Mis primeras, únicas y deseadas experiencias gays con mi primo, en la playa, a espaldas de mi familia.
Cuando termine el colegio y por razones de estudios me tuve que mudar a casa de mis tíos, así me cogí a mi tía.
Un encuentro casual en la calle, cuando ella esta muy excitada la lleva a una aventura muy particular.
Las ladronas, una de ellas con una camisa y una falda de color celeste y la otra con un polo también azul y un pantalón oscuro.
En un campamento en Granada pruebo por primera vez dos pollas grandes al mismo tiempo.
Aquel inolvidable verano cuando le quité el sujetador y aparecieron dos hermosas tetas blancas con pequeños pezones rosados.
Aquella verga si conseguía entrar en mi culo, me iba dejar reventado, era como si te meten el puño en el culo.
Siempre me había gustado imaginarme de gogo y ahora en la despedida de soltero tenía la oportunidad.
El verano que nunca olvidaré fue cuando cumplí los doce años, mi prima me enseño más de lo que pude imaginar.
Historia que vivió un lector de mis relatos, el cual me escribió pidiendo si podía escribir sus recuerdos de cuando fue desvirgado.