Capítulo 1
Mi madre siempre me excitó mucho y hasta ahora tiene una tetas grandes muy hermosas. Pero voy a contarles desde el inicio como comenzó la atracción sexual que siento por mi madre.
Cuando era niño ella me bañaba, por lo que entraba desnuda conmigo a la ducha, obviamente no tengo idea cuántos años tenía yo cuando me comencé a bañar con ella pero si recuerdo que lo hizo hasta que yo tuve unos 12 años, edad en la que ya había comenzado a masturbarme. En ese entonces no había pornografía al alcance, no había internet y ni se me ocurría buscar desnudas en algún otro lado, pero siempre me gustaron las mujeres tetonas, por lo que puedo asociar que fue por mi madre que fue la primera mujer que vi desnuda y sus enormes tetas siempre me gustaron. Las enamoradas que tenía desde el colegio siempre fueron tetonas.
Mientras iba creciendo en la casa de mis padres ya podía ir teniendo acceso a pornografía que intercambiábamos con mis amigos del colegio, yo me masturbaba todos los días y cada vez trataba de espiarle más seguido a mi madre, no era fácil porque mi padre pasaba mucho tiempo en casa porque llegaba temprano del trabajo pero al menos lo que podía ver casi todos los días era a mi madre cambiándose de ropa y me conformaba verla en ropa interior, recuerdo bien sus tetotas tratando de salirse del brasier, esas enormes tetas blancas que se veían bien ricas con el brasier negro, ella es de estatura pequeña y tiene un cuerpo medianamente curvy pero con la cintura pequeña, la podía ver en ropa interior tanto en brasier como en sus calzones que trataban de cubrir su culo ancho y blanco mientras los pelos de la vagina se le salían por los lados.
Cuando ella ya se vestía, yo iba a mi habitación para masturbarme, eran pajas bien ricas y eso que hasta unos 18 años todavía no la había visto tener sexo.
Mi madre siempre ha sido muy atractiva, con cara bonita y luciendo más joven, amigos de ella e inclusive familiares de ella siempre la morboseaban, al igual que los amigos de mi padre. Ella siempre coqueta les seguía el juego pero no me imaginaba a ella teniendo sexo con alguien más que no sea mi padre.
Recuerdo la primera vez que escuché a mi madre teniendo sexo con mi padre, sus gemidos se escuchaban a pesar de que tenían la puerta cerrada y la mayoría de veces ponían el volumen de la televisión muy alto, seguramente para que yo no escuche, pero era inevitable, mi madre gemía tan rico que yo no podía evitar pajearme mientras la escuchaba, pero me detenía para no terminar y no tener que ir a mi cuarto a limpiarme y perderme todos sus gemidos. Siempre decía que era rico y que le meta más hondo.
Solamente el acordarme hacer que se me pare la verga y me pajee mientras escribo este relato.
Algunas veces los espié y podía ver a mi padre metiéndole la verga y mi madre con las tetotas sacudiéndose lacón cada metida de verga que recibía. Logré espiarlos en muchas poses y cuando más disfrutaba mi madre era cuando le ponía en cuatro, era increíble ver ese culo redondo en esa posición y con las tetas sacudiéndose mientras estaban colgadas.
En algunas ocasiones vi a mi madre masturbándose mientras antes de que mi padre llegara del trabajo e incluso cuando mi padre se iba de viaje por trabajo, ella se masturbaba todos los días.
Así fueron pasando los años, pero el recuerdo más excitante que tengo de ella es cuando la espiaba mientras se bañaba, esas tetotas mojadas y brillosas por el agua, los pelos de su vagina cubiertos de jabón, me excitaba tanto que siempre más pajeaba por ella.
Pero lo que descubrí con los años era que mi madre tenía varios amantes, al principio me molestaba y creo que a cualquier hijo le molestaría al enterarse pero al mismo tiempo me excitaba, pero eso se los contaré en otro capítulo.