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Éxitos de bar

Desde que estábamos en ultimo año uno de los hobbies que más a menudo realizaba con mis amigas del colegio era ir a los bares a conseguir muchachos, así tuviera novios respectivamente, solo buscábamos una aventura y nunca pasábamos de un buen filtreo.

Con Paula

Le pedí que por favor se arrodilla e se apoye en mi cabeza, dejando su sexo en mi boca... y le chupé la concha hasta que su flujo inundó mi boca, su clítoris había crecido y sobresalía de sus labios... parecía un pene de un niño... ella estaba tan sorprendida como yo; - Nunca se me puso así.

Felicidades III – Final

Estaba yo sentado mas o menos en mitad de la cama, con Lorena lamiéndome el cipote con gula y veneración, mientras uno de mis amigos la enculaba con energía, cuando su hermanita se deshizo de los dos chicos con los que había estado haciendo un sándwich, dejándolos agotados en un rincón de la cama.

Felicidades II

Lo cierto es que su novio, que venia de lo mas excitado ante la perspectiva de lo que iba a suceder, en teoría, se quedo muy sorprendido al ver el desastroso estado en el que le recibió Lorena, que aun no había terminado de recuperarse del todo de lo que había acaecido anteriormente.

Como cada mañana

Como cada mañana dejaré que una mano permanezca posada sobre su montículo divino, ardiendo con el calor y las sensaciones que se desprenden bajo su palma, mientras que con la otra mano empezare a subirle el camisón desde las rodillas... como cada mañana.

Felicidades I

Ella aun estaba medio sentada medio de rodillas junto al sofá, con una mano apretando su conejito por encima de la minifalda, señal inequívoca de su deseo insatisfecho y una turbia mirada de pasión en sus ojos.

Excursión por la montaña

Me estire de espalda a el, buscando unos instantes de caricias, quería que su boca acariciara mi espalda, que sus dedos la recorrieran y no me fallo, sus manos sus labios, su pene recorrieron toda mi espalda, me obligaron a estremecerme una y otra vez, sus dedos acariciaban mi nuca, al final no pude mas y me gire, mirando al cielo que empezaba a recibir las primeras luces del día.