Últimos relatos eróticos:

Sin límites III: Paola

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Me fui acercando lentamente. Ella se fue calmando, pero su vista bajó y notó el bulto de mi entrepierna. Pude ver su cambio de actitud, de asombrada a complacida, y decidí continuar adelante.

Marita

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Dentro de los temas que tratábamos en nuestras loras, era de actualidad música y sobre todo cine, y esa fue la excusa para un día invitarle de mi parte al cine lo dije como jugando pero me acepto y sería la primera vez que salíamos después del trabajo.

Basado en un hecho real II

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Atraje a Raulito con suavidad, con cuidado, no quería, pero con tantos ruegos y promesas de que no le dolería y que se sentía rico, fuí venciendo su resistencia y se puso de cuclillas encima de mi, poniendo el ojete del culo en la punta de mi verga, y comenzó a bajar con sumo cuidado...

Un grupo de amigos que practican intercambio y disfrutan todos juntos

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Fue complicado ya que su agujerito ofrecía resistencia pero una vez dentro fue fácil iniciar el ritmo, su cara reflejaba una especie de dolor y placer, yo notaba una presión fuera de lo común en mi polla, pero es que su culo se cerraba entorno a mi polla, ya no pude aguantar mas y me corrí dentro de ella una sensación de placer recorrió todo mi cuerpo.

Mi vida en Londres II: en la cúpula del placer

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En esa posición yo tenía la polla de Dick frente a mí, oscilando de arriba a bajo y totalmente dura y maravillosa. Así que mientras Harry me preparaba por detrás, yo empecé a entretener a Dick por delante, lo que a él le encantó, claro.

Rebelión

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Se temía lo peor, y preguntó quién era y ese personaje le respondió que era un sorpresa y que abra enseguida. Juan obedeció llevado por esa voz de ángel que acababa de oír; se encontró con "una chica diez", la chica y la situación que todos los jóvenes pajilleros habían deseado y seguirán deseando.

Mi primera vez

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Me viro boca abajo y comenzó a acariciar la espalda, me daba mordiscos y me pasaba la lengua a la vez que me acariciaba la pinga. Iba bajando la espalda y me llego al culo, le comenzó a pasar la lengua.

Mi vida en Londres I: con mi casero

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Poco a poco fue aumentando el ritmo, cada vez su polla entraba y salía de mi ano con más velocidad, a la vez el se movía de modo más agresivo, sacando su verga casi por completo de mi agujero y empujándola dentro con fuertes empellones.

Mi cuñada y la piscina

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Después de estas palabras abrió la boca y empezó a tragársela, cuando no pudo mas cerro sus labios sobre mi trozo de carne y comenzó a mamármela como nunca nadie lo ha hecho.

Ligando en el hiper

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Llegó a la cafetería y me encuentro con Rosa, ha ido al peluquero, se ha puesto guapa, charlamos cálidamente, me cuenta sus intimidades, la escasez de relaciones sexuales y la poca calidad de las mismas, cada vez está más zalamera y coqueta, parece una mutación, la resignada ama de casa desahogandose con un desconocido, pero el desahogo no había hecho más que comenzar.

Mi sanduche favorito

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Mientras me acomodaba ya que ella se había sentado ella se bajo el brassier y pude ver sus enormes tetas de verdad, eran inmensas para su edad, y con todo gusto se la chupe mi primo a todo esto ni siquiera miró.

Rivales en la cama II: La oficina

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Dicho esto salió de la habitación dando un portazo, así que el angelito porfin había sacado las uñas, me levanté del suelo y me dirigí al baño me vi en el espejo y revise el corte que tenía en el labio inferior pero no solo mi cuerpo estaba roto sino también mi corazón.

Doña Luisa

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Se nos unió en la charla, la pasamos bien hasta que llegó el momento de irnos a dormir, por costumbre me baño antes de ir a dormir, pero como no sabía cómo emplear el nuevo baño llamé a Diego pero Luisa me escuchó y fue quien me atendió, apareció portando una bata rosada delgada sus pezones se sobresaltaban, una abertura a la altura del abdomen mostraba un abdomen trabajado, plano y firme, al parecer le gustaba mantenerse.

Mi hijo y yo II

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Estoy en la etapa más feliz de mi existencia, y me siento una diosa llevando a mi hijo a la hermosura del amor, del sexo y del placer, ambos nos sentimos lujuriosamente felices, como jamás lo habíamos experimentado. Siento que me acaricia no solo físicamente sino también con su mirada y hasta con su sonrisa...

Dominado por mi mejor amiga

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Ahora me toca mirar a mi y tu te dejaras hacer lo que yo quiera, quieras o no quieras estas a mi merced, eso me estaba poniendo de los nervios no sabia que hacer, y para colmo de pronto pude observar como con las otras esposas hacía lo mismo con mis piernas, desde luego ya no podía hacer nada, ya que estaba indefenso y ella podría hacer lo que quisiera conmigo.

Sesión de fotos

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Mi esposa gritaba de placer rogándole a Larry que se lo meta, "Métemelo Larry, por favor métemelo" Mientras Larry, con la ayuda de Irma, empujaba su inmensa verga, mi esposa colocó una pierna hacia atrás sobre las piernas de Larry y con su mano ayudaba a empujar su cadera contra ella.

Marina I

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Se dio la vuelta y allí estaba él, le pareció un hombre atractivo, sobre todo muy elegante, con mucha clase, no era joven, por lo menos 40 años, se conservaba bien, delgado y fibroso, se notaba en sus manos, surcadas de venas, con dedos largos, acabados en uñas grandes, bien formadas y bien recortadas, perfectamente limpias, fue lo primero que le atrajo de él, sus manos.

El paraíso

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Sintió su sangre correr con frenético alboroto y se le paró el poroto sin poderlo contener ante un cuerpo de mujer tan esbelto y desnudo,  tembló su alma de cojudo y su cipote morrudo y mientras Eva estaba quieta se lo metió en la cajeta como a la cueva del peludo.

Descubriendo cosas nuevas

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El muy desgraciado con el pretexto de descansar un poco dijo que fuéramos al cuarto que la tenia arrendado que tomábamos algo y salíamos... pues yo como un idiota no le vi nada malo y acepte..

Despidiendo a mi marido en el aeropuerto

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Mientras me bombeaba yo seguía lamiéndole la verga al otro, logrando con esto sentir un orgasmo que me provocó risa y llanto a la vez. Daba gracias por el tipo de trabajo que tenía mi marido, ya que así yo podía gozar de cuanto macho supiera cómo lograr que le abriese las piernas.

Nacho, Pepi y yo III

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El culo de Nacho estaba más que preparado, y estaba suplicando que no lo hiciéramos sufrir más ,que era un delirio que tenía consigo y no lo soportaba, que tenía que clavársela inmediatamente, porque no soportaba el tener que esperar.
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