Capítulo 8
-Y pone usted orden en el armario de estas dos PERRAS.
No tardamos mucho en entrar en Coria, y en su casa, era un pequeño chalet, muy bonito y coqueto, con piscina y todo.
Sacaron solo su maleta y entramos dentro…
Así terminó el último capítulo…
No era un chalet muy grande, era de una sola planta y cuatro habitaciones, y estaba decorado con mucho gusto. Lo que más me gustó, fue que el salón tenía toda una pared acristalada que daba a un bonito jardín y a la piscina, no me dio tiempo a ver más, porque mi vista se fue a los tres esculturales cuerpos, que nada más entrar se habían quedado en lencería.
Me acababa de correr, pero mi excitación mental no decayó…
-Quiero que las uses, quiero que sepan a quien se deben cuando yo no este.
Sonrió y adelantándose a todos, se dirigió al salón se sentó en el sofá…
-Cómeme el coño GUARRA y tú súbete como puedas, quiero saborear ese coño que no me dejaste saborear el otro día.
Me intrigaron esas palabras, pero tenía tiempo de sobra para averiguar sobre eso. Amparo se tiró al suelo y a gatas se acercó a Olga, que ya estaba espatarrada en el sofá y con una mano se había separado unas bragas mojadas y manchadas de mi corrida, no podía ver sus gestos, Triana con una agilidad sorprendente, se puso de pie en el sofá y agarrándose a la cabeza de su tía le puso el coño en la boca, momento que aproveché para sentarme en un sillón que se veía con mucho uso, luego supe que era del cornudo, y muy cómodo, a observar y sobre todo a sentir como se iban incrementado los gemidos de Triana, porque las otras tenían sus bocas ocupadas, me sentí feliz, por ellas, y para no mentir, más por mí, tenía tres mujeres a cual más escultural a mi servicio.
-Triana. – ¿Me puedo correr SEÑOR?
-A mí no PERRA, a tu AMA, ella si es tu AMA.
-Triana. – ¿Puedo correrme AMA?
Esta no pareció oírla, y si la escuchó pasó de ella, no separó en ningún momento la cabeza de entre las piernas de está.
-Triana. -Lo sientoooooo, aggggg me corroooo perdonnn.
Fue increíble, fue un squirt tan fuerte, que parecía una fuente, ya que Olga no dejó de chupar, y gran parte de su corrida brotaba con fuerza por ambos lados de su cara, dejando el sofá echo una pena, lo que me llevó a pesar de mi reciente corrida a empalmarme nuevamente.
-Agggggg, me corroooo -separándose por primera vez de su sobrina-, que buena eres PUTA, ufffff.
Soltándole las piernas a su sobrina, que como un peso muerto, se dejó caer junto a su tía, que aun convulsionando y de mala manera retiró a su cuñada de entre sus piernas, haciéndola caer al suelo del todo, donde se quedó, con la respiración agitada y su boca llena de jugos.
-Ufffff, cómele el coño a tu madre PUTILLA, se lo ha ganado.
-Triana. – -Aun jadeando-, si AMA.
Solo tuvo que girar un poco a su madre y tirándose al suelo, llevó su cabeza a su coño, y era tal la calentura de esta…
-Amparo. – ¿Me puedo correr AMA?
-Si PUTA.
Me gustaba el trato que les daba tanto a su cuñada como a su sobrina.
-Amparo. -Graciassss, agggggg, me corroooo, graciassss AMA.
A rastras Triana se puso a la altura de su madre juntando sus bocas y besándose con delicadeza, momento que aprovecho Olga y sorprendiéndome, porque eso no lo esperaba, se levantó del sofá y pasando sus piernas por los cuerpos de ambas, se abrió todo lo que dieron de si sus piernas y se meó en las dos, que lo único que hicieron fue pasar de los besos al morreo, siendo interrumpidas al sentir el portero de la puerta.
-Amparo. -Ufffffff, será la comida AMO.
-Y a que esperas PERRA, ¿a que vaya yo?
Agachó la cabeza y agitada y sucia como estaba, contesto por el portero que salía enseguida. A través de la cristalera del salón, la vi dirigirse a la puerta, iba descalza, se había puesto una especie de camisola de estar en casa.
