La puta de su mujer lo lleva a la única solución cuando se está enamorado y herido en su honor.
De jefe de familia, va tomando cuenta de la verdadera historia de su mujer y su papel.
La calle empedrada impedía ver en toda su plenitud el caminar de esa mujer, una vez que alcanzó la vereda, la impresión fue otra, sus senos firmes, una cintura sensual, conformaba junto con esos pantalones ajustados, un deleite a los ojos, al mover sus cabellos lacios negros, dejo a mi vista su rostro