El güero Francisco
Me quitó el vaso de la mano y lo puso en una mesita donde ya había puesto el de él y me volvió a abrazar y nuevamente me empezó a besar, yo me dejé llevar, me entregué totalmente y deje que todo siguiera su curso, me desabrochó la camisa y me la quitó, luego sin dejar de mirarme me volvió besar, y luego se desabrochó el pantalón y dijo que le lastimaba la panza por la posición en que estábamos, me empezó a acariciar el pecho, jugueteando con mis tetillas y pasando su mano por mi vientre.