-Ves poniendo la mesa PERRA, no esperaras que lo haga tu SEÑOR o yo ¿no?
-Triana. – ¿Puedo lavarme un poco AMA?
-Claro GUARRA, pero rápido.
Casi a la vez aparecieron las dos, una de asearse un poco y su madre con la comida.
-Ve a lavarte un poco PERRA, mientras esta GUARRA, pone la mesa, yo también voy a asearme un poco.
Mientras las cuñadas salían juntas a asearse, Triana fue a poner la mesa.
-Solo para tres, tú estás castigada por correrte sin permiso, así que cuando hayas servido la mesa, te quiero de rodillas a mi lado.
No vi un mal gesto, cosa que me gustó, no habían vuelto aún las cuñadas cuando ella ya estaba de rodillas. Al entrar Amparo se sorprendió un poco, mientras que Olga hizo como si no existiera, no tardo en adaptarse, los tres comimos muy bien, con una conversación sin protocolos, donde Amparo más o menos le hablo a Olga del día y medio en Granada y de cómo le había ido a Triana, contándole también que el tiempo que duraran las practicas se iba a quedar en mi piso, obvió, cosa que me gusto, de que yo una semana al mes iba a estar en Granada. En ningún momento Triana se quejó, ni siquiera cambio de postura, hasta que terminamos de comer…
-Amparo. – ¿Le enseño el resto de la casa?
-Si, y mientras lo haces que esta PERRA coma -usando mi plato, le puse comida y lo solté en el suelo-, y cuando acabe que recoja y nos esperé en su cuarto.
Tenía hambre, y como si fuese una perra de verdad, empezó a comer… Como si una ruta turística se tratara, los dos la seguimos, aunque Olga ya la conocía, primero pasamos por el cuarto de invitados, que era grande y con baño propio, luego por la habitación más pequeña, que la tenían convertida en un despacho o sala de estudio, porque la que lo utilizaba era Triana, de ahí nos llevó a su dormitorio, que era grande, con un baño completo, no muy grande, y daba también al jardín, pero como me dijo y luego comprobé, ellos se quedaron en ese por las vistas, pues el de Triana era más grande, tenía un vestidor pequeño, coqueto y muy ordenado, y solo con ropa de ella…
-Amparo. -Ya se ha llevado sus cosas.
-Me vas a perdonar, pero da la sensación de que estaba deseando salir de aquí.
-A mí me da también esa sensación, pero a casa de mi madre no ha llevado nada, yo estuve ayer por la tarde, será mi hermano, pero es un capullo.
-En parte es mejor, las tiritas duelen menos si se arrancan de golpe, ahora olvidaros de ese tema, y vamos a ver tu ropa.
Me acerqué a la ropa colgada en perchas, dándome cuenta de su buen gusto, quitando varios pantalones que tiré al suelo, el resto me gustó, no así cuando abrí las cajoneras, predominaban los tangas, que fueron todos al suelo junto a algunas bragas de abuela y otras de color beige.
-Amparo. -Algunos tangas son deportivos AMO, solo los uso para ir a correr o al gimnasio.
-Estarás mejor sin nada PERRA.
Solo asintió, seguí con la limpieza y del siguiente cajón, que lo vacié casi entero, tiré todos los pantis y calcetines tipo media, dejando solo cinco o seis pares de medias y los calcetines de deporte, en otro cajón tenía los sujetadores, que salvo dos de color beige me gustaron, debajo de ese, estaba el mejor, pues todos eras conjuntos de lencería preciosos, donde predominaba el rosa y algún que otro liguero, y en el último tenía las mallas y tops deportivos, por lo que no los toque. El siguiente paso fueron los zapatos, de los que le alabé el gusto, quitando los zuecos de trabajo y zapatillas de deporte, todos eran de tacón.
-Vamos a la habitación de la PERRA de tu hija.
-Amparo. -Jajajaja, se va a hinchar a tirar ropa.
