Capítulo 1

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Ha pasado el tiempo y solo el recuerdo de esos momentos vuelven a mi mente.

Yo trabajaba instalando antenas de TV satelital y en una de tantas casas, noté que la señora, una mujer bajita, algo llenita, me observaba con cierto interés, independientemente de tener a su lado a su esposo, obviamente lo hacía con gran discreción, pero buscaba la forma que yo lo notara.

Terminé de hacer la instalación y dejar todo como debía ser. Al final les comenté que cualquier duda o falla podían llamar al call center y les envirarían a un técnico a lo que ella inmediatamente respondió. Yo quiero todo contigo, hice como si no hubiera oído esa frase con un doble sentido, su esposo distraído no se percató de ese comentario, ella continúo diciendo que como yo había hecho la instalación yo tendría que atender cualquier falla. Yo contesté que no era así, pero que tenía mi teléfono en su contrato, y si estaba en mis manos atender la falla lo haría con gusto, me retiré del lugar, pero en mi cabeza volvía a resonar esa frase, yo quiero todo contigo, y me resonaba ya que recordaba la forma en que me veía.

Pasaron unos días y el teléfono sonó, era ella que me decía que tenía problemas con el servicio que no se veía, que necesitaba que fuera, yo le comenté que si ya había marcado a call center, a lo que ella me dijo que no, que yo tenia que ir, puesto que yo había hecho la instalación. Accedí a ir al siguiente dia por la mañana.

Ella tenía tres hijos dos pequeñas como de 6 y 8 años y un adolescente como de 18.

A la mañana siguiente yo acudí de forma normal si pensar en más, solo en arreglar ese problema. Llegué toqué, abrió la puerta, ella vestida de forma similar al primer dia, pantalones mezclilla y un playera, nada inusual. Lo que pude notar es que se acababa de bañar, puesto que traía el cabello aun mojado, subí a su habitación ya que ahí se encontraba la televisión y el decodificador que había instalado. Lo revisé y en la parte de atrás note que un botón estaba en la posición incorrecta y se lo hice saber, le comenté que solo era eso que todo estaba bien, que alguien lo había movido. Y ella me miró con esa mirada pícara y me dijo, la verdad lo moví yo a propósito porque quería que vinieras, si te habrás dado cuenta que me gustaste desde que viniste a instalar, yo me quedé sin decir palabra. Solo pude decir que la falla ya estaba corregida y que me retiraba del lugar. A lo que me dijo, quédate un poco más te sirvo un café. Yo le dije que tenía poco tiempo y necesitaba continuar con mi trabajo y además su familia podía llegar y no estaba bien que estuviéramos solos tomando café. Y ella me dijo mi esposo esta de viaje por trabajo, llega en dos días, mi hijo en la prepa llega hasta después de la tres, en ese momento eran 10 y media, y mis hijas voy por ellas a la primaria a la una y media porque salen a las dos.

Ella notó que deseaba salir de ahí y no era por huir de esa oportunidad sino por el peligro a ser descubierto.

Ella me dijo en tono decidido y sin que pudiera poner excusas, algo que no me esperé tan directo y en forma de mandato.

No me voy a quedar con las ganas, así que bájate el pantalón y ella frente a mi se quitaba también el pantalón y la pantaleta yo sin pensarlo me voy a quedar con las ganas, así que bájate el pantalón y ella frente a mi se quitaba también el pantalón y la pantaleta yo sin pensar me bajé el pantalón y el boxer, ella también se quitó la playera y el bra, quedó totalmente desnuda y me dijo acuéstate en la cama, yo me exite al verla de forma inmediata y mi pene se paró y se puso bien duro, me acosté en su cama y ella se subió gateando desde mis pies y llegando su cara a la altura de mi pene y de forma inmediata lo metió en su boca lo mamó como toda una experta, fue muy corto ese tiempo, fueron como cinco mamadas pero bien hechas y firmes.

Continuó subiendo, creo que su excitación era tanta que le urgía tener mi pene dentro de ella. Se puso sobre mi sentada sobre mi pene y lo tomó, lo dirigió a su vagina y se dejó caer en él, provocando que mi pene entrará hasta en fondo en un solo movimiento, como una estocada, pude ver su rostro que se transformó al sentir su vagina ocupada al habérselo metido vigorosamente, pude ver su boca que se abrió y exclamó un gemido único haciendo su cabeza hacia atrás, ahí estábamos haciendo su fantasía realidad, colocó sus manos en mi pecho y comenzó una danza exquisita con los movimientos de su cadera, yo mirando desde abajo, ella con los ojos cerrados, y dejando salir de su boca esos gemidos excitantes, yo extendí mis brazos y agarré firmemente sus pechos, eso hizo aumentar su excitación, los aprisionaba como queriendo exprimirlos, ella no dejaba de mover sus caderas, dándole a mi pene una soberbia masajeada con las paredes de su vagina, de pronto sus manos aprisionaron mi pecho su cabeza la inclinó hacia adelante, su espalda se curvó, y un excitante gemido se escuchó en la habitación, juraría que hasta en la calle se escuchó. Se quedó así en esa posición disfrutando de su intenso orgasmo. Poco a poco fue recuperándose, su cuerpo se relajaba lentamente, tomó un respiro y dijo ahora quiero que te vengas dentro de mí y comenzó a mover su cadera aún mas fuerte hasta que hizo que mi pene eyaculara con chorros a presión dentro de su vagina. Quedamos un momento así y ella se retiró y se recostó, en silencio los dos y ella dijo, no me equivoqué contigo, desde que te vi sabia que me harias explotar de placer como nadie, esas palabras alimentaron mi ego, ella se incorporó y se comenzó a vestir al tiempo que yo hacía lo mismo.

Ya vestidos me llevó a la puerta me dio un beso y me dijo en un susurro, gracias por venir fue hermoso, yo salí de su casa como ladrón que no quiere ser visto, pero con una cara de satisfacción.

Continuará

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