Para entonces empecé a sentir una gran cantidad de flujo sexual que salía de su cuerpo, llenando mi cara del producto de su excitación. Bebí con deleite los jugos de su cuerpo mientras percibía el afrodisíaco olor de su vagina.
Entonces cambiaron de posición, yo estaba con mi cuerpo inclinado y comencé a mamar la verga del chico mientras sentí entonces como me entraban en el culo los 23cm del hermano de mi padre.
Héctor todavía tenia su pija dura y lista para penetrar, el se movía por el cuerpo de mi mujer con una destreza increíble, en un momento ya tenia la grandísima pija en la cara de caro y le daba vergazos en la cara, ella reía e intentaba agarra ese vergajo con la boca pero era demasiado grueso, así que se ayudó con una de sus manos y se lo engulló difícilmente hasta casi la mitad, el se movía rítmicamente y de vez en cuando se la sacaba para darle mas vergazos en la cara y el cuello, ella reía a carcajadas y volvía a coger el vergajo para engullírselo.
Me pidió que me corriese en su boca y lo hice, lo cual me excitó aún más de lo que ya estaba y eso era difícil. Se tragó todo mi semen sin dejar gota alguna. Siguió chupándomela hasta que me corrí una 2ª vez, y yo estaba ya en el séptimo cielo.
Los días se hicieron semanas, y las semanas se volvieron meses y el pobre seguía sin encontrar trabajo por mucho que lo intentaba a diario. La economía familiar estaba destrozada y nuestras deudas empezaban a ser preocupantes.
Cuando se venía para acabar, ella lamió a Claude en su esfínter; al turno de Ives puso las manos en la verga de este para que descargara en ellas, luego bebió la leche del chico y acabó con un gritito.
Miro arriba, su mano ha bajado el escote y se acaricia las tetas, se está corriendo suave, profundamente, siento su gozo, con un arqueo del cuerpo entiendo que se acaba de correr, es mía para siempre pero yo aún no he gozado.
Le comencé a meter mi pene en su ano el cual mi lengua había penetrado que rico fue mientras yo me balanceaba hacia delante ella lo hacía hacia atrás, quería que se la enterrase en el fondo de su esfínter,
Los dos tíos (Javier y Jaime, yo me llamo Antonio) se acercaron a ella y empezaron a sobarla por todos lados, las tetas, le bajaron los pantalones y le metieron mano hasta hartarse, mientras se turnaban para besarla en la boca o ir lamiendo su coño de forma alternativa.
Ella, que sabe lo mucho que me excito al verla con esa ropa, le puso la guinda al pastel, cuando, ya en el coche, se acomodo la falda al sentarse y me mostró, la muy picarona, que esa velada llevaba puestas sus braguitas negras de cordón mas finas, aquellas que apenas si le tapan nada por delante, y absolutamente nada por detrás.
Mas tarde compartía en charla con ella la experiencia de las sensaciones que la felatio me había dejado, cuando se me ocurrió la idea de la penetración anal y se lo propuse, descubrí que ella nunca lo había practicado al igual que yo, ella acepto de buena manera y adivine un brillo en sus ojos.
Yo notaba como aquello le producía un gusto enorme, por fin metí todo aquel trozo de su cuerpo en mi boca, notando el glande en mi paladar y fue el momento en el que no pudo aguantar más y se corrió con fuerza en mi boca.
Me parecía que me estaba partiendo en dos y comenzó a culiarme suavemente, pero luego acelero los movimientos haciendo que gimiera de gusto. A pesar del dolor también sentía placer y comencé a jadear , lo que hizo que el ruso culiara aun más rápido y decía palabras en que supongo eran en su idioma, mientras me llenaba el culo con su semen caliente.
Como pude me lo metí en la boca y se lo mame por un rato, y luego hizo que me parara y me bajo los pantalones y comenzó a mamarme el culo, haciendo que gimiera mientras él se masturbaba suavemente.
Sé que recibiréis a mi mujer con los brazos abiertos y que pronto será una más de la familia, ella es muy amable y aunque no tiene ni los estudios primarios, tiene mucha ambición.
Así que me marche con Paco en el avión sin decirle nada, sabiendo que mi cara y mi actitud eran de sobra elocuentes, y que cuando ella hablara con Jenny esta entendería lo que pasaba por mi mente.
Hacía varios años que no pasaba tanto tiempo en la finca, dado que prefería disfrutar del verano en la playa con los amigos, pero dado que tenía que terminar de una vez la carrera, me propuse aislarme del mundo por unas semanas.
Esa noche Aurora entró a su recámara a dormir, se cambió de ropa y se acostó; de rato llegó su mamá y le pidió que durmiera con ella, contestando Aurora, que mañana porque estaba cómoda en su cama; la mamá se retiró cerrando la puerta.
Pero antes le comí un rato más el culo, al igual que él metí un dedo, y luego dos, y luego tres, quedé extrañado de lo bien que lo recibía....el cabrón se retorcía.
La agente, con una sonrisa satisfecha, se tomo con bastante tranquilidad lo de ponerse la camiseta de nuevo, mirándonos con cierta insolencia mientras se abrochaba los botones. Sin importarle nada, al parecer, que tanto su compañero como yo vieramos de nuevo sus pechos desnudos...