Triana se puso roja, al ver como también su tía decía lo mismo y se reía, ya que estaba en la puerta de su cuarto, era como había dicho su madre, más grande en todo, el baño, el ropero y la habitación, que aún parecía más grande al tener una cama pequeña. El ropero era tan grande que casi no se notaba su ropa, y era cierto, la mayoría de la ropa eran pantalones y faldas largas, que fueron todas al suelo, solo le deje tres faldas y dos vaqueros, las blusas todas sin excepción fueron al suelo, solo le dejé los jerséis y camisetas, y eso no fue lo peor, todo, todo lo que había en los cajones, salvo las mallas deportivas y top, fueron al suelo, ocurriendo casi lo mismo con el calzado, salvo las zapatillas de deporte que había muchas, el resto le hizo compañía al resto de su ropa.
-Jajajaja, te vas a gastar un pasta en ropa Triana, vas a pasar de monja a PUTA, jajajaja, vaya sobri puritana tengo, jajajaja.
-Vamos que la lencería que hay en la maleta y que llevas puesta es nueva ¿no?
-Triana. -Si SEÑOR, pero cuando mi tía me dijo que iba a hacer limpieza en mi armario, no quise tirar nada, me compré lo justo, tampoco podía gastar más, sin levantar sospechas…
-Esta semana iremos una tarde de compras, y entre tu tía y tu madre lo van a costear por reírse, pero no dejan de tener razón, no se puede tener peor gusto para vestir.
Si ya estaba roja, aún se puso más, agachando la cabeza,
-Hasta el martes no trabajo, y en estos días me tendréis que llevar para ver la zona y como llegar.
-Amparo. – ¿Por dónde queda su empresa?
-En lo que era la Expo.
-Triana. -Le va a hacer falta un coche, o puede coger mi moto, yo casi no la cojo y además durante cuatro meses solo voy a estar los fines de semana.
-Amparo. -Me acabo de dar cuenta de que me voy a quedar sola -se le noto contrariada-
-No tienes por qué quedarte sola, te puedes venir con nosotros, o nosotros venirnos aquí, depende de Olga, porque ella tiene alli la consulta.
-Se me ha ocurrido una idea, y no sé si será factible, porque en parte depende de mi hermano, mi casa está más preparada como consulta que como casa, y si a usted le parece bien AMO, nos podemos trasladar aquí y en mi casa puede poner la clínica Triana, sería bueno para las dos.
-Amparo. – -Casi saltando de alegría-, me parece buena idea, ¿pero por qué va a depender de tu hermano?, lo que nos ha pasado ha sido liberador para los dos, y la casa acordamos que me la quedaba yo, que me hacía cargo de la hipoteca, que aún queda, y el dinero que hay en la cuenta lo hemos divido en tres partes, una parte es para ayudar a Triana con la clínica, y su parte ya la hemos transferido a su cuenta nueva, yo me he quedado con la cuenta, por la hipoteca, por lo menos hasta que firmemos los papeles y me quede sola, pero lo llevo muy avanzado y hablado con el banco.
-Veo que habéis aprovechado muy bien estos días.
-Triana. -Si, por ahora todo son facilidades, espero por el bien de mis padres que siga así.
-A mí me da igual vivir aquí, aunque reconozco que hay más sitio, pero esa decisión es cosa de vosotras tres, antes de que digáis nada, atenderme bien, en todo momento estaréis a mi servicio, habrá cambios, vuestra AMA y yo nos quedaremos con tu habitación y tú te trasladaras a la de tu hija, donde compartiréis habitación, habría que comprar una cama más grande, todas las faenas de la casa, a no ser que diga lo contrario, serán solo cosa de vosotras dos, por lo que cuando Triana no este, solo estarás tú para todo, ahora podéis hablar.
-Cama no tendríamos que comprar AMO, podemos traernos la de mi casa.
-Jajajaja, no me refiera a eso.
Me gusto que las tres a la vez soltaran una carcajada.
-Triana. -Yo soy la menos indicada SEÑOR, primero porque estoy a prueba, y porque esta casa es de mi madre, pero para mí sería un sueño.
-Amparo. -Le dije que soy suya, que por usted hasta dejaría mi trabajo si me lo pidiera, así que ya sabe mi respuesta.
-Jajajaja, yo ya le he respondido con la cama, jajajaja.
-Está bien, coge las llaves del coche de tu madre y trae mis maletas, mientras ella empieza a sacar sus cosas de mi dormitorio, y coloca las mías y cuando las traigas, nos preparas un café a mí y a tu AMA lo que ella desee, vuestra AMA y yo vamos a descansar un rato -me iba a venir bien, para bajar un poco mi excitación, aunque era difícil con estas tres-.
