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Fantasías premonitorias entre dos antiguos compañeros de master

Yo mientras tanto, estaba besando y lamiendo sus pechos, dedicándole especial atención a sus pezones que estaban completamente erizados, mientras con las manos ya había accedido a su coño y comenzaba a acariciar un sexo que se encontraba totalmente empapado. Con el dedo anular localicé el clítoris y una vez hallado empecé una suave caricia mediante movimientos circulares que hizo que se arqueara y gimiera de forma maravillosa.

Discoteca

Cuando me dio la mano y me dijo "vamos a bailar" yo le dije que si, pero me dio la impresión que habría sido inútil decir que no, puesto que el ya me arrastraba hacia la pista. Nos pusimos a bailar en un rincón de la pista, estaba llena, ya dije antes que era una disco pequeña, así que estábamos bailando bastante cerca el uno del otro.

Una hermosa madura

Primero le di unos lengüetazos y luego le metí un dedo para prepararla, pero se adaptaba muy bien, así que no iba a haber problemas. Acerqué mi pene y le fui metiendo lentamente, mientras ella levantaba la cabeza, cerraba sus ojos y gemía nuevamente…

Tácticas de guerra, el padre y el hijo

La mano que tenia libre se deslizo por mi oído bajando por mi mentón, siguiendo por mi cuello y descendiendo aun mas por mi pecho; el beso seguía, no quería que terminara. Nuestras respiraciones comenzaron a agitarse, mis manos aprisionaron su cabeza por la nuca para que no se separara, los labios se rozaban, las lenguas chocaban. Mis manos bajaron a su pecho y buscaron los botones de la camisa, los cuales cedieron a los suaves movimientos de mis dedos, uno por uno.

Mónica y el director X – Una ardua negociación

Hasta llegar al área cercana de sus rosados pezones donde no se detuvieron si no que llegaron hasta el punto donde volvían a desparecer bajo el encaje., para volver lentamente sobre su camino bordeando la áspera tela de las costuras., rozándola nuevamente con las yemas de sus dedos para ocasionar que de inevitable manera, los pequeños capullos comenzaran a surgir al contraerse la piel de circundante de sus pezones.

La primera vez que hice el amor con una compañera de trabajo

A lo cual antes de mi respuesta sentía su aliento en mi mejilla derecha y ya no pude conversar, me sentía excitado mi verga se empezó a endurecer y a notarse através de mi pantalón, la verdad no se si ella lo noto pero pareció no importarle y me seguía preguntando cosas triviales y yo ya solo respondía lo necesario en un momento terminé mi bebida y coloque mis manos en el volante para tratar de que ella quitara su cara de mi hombro

Con el socorrista

Sus manos se dirigieron a la cintura de su bañador, pero viendo mi mirada ansiosa se dio la vuelta y se lo bajó enseñándome su magnífico trasero, lampiño como el de un bebé. Estaba deseando verle la polla y esperaba ansiosa a que se diera la vuelta.

Una absurda escena de celos

Te veo de nuevo y veo tus largas piernas desnudas sobre la cama, tu pecho recostado sobre la almohada, me hace desearte mas, tus ojos están cerrados, como desearía ver el verde oscuro de ellos recorriendo mi cuerpo, y esas manos grandes y fuertes que ahora se esconden deslizándose bajo mi ropa... creo que mejor voy a ducharme.

Mi carita de ángel

Notaba como no cesaba de mirarme, como me estudiaba tanto como a los papeles que tenía delante.... cada vez su mirada era mas penetrante, ya no sabía qué hacer, dónde esconderme, fue entonces cuando pensé en que tenía que acercarme a su mesa... lo hice, me levanté y lentamente me dirigí donde ella estaba, me senté a su lado, se acercó a mi y me dijo algo al oído...

La fiestecita de los viernes

De repente la hizo parar y me dijo que deseaba pasar con ella un rato al dormitorio. Me preguntó si tenía inconveniente y respondí que no, que esperaría un rato mientras hacían sus cosas y después me incorporaría a la fiesta. Se levantaron cogidos de la mano y Silvana, tras darme un casto beso en la mejilla, le condujo hasta nuestra cama.