Esta mañana, cuando desperté sola sobre mi cama, tu olor aún permanecía en ella y sin abrir los ojos, aspiré profundamente tu aroma. Al estirar mis brazos para aferrarme a la almohada, noté que había algo sobre ella, una nota.
Puso un cojín debajo de mi estómago y separó mis piernas. Comenzó una chupada antológica de ano. Me folló el agujero con su lengua, que no sé cómo endureció y parecía una pequeña polla que me jodía placenteramente.