-Triana. – ¿Un té AMA?
-Si PERRA.
Me gustaba y mucho ver sus caras de felicidad, de deseo de servirme, mientras madre e hija hacían lo que les ordené, Olga y yo nos sentamos, aunque me senté en el sillón, el sofá estaba empapado de la corrida de Triana. Cuando Triana nos sirvió el café, pidiéndome permiso se sentó en el suelo junto a mí, tomándose ella una infusión al igual que su tía, mientras sentíamos a Amparo mover sus cosas de un dormitorio al otro, cuando sonó el teléfono de Olga.
-Es mi madre AMO.
-No tienes que darme explicaciones a cada paso que des Nena, contéstale.
Se levantó del sofá y hablando con su madre salió del salón.
-Triana. – ¿Puedo hablar SEÑOR? -asentí-, ahora que no me escucha mi tía, mi abuela es una hija de puta, mi madre nunca le ha caído bien, y siempre le ha puesto las cosas muy difíciles, creo que la única que se ha alegrado de la separación ha sido ella.
-Me alegra que me lo hayas contado, así sabré a qué atenerme y cómo actuar con ella.
-Triana. -Sé que ella no ha tenido nada que ver con la separación, porque en eso sí que le puedo asegurar que mi padre siempre se lo ha recriminado.
-Los motivos de tu madre ya los sabemos, y los de tu padre, puede que llegué el día o no, que lo sepáis o sepamos, pero que lo deseaba sí que estoy seguro, solo que no se atrevía a dar el paso, quizás porque aún quiere a tu madre y eso es muy respetable.
En ese momento volvió a entrar Olga y no traía buena cara, lo que me hizo saber, sin que me dijese nada, que lo dicho por Triana era cierto.
-Ya te ha dado el día tu madre ¿no?
-Un poco, PERRA vete a ayudar a tu madre y no se os ocurra aparecer hasta que MI AMO o yo os llamemos.
-Triana. – -Sonriéndome sin que su tía se percatara-, si AMA, ahora mismo.
-Espero no haberme sobrepasado AMO, pero mi sobrina no tiene que enterarse de ciertas cosas.
– ¿De qué cosas Olga?, ¿de qué tu madre acaba de poner a parir a su madre?, -su cara pasó de enfado a asombro, ¿de qué le echa la culpa de todo?, ¿y que nunca ha tenido una palabra buena hacía ella?
– ¿Cómo sabes eso?, ¿te lo ha contado Amparo?
-No, Amparo te respeta mucho, más de lo que piensas, me lo ha dicho Triana, tiene 25 años y de tonta tiene poco.
-Eso no es todo, viene ahora para acá, no te voy a decir lo que me ha dicho de mi hermano y de ella, pero eso de que la casa se la quede ella, como que no le ha gustado, y viene con ganas de pelea…
– ¿Sabe que estas aquí?
-Si, por eso me ha llamado, me ha pedido que me lleve a Triana.
-Triana, Amparo, venid.
Las dos aparecieron al instante, se fueron a poner de rodillas…
-No, tu suegra y abuela, viene para acá, y por lo que me ha contado Olga, viene en plan guerrero, así que cuando llame vosotras dos os vais a meter en mi dormitorio, y Amparo se quedara aquí, así que ponte la camisola de antes.
-Amparo. -No creo que llame, tiene llave…
-Es lo de menos, desde aquí se ve la puerta.
-No conoces a mi madre AMO, cuando explota no mira quien esta delante.
-Me da igual, otra cosa que podemos hacer es que cojo la puerta y me voy, pero no voy a consentir, nunca lo he hecho, que a mis sumisas nadie las denigre, así que decide…
-Por favor AMO, perdóneme, no era esa mi intención, sabe que usted está por encima de todo y todos.
-Triana. -Está entrando SEÑOR.
-Iros dentro, y oigáis lo que oigáis no se os ocurra salir hasta que yo os llame.
Las dos a la vez asintieron y salieron mientras que Amparo se ponía la camisola, coincidiendo con el sonido de la puerta de la casa al abrirse.
-Nani. -Hola Ampa…
Al verme sentado en el sillón de su hijo se quedó parada y sin saber que decir.
-Amparo. -Hola Nani -así supe su nombre-.
