Era una mañana en el metro de CDMX línea rosa, en ese tiempo suspendieron varias líneas así que esa línea siempre venía muy llena, eran las 7 de la mañana y yo chica de 27 años complexión media, blanca pechos y nalgas grandes me subí, había mucha gente pero enseguida note como un señor aproximadamente unos 45 años me comenzó a tocar las nalgas, siempre me ha gustado que me toquen, se me hace entretenido el viaje pero estaba muy caliente, como dije nada me comenzó a tocar con más confianza las nalgas, no dije absolutamente nada al ver que no me molestaba me metió la mano por arriba del pantalón y me comenzó a meter dedos en mi vagina y culo, lo hacía tan rico y yo estaba tan caliente que no me importo que la gente nos viera, yo estaba muy mojada y él con una increíble rapidez metía y sacaba sus dedos, sentí su pene pegado a mi y yo solo me deje llevar por tremenda manoseada, la gente bajo y se acomodo metió la mano enfrente de mi vagina y siguió metiendo los dedos, la gente no podía creer que me dejara tocar por un desconocido pero estaba tan excitada que no me importó, comenzó a masturbarse empujando su pene en mi culo, solo un quejido y yo me fui a sentar ya que ambos habíamos terminado, todos los días espero que me vuelvan a tocar de esa manera.