Las fotos prohibidas

Esta es otra historia 100% real; la de mi amigo Carlos Altamar narrada en primera persona, tal y como él me la contó a mi.

Es una historia que para él es muy triste pero los hechos le dan el morbo que la hizo digna de ser escrita.

Esto fué lo que me contó Carlos, narrado a mi estilo pero sin omitir ni agregar nada que pueda quitarle la veracidad a lo sucedido:

Esa tarde yo estaba muy emocionado.

Era domingo y por primera vez había conseguido terminar mis obligaciones en la ferretería de mi padre a las 2:00 de la tarde en lugar de las 6:00 que era la hora acostumbrada los finales de semana.

Aquella tarde la prioridad era embarcar la mercancía que salía para la ciudad vecina y el camión que estaba programado para las 3:00 de la tarde, sorpresivamente llegó a las 12:00 del mediodía; por eso cuando a las 2:00 ya todo estaba listo, tomé la decisión de cerrar el local para así sorprender a mi novia.

Los domingos yo siempre iba a visitarla a las 7:00 después de cerrar y durar una hora en el camino a su casa, así que ese día llegando a las 3:00 le daría una linda sorpresa porque teníamos 4 días de no vernos y sabía que ella no me esperaba tan temprano.

Yo la amaba, llevábamos 8 meses de noviazgo pero me había enamorado perdidamente.

Ella tenía 17 años y yo 18. Ella era de piel color canela que parecía estar permanentemente bronceada por el sol.

Sus ojos eran grises y sus labios carnosos contrastaban con unos rasgos tan angelicales que era imposible no querer mirarla.

Su cuerpo era casi perfecto; curvas por todas partes, unos senos muy grandes y redondos pero muy firmes, delgada cintura y vientre plano, caderas anchas y bien torneadas adornadas por unas nalgas paraditas y redondas debajo de las cuales nacían unas hermosas y firmes piernas.

Era preciosa y su baja estatura (1,60 mts) la hacía parecer menor de lo que era, aunque al ver su cuerpo podías poder desearla totalmente como mujer ya que sus grandes senos delataban incluso mayor edad de la real. Todo formaba un contraste irresistible.

Sin embargo, y a pesar de haber tratado de persuadirla por todos los medios posibles, no había logrado que ella tuviera sexo conmigo.

En 8 meses, solo en 3 ocasiones me había permitido tocar sus pechos, siendo la última de ellas en un cine, la única vez que se había subido la blusa (aprovechando que ese día no llevaba sujetadores) y me había permitido verlos desnudos hasta donde la escaza luz permitía.

Fué fugaz, pero me dejó verlos unos 15 segundos, agarrar uno con cada mano apretándolos y jugando con sus pezones suaves y grandes por unos 10 segundos mas, y cuando intenté pasarles la lengua ella saltó, se tapó nuevamente con la blusa y me dijo que no mas, dejándome con la mayor empalmada de mi vida.

Por mas que rogué, no volvió a mostrármelos y cuando le dije que estaba a punto de morirme si no me dejaba avanzar un poco mas, solo hasta ese día me acarició un poco el pene por encima del pantalón.

Tuve que rogarle para que me permitiera sacármelo y cuando accedió de mala gana y me lo saqué por entre el cierre delantero del pantalón, lo agarró con 3 dedos como evitando mucho contacto y me lo masturbó con muchísima velocidad pero sin siquiera quitar la vista de la pantalla de cine.

Como es obvio, me corrí en poco tiempo y cuando sintió el semen, me lo soltó enseguida apartando su mano y dejando el pene caer sobre mi pantalón donde terminó de descargar disparando sobre mi propia camisa sin darme tiempo ni de reaccionar.

Esa había sido mi mas avanzada experiencia sexual con ella, después de lo cual no volvió a repetirse ya que me dijo que no era adecuado porque llevábamos poco tiempo de novios (¿poco tiempo…?!!) y que debíamos ir con calma.

Que sus padres confiaban mucho en ella y no quería defraudarlos, que si íbamos a tener relaciones sería cuando ella estuviera segura de nuestro amor y que yo debía tener paciencia.

