La experiencia de gozar con Katherine continua en mi cama. Nos entregamos la una a la otra, dejándonos llevar por el palpitar de la sangre y la desnudez. Termina de descubrir lo que ocurre en nuestra intimidad como mujeres lesbianas.
Todo comienza en la sala de cine de un teatro. La oscuridad me permitió manosear a Katherine a mi gusto, tal como ella lo revela en este relato en primera persona. Descubre más sobre cómo de ese escenario nos fuimos a gozar en las sabanas de mi cama, viviendo una tarde fantástica de mucho placer