Me quedé impresionado, como luego supe tenía 66 años, que a su hijo lo tuvo con 15 años, con un hombre que le llevaba 20 años, cosas de antes, se le notaba que se cuidaba en exceso, casi no se le notaban arrugas, morena, muy morena, con los ojos negros, casi igual de alta que yo, pelo largo y negro recogido en una cola, ni gorda ni delgada, pechos medianos, y un buen culo, todo esto lo pude ver cuando se quitó el abrigo quedándose con un vestido de lana negro de cuello vuelto, que le llegaba a las rodillas, unos leggins negros, pensé que calcetines negros y zapatos negros de tacón más bien bajo y grueso, maquillada con suavidad, sabía cómo hacerlo, resaltaban aún más sus ojos grandes y negros.
-Hola Nani, soy Raúl, la pareja de Olga, ella se ha ido de compras con Triana.
-Nani. – -Casi con desprecio-, muy bien, pero me gustaría hablar a solas con mi nuera.
-Triana. – -Sorprendiéndome y mucho- lo que tengas que decirme lo puedes decir delante de Raúl, está al tanto de todo.
Eso fue abrirle las puertas del chiquero al toro…
-Nani. – ¡¡¡No sé lo que sabe ni me importa, y ni se te pase por la cabeza que te vas a quedar con la casa solo con seguir pagando la hipoteca, y menos que el dinero lo repartáis a partes iguales, porque si mis hijos son tontos, yo no, así que…!!!
– ¡¡¡Espera!!! -alzando la voz mucho, levantándome y acercándome a ella, lo que la descolocó e hizo que se callara-, como quieras tratar a tu hijo es cosa tuya, pero ya te estas disculpándote ante mí por como acabas de llamar a Olga.
-Nani. -Yo no tengo que disculparme ante nadie y menos ante ti que no te…
No terminó, sin que se lo esperasen, le solté un bofetón y la cogí de la cola, vi la cara de terror de Amparo y de estupor en Nani.
-Quien coño te crees que eres PUTA, para venir a esta casa a faltarle al respeto -sin soltarle la cola y hablándole con un tono bajo pero firme- a tu nuera, a tu hija y lo que es peor a mí, ahora te voy a soltar, vas a coger el abrigo y te vas por donde has venido, o el bofetón no va a ser nada para lo que te voy a dar.
La solté y dejé que se recompusiera…
-Nani. -Que te crees tú eso, de aquí no me voy hasta que venga mi hija, te vas a enterar, te voy a denunciar hijo…
Sinceramente, es la respuesta que esperaba, la volví a coger del pelo y la arrastré hasta una silla, me senté…
– ¿Te crees que bromeaba? Ahora te vas a enterar quien manda aquí…
Observé como miraba a su nuera, pidiendo ayuda, y ahí fue cuando se dio cuenta de que lo iba a pasar mal, Amparo tenía una sonrisa de oreja a oreja. De mala manera y con fuerza, la apoyé sobre mis rodillas y sin cortarme, le subí el vestido y no sin trabajo, la tuve que levantar un poco, le bajé los leggins, llevándome la sorpresa de que no llevaba nada, ni bragas ni tanga…
-Cuando estés dispuesta a disculparte levanta la mano…
Con fuerza, con ganas y rabia empecé a azotar un culo duro para su edad, supongo que de horas de gimnasio, cuando pensaba que la vieja era dura y no iba a levantar la mano, sentí como se le escapó un gemido y como se mojaban mis pantalones, levanté mi mirada a Amparo, que también se había dado cuenta de cómo su suegra se acababa de correr. Le di un leve empujón que la hizo caer al suelo, donde se quedó acurrucada y avergonzada. No le quería dar tiempo a pensar.
-¡¡¡En pie!!! -cogiéndola de la cola, y poniéndome de pie, la ayudé-, ¿Qué ha sido eso?
Todo ella era un poema, sus ojos llenos de churretes, los leggins en los tobillos, aunque al levantarse se le bajó el vestido.
-Nani. -Lo siento SEÑOR -bajando la cabeza-, hacía años que…
Se dio cuenta de su error y dejo de hablar.
– ¿Desde que murió tu marido? -fue un tiró al aire-, te tenía a raya, jajajaja.