Bueno, aquel domingo fue casi 3 semanas después de mi gloriosa noche en el cine, y de tanta paciencia ya creía que los huevos me iban a explotar; por eso ese día salí emocionado sabiendo que los domingos en la tarde su padre y su madre nunca estaban porque iban a visitar a los abuelos (ella nunca iba), y con la esperanza de que el odioso de su tío que vivía con ellos se descuidara lo suficiente como para por lo menos convencerla de hacerme otra masturbadita a 3 dedos.

Yo nunca entendí porque vivían con aquel tipo tan inservible. Era hermano menor del padre de mi novia pero a sus 36 años jamás había trabajado y ya había estado metido en varios problemas por sus malos comportamientos públicos.

Era un bueno para nada y se pasaba el día en la casa comiendo, viendo televisión y durmiendo.

Yo esperaba que aquel día por lo menos se durmiera unas 2 horitas a ver si lograba mi cometido y con un poco de suerte volver a ver las hermosas tetazas de mi novia.

No pretendía mas, porque con todas nuestras conversaciones yo tenía bien claro que en su virginidad, ni pensar por ahora, y una vez que le había hablado de sexo oral estuvo brava conmigo por 5 días !!

A las 3:00 en punto llegué a la puerta de su casa; cuando iba a tocar pude percibir que estaba abierta y pensé que si entraba sin avisar la sorpresa sería mucho mayor.

Total, el tío jamás se importaba por nada así que no habría ningún reclamo por tomarme ese atrevimiento.

Entre con cuidado y vi que no había nadie en la sala, caminé por un pequeño pasillo que daba a la cocina y a los cuartos y con decepción escuche la voz del tío hablando con mi novia.

En comienzo no entendí lo que decían así que me acerqué un poco mas para tratar de escuchar.

Cuando estuve cerca de la cocina atine el oído y la sangre se me heló en las venas cuando escuche la conversación:

Anda… no te me hagas la difícil… – decía el tío.

Que no, imbécil… cuantas veces quieres que te lo diga – decía ella.

¿Qué te pasa zorrita?. Tienes mas de 5 días que no me atiendes y crees que puedo aguantar. Anda sobrinita linda, complace a tu tío…

¿No te da vergüenza decirte mi tío y haciéndome esa propuesta?

A ver cariño… ¿qué te pasa?… no es la primera vez…

Pero nunca me ha gustado !!

Pues a mi sí… y quiero que siga sucediendo. Anda… dame por lo menos una chupadita para que no se me vayan a reventar las bolas de tanta leche que me has dejado acumular

Por mi se te pueden explotar!… ya te dije que nunca me ha gustado y hoy no me da la gana de hacerlo !! Eres un asqueroso!!

Dios bendito !!. Yo no podía creer lo que estaba escuchando !!.

Si mis oídos y mi entendimiento no me engañaban (y obviamente no lo hacían), el tío estaba convenciendo a mi novia para que le diera una mamada !!.

Por el tono de la voz de ella y por sus respuestas, era obvio que no solo no quería hacerlo sino que la idea no le agradaba para nada; pero por otro lado también era obvio que había sucedido antes y en mas de una oportunidad.

Yo no podía entenderlo; ella me había dicho que era virgen y sin experiencia en el sexo además de que aborrecía la idea del sexo oral, que tenía que estar segura del amor antes de entregarse a un hombre y estaba casi que arrepentida por una simple semi-paja que me había hecho en un cine, y ahora resulta que ya varias veces se la había mamado al tío !!.

Definitivamente no lo entendía, porque además ella insistía en que jamás le había gustado.

Además de eso le respondía groseramente y con mucho odio y rencor en sus palabras, entonces, ¿porqué lo había hecho y porque ante una resistencia tan obvia el tío se sentía con tranquilidad para seguirlo pidiendo?.

Pensé que era totalmente inexplicable, pero desconcertado como estaba solo se me ocurrió retroceder hasta un rincón del pasillo por el cual había una pequeña ventanita que daba exactamente a la cocina.

Era pequeña pero me dió un ángulo desde el que pude ver perfectamente el resto de la escena.

