Perfiles I
Lo percibí en la mañana cuando nos despedimos. Su vestimenta , su forma de caminar , su mirada, sus labios, todo en ella me parecía sugerente y liberado. Casi no habíamos hablado y no se si era necesario porque toda nuestra conducta silenciosa era un lenguaje de signos evidentes que solamente las dos entendíamos sin hablarnos y sobre todo lo que nuestros ojos reflejaron , al bajar ella de mi automóvil frente a la Universidad y decirme que al día siguiente tenia que marcharse.