-Nani. – -Sin levantar la cabeza-, así es SEÑOR, yo antes de su mujer era su esclava, el me compró con 14 años a mis padres.
Me descolocó esa confesión, pero reaccione y no queriendo que reaccionara…
-Ya me contaras tu historia PUTA, ahora desnúdate…
Sin levantar la cabeza, no sé si por obediencia o por no cruzar su mirada con su nuera, se sacó el vestido, dejando un bonito sujetador blanco, que al sacárselo, dejo aparecer unos pechos operadísimos, se mantenían a la perfección, con unos pezones duros, tiesos, se sacó los zapatos y se quitó los leggins arrastrando a la vez los calcetines de media que llevaba. Me desabroché los pantalones y me los bajé junto al bóxer…
-Chupa, ahora se a quien le ha salido tu hija, jajajaja.
Después de mucho rato con la mirada al suelo, al oírme la levantó, demostrando sorpresa, pero eso no evito que arrodillándose y sin usar las manos, que llevó a su espalda, se metiera mi polla ya dura en su boca, demostrándome que tenía experiencia, mucha. La dejé hacer, sin tocarla, dándome cuenta como en la puerta del salón estaban Olga, con cara de circunstancias y Triana con una sonrisa de triunfo.
-De rodillas junto a tu suegra PERRA.
Con una sonrisa de victoria, se sacó la camisola y andando a cuatro patas se puso a compartir mi polla con su suegra, que ni se sorprendió ni inmuto, estaba muy bien educada, cuando vi que me iba a correr…
-Ni se te ocurra tragártela, la quiero en tu boca, VIEJA.
Soltando un bufido de placer, me corrí en su boca, viendo como hacía malabares para no tragársela, no pudiendo evitar que algo se le derramara.
-Compártela con tu nuera VIEJA.
Se giró hasta esta y separando sus manos de la espalda las llevó a la cara y con ganas mezclo mi corrida y sus babas con ella… no pudiendo evitar volver a correrse, su cuerpo tembló y se le escapó un gran gemido amortiguado por su boca que estaba en la de su nuera. Me senté, observando como ella recuperaba su posición de rodillas, con los talones pegando a su culo y las manos atrás, siendo imitada por Amparo.
Olga y Triana, hicieron intención de entrar, pero con la cabeza les dije que no, así que las dos volvieron a quitarse de la vista de Nani, mientras está seguía con la mirada al suelo.
-Tienes dos opciones, la primera, que es la que te aconsejo, es que te levantes, te vistas y salgas por esa puerta y aquí no habrá pasado nada, eso sí, desde ya, a todos nos trataras con respeto, empezando por Amparo, y la segunda pasas a ser mi esclava, y por supuesto de quien yo diga, sin preguntas, y a la primera negativa o al primer no, perderás todo tipo de relación con todos, incluida tu hija, que te aseguro que lo hará.
-Nani. – ¿Puedo hablar SEÑOR? -asentí-, he sido esclava toda mi vida, serví a mi AMO, que como marido solo actuaba delante de mis hijos, hasta que murió, aunque los últimos cinco años que estuvo enfermo y los cinco que llevo viuda, hasta hoy no he vuelto a correrme, ni masturbándome había podido llegar, así que seré lo que usted desee, estoy bien educada, mi AMO me enseñó, me guio…
-Tu AMO ahora soy yo, sin perderle el respeto, a partir de ahora solo existo yo.
-Nani. -Si AMO.
-Llama a mis otras dos sumisas.
No hizo falta que lo hiciera, ambas entraron por la puerta a cuatro patas, notando que no tanto por su hija, porque ya lo imaginaba, y si por su nieta, se sorprendió.
– ¿Sorprendida?, habla con sinceridad.
-Nani. -Por mi hija no, por cómo me habló usted, lo deduje, pero por mi nieta si un poco, sabía que estaba enamorada de mi hija -a las tres se le escapo un oh-, pero pensé que era lesbiana, no sumisa.
-Jajajaja, acabas de descubrirle a tu hija el secreto de tu nieta.
Está situación y ver a las cuatro, hicieron que volviera a empalmarme.
-Ya que todos estamos de acuerdo, quiero que las tres seáis testigos de cómo desvirgo el culo a la única que queda.
