro médicos solo se miraban entre si viendo como todo mi cuerpo estaba embarrado de leche, mi panocha estaba bien abierta de tanta verga recibida y mi culo también escurría semen.
Yo, me di cuenta de eso y entre tantos fuertes dolores, alcance a sonreír para mi misma.
Estaba segura de que esos cuatro médicos iban a terminar mi Cuarentena antes de tiempo, uwu.
Venta de Contenido
melany0209@proton.me