Hombres despiadados someten y moldean chicas con dolor y placer extremo. Entre azotes, sumisión y entrenamientos retorcidos, las mujeres son atrapadas en una red de control absoluto, entregándose sin remedio a sus deseos más perversos.
Alina se despierta en la habitación de su nuevo papi, Rowan, quien le dice que de ahora en adelante, ella es de su propiedad y le da su primer castigo por portarse mal.