Tras una maravillosa noche comparten una preciosa mañana de primavera
Con la fusta en una preciosa bolsa, ecológica de papel reciclado, estrecha y larga como la propia fusta, salimos a la calle y seguimos curioseando escaparates, su brazo pasa por mis hombros mientras yo me he ligado a su cintura, el aire primaveral recorre mis piernas, hincha ligeramente la falda, lo noto entre mis piernas, acariciando mi vello púbico, enfriando mis calores.