Safari en Kenia I: Ricardo
Ricardo hizo un par de llamadas a unos amigos y rápidamente quedó de acuerdo con ellos con respecto a lo que necesitaba, seguidamente nos encaminamos a su apartamento, los dos íbamos excitados y en cuanto penetramos en el ascensor nos abrazamos y besamos furiosamente, cuando entramos en el apartamento ya estaba semi desnuda, menos mal que no nos encontramos a ningún vecino, se armaría un escándalo. Ricardo era de una fogosidad inaudita y yo no lo era menos, los dos nos compenetramos a las mil maravillas y cuando nos lanzamos a una relación sexual somos como dos animales en celo.