A Triana, que tenía una cara de perra salida, se le ilumino la cara…
-Triana. -Gracias SEÑOR, he soñado con este momento.
-Nani. – ¿Puedo hablar AMO? -asentí-, yo he sido usada por mi marido -me gustó que ya no usara la palabra amo- y por a quien él me quiso entregar, me usaba para sus negocios -no lo dijo con resignación al revés lo dijo con orgullo-, pero jamás nadie, ni siquiera él me usaron analmente.
-No lo esperaba, y está bien que me lo hayas dicho. Prepararla PERRAS.
Sin decirles nada, sabían lo que tenían que hacer, Olga que aún estaba de rodillas, se puso de pie y cogiendo a su sobrina del pelo, la llevó al sofá, le hizo poner las manos en el asiento, sacar el culo, arrodillándose ante ella, llevó su lengua al su culo, su madre se metía debajo a comerle el coño, mientras que la que demostró más experiencia fue Nina, a cuatro patas se dirigió al sofá y tumbándose, no sin trabajo, apoyo las manos de su nieta en su cuerpo, mientras llevó su boca a unos pechos duros y unos pezones tiesos. A los dos minutos solo se sentían los gemidos de Triana, notando sus esfuerzos por no correrse. Me puse detrás de ella…
-Cómele el coño a tu madre Nena, se lo ha ganado.
Ni un mal gesto, dejó de comerle y ensalivarle el culo a su sobrina y a cuatro patas, fue al final de sofá e incorporándose hundió su boca en el coño de su madre, solo que al hacerlo se corrió, soltó un gemido y vi como ponía el suelo chorreando. Nina al ver cómo me situé detrás de su nieta, llevó sus manos a las de ella, agarrándoselas con fuerza.
-Nina. -Muerde mis pechos cariño.
En otro momento me hubiese enfadado, pero me gusto y mucho su actitud. Amparo seguía comiéndole el coño, mientras sus manos se repartían entre sus propias tetas y coño.
-A partir de ahora eres una más PERRA -sin terminar la penetré de golpe, entré en ella, en un muy estrecho pero con suerte muy lubricado culo-, aggggg, como me gusta sentirlo apretando mi polla.
-Triana. – -Cuando pudo coger aire pues al sentir mi polla, mordió con tanta fuerza uno de los pechos de su abuela- graciassss, si algo deseaba más que esto es poder llamarlo AMO, graciassss, ¿puedo correrme AMO?
-Espera, sabrás cuando hacerlo, y cuando lo hagas, lo podrán hacer las demás, ufffff.
Es el culo que más disfrute, una vez habituado a mi polla, durante un rato entre y salí de ella con fuerza, al ver los esfuerzos que hacía por no correrse aumentaban mi excitación.
-Me corrooooooo agggggg PERRA.
Fue sentir mi corrida y notar como tenía un squirt, y se meaba de placer, poniendo a su madre perdida, mientras también tenía una excepcional corrida.
Dejé que se me bajara el empalme de polla, a pesar de mi corrida, era tal la excitación que aun tardó un poco, lo que me dio tiempo es ver como Nani se había corrido en la boca de su hija, pero era tan buena su educación que no se notaron sus gemidos. Me salí de su culo, llevando mi polla a la boca de una desmadejada Amparo, que se la metió dejándola limpia, mientras que las otras tres, sin moverse de su posición, recuperaban la respiración, di dos pasos atrás.
-Vosotras dos de rodillas frente a mi sillón, Nena ven a mi lado y tú limpia el suelo, que tu nieta lo ha dejado perdido.
Tirándose del sofá al suelo, con su lengua limpio el suelo, bajo la atenta mirada de Olga y mía, cuando consideró que estaba limpio se puso de rodillas, momento que iba a provechar para mearme en ella, pero se me adelanto Olga, que cogió mi polla, apuntándola a la cara de su madre…
-Me encanta hacerlo AMO.
Sonreí y me meé en su madre, que sin quitar las manos de su espalda, hasta abrió la boca, dejando en todo momento sus ojos abiertos, cuando terminé…
– ¿Puedo AMO?
Asentí con la cabeza, y cogiendo a su madre del pelo, pegó su coño a la cara de esta, y también se meó.
Me senté en el sillón, y Olga fua a ponerse junto a su cuñada y su sobrina.
