La historia de como mi madre y yo nos convertimos en eso, Las Putitas de la Casa, en la fiesta de cumpleaños de mi hermano.
Salí a comprar un bombillo, un hombre me abordo haciéndome la conversación y en cuestión de tres días, me tenía en cuatro follandome.
Tras ver a mi primo coger con su novia, en nuestro viaje navideño anual me volví toda suya.