En la mansión de un empresario se celebra una fiesta a la que acuden importantes hombres de negocios y que será adecuadamente amenizada
Yo empecé a notarme nerviosa pero a la vez excitada cuando a uno de los comensales se le cayó una copa de vino en el suelo y sin recordar que llevaba una falda muy corta, me agaché sin doblar las rodillas y enseñé mis glúteos hacia los cuales se dirigieron todas las miradas.