-No, tú eres tan dueña suya como yo, y también eres mi mujer, a no ser que te diga lo contrario, estarás a mi lado, pero no olvides que en cualquier momento puedo hacer que pierdas tus privilegios.
-Gracias, gracias AMO.
Nani se puso a la altura de su nieta y nuera, posiblemente de las cuatro en ese momento era la más feliz, llevaba diez años de retiro y eso en una esclava, ella era esclava, es mucho tiempo.
-Supongo que no llevar bragas es porque lo tenías prohibido ¿no?
-Nani. -Cierto AMO, en parte es una forma de recordar a mi marido, solo me permitía usarlas cuando tenía la regla, lo mismo que tener su coño -me gustó-, limpio de pelos.
-Luego iremos hablando más, ahora iros las tres a ducharos y vestiros, vamos a cenar fuera, invita la nueva.
Amparo y Triana se levantaron, pero Nani no, se limitó a seguirlas.
-Vamos a ducharnos Nena.
Ver su cara de felicidad, me hacía feliz a mí.
A los tres cuartos de hora más o menos, salimos Olga y yo al salón, encontrando a tres bellezas allí, a pesar de la edad, la más guapa y radiante era Nina, que no se había puesto los leggins, llevaba unas medias negras de Amparo.
-Ufffff, vaya bellezones.
-Amparo. -No sé si he hecho bien AMO, pero a Nina…
-Ella no es nada, llámala como quieras, menos por su nombre, mientras no diga lo contrario ella solo esta para servirnos al resto.
-Amparo. – -Con una sonrisa perversa y de victoria-, a la VIEJA le he dejado un conjunto de braga y sujetador míos, tenemos casi la misma talla, bueno las bragas casi que se las ha metido con calzador, jajajaja, pero le he dicho que es como usted nos quiere.
-Has hecho bien, vámonos que es tarde y aún nos quedan cosas por hacer.
-AMO, tendríamos que pasar por mi casa y coger ropa para mañana, mi coche como esta en el hospital no hace falta, mañana me voy con Amparo.
-No, porque mientras vosotras trabajáis, nos hará falta un coche, para Triana y para mí.
-Nina. -Puede coger mi coche, está en la puerta -dando por hecho que se iba a quedar-, yo me puedo bajar con ellas, mi oficina pilla de camino al hospital.
Al oírla, cambie de planes.
-Cambio de planes, vosotras dos coged la ropa que os vaya a hacer falta mañana, vamos a quedarnos en casa de esta PERRA.
Ninguna dijo nada, se apresuraron a entrar y coger lo que les iba a hacer falta, mientras en la cara de Nina se veía satisfacción.
-Nina. -Podemos cenar junto a mi casa, hay un buen restaurante y me conocen muy bien.
-Mejor, que es tarde, vosotras tres iros juntas, yo me voy con la VIEJA.
Al salir, vi que la vieja no tenía un coche malo, era un Tuareg. Sin pedírselas me entregó las llaves.
-Nina. -Es su coche AMO.
Estando seguro de que ella con su marido tenía alguna forma de ir en el coche…
-Ya has vuelto a tu ser, así que quiero que actúes como lo hacías, si algo no me gusta te corregiré.
-Nina. -Gracias Amo.
Abrió mi puerta y esperó a que me subiera, dando ella la vuelta y antes de sentarse se subió el vestido, descalzándose, llevando sus manos al borde del asiento y agarrándose, abriendo a la vez sus piernas todo lo que daban de si, dejando a mi vista unas bragas, ya húmedas, negras.
-Estas excitada PERRA.
-Nina. -Es mi condición AMO.
-Háblame de ti, mientras llegamos…
CONTINUARA…
Soy Amo, me encanta la dominación, me gusta tener, someter y humillar a parejas y a quien se quiera iniciar, necesitar un tutor o conocer este estilo de vida.
Mi Skype es ra_ul1967, mi correo ra_ul1967@hotmail.com y mi Telegram @Amo_Leo, hablo y respondo a todo el mundo, siempre que lo haga con respeto.
Nota del autor. Este relato como indiqué era real, y así ha sido hasta la incorporación de Triana y Nina, que aunque son personajes reales, bajo nombre ficticio, ninguna fue sumisa mía, ni de nadie que yo sepa.