Mi novia estaba sentada con un libro abierto sobre la mesa y con apariencia de estar leyendo porque hablaba con el tío sin siquiera levantar la vista de las hojas.

Vestía una camiseta blanca, con lo cual fácilmente se podía ver que no traía sujetador ya que al moverse sus grandes masas se balanceaban libres y el pezón se marcaba sobre la tela; y una pantalonetita de lycra negra muy corta que dejaba ver sus piernas casi hasta el nacimiento mismo de las nalgas.

Estaba descalza y con el cabello negro y liso recogido en una cola que caía sobre sus espaldas.

El odioso tío estaba descalzo y sin camisa dejando ver sin ninguna vergüenza su desagradable barriga, y con una pantaloneta roja sobre la cual con una mano descaradamente se acariciaba la verga que ya se notaba bastante rígida sobre la tela, mientras él de pie al lado de mi novia la miraba desde arriba y pasando la mano libre por sus mejillas.

Yo no entendía como ella permitía esa situación sin reaccionar, ya que sus quejas eran solo palabras cargadas de odio y negación, pero no se movía de su silla.

De pronto el tío bajó la mano y le pellizco un pezón. Ella hizo un gesto de desagrado y se movió un poco, pero siguió allí sentada leyendo.

El tío sonrió y apretó toda la teta con la mano y yo pensé que esto era el colmo, que tal vez mi novia estaba tan asustada que no sabía como reaccionar, pero la conversación que escuché enseguida me alcaró el porqué de que ella permitiera eso:

De acuerdo… si no quieres colaborar, ya sabes lo que voy a tener que hacer apenas regresen tus padres – dijo el gordo.

Ella se quedó inmóvil, algunos segundos de silencio y luego levantó la cara y le clavó una mirada cargada de un odio infinito.

El asqueroso tío sonrió burlonamente y dijo:

Si cariño, sabes bien que no me importaría mostrarles esas fotos a tus padres. Te creen tan santita que cuando las vean te van a arrancar la piel… si es que no les da antes un infarto !!

Eres un miserable… tu y yo teníamos un trato !!

Exacto puta!!… el trato era que me complacías cada vez que yo quisiera y las fotos no llegarían a tus padres…

No…!!! el trato era que tu me devolvías las fotos a mi si te lo hacía con mi boca… no solo no me las devolviste sino que me pones a hacer lo otro también… además se supone que era solo una vez y mira que me sigues chantajeando con lo mismo… devuélvemelas ya !!

Que era solo una vez lo habrás supuesto tu… yo nunca dije que solo una vez, así que no me hagas perder el tiempo que yo te las devolveré solo cuando esté satisfecho… y ahora no lo estoy !!

En ese momento metió los pulgares a cada lado de su pantaloneta y haló hacia abajo dejándosela en las rodillas; repitió la maniobra con los calzoncillos y enseguida apareció una verga de mediano tamaño pero de un grosor bastante considerable y que estaba bastante erguida.

Se acercó a mi novia que seguía sentada con la mirada hacia su libro pero que ya había percibido la situación.

El gordo movió sus caderas hacia adelante de forma que la punta del glande quedó a escasos centímetros de la mejilla de mi novia y le dijo;

Comienza perra… no me hagas esperar mas o te vas a arrepentir.

Ella levantó la cabeza, dió un respiro muy profundo y luego giro el cuello hacia medio lado quedando su boca a poca distancia de la hinchada cabeza de la verga, mientras dirigió su mirada a los ojos del tío que desde arriba la miraba y sus ojos se encontraron.

Vi en mi novia un gesto de odio infinito hacia aquel ser que sonreía morboso ante ella manteniéndose con las manos en la cintura y con un movimiento de balanceo de caderas hacia adelante hizo la punta del pene rozar los labios de mi novia… me sentí morir.

Te odio – dijo ella – espero que un día pagues por esto…

Ladeo la cabeza, abrió a boca y tomo la punta del pene entre los labios. El tío suspiró sin dejar de mirarla mientras ella comenzó a chupar esa verga gorda que hacia estirar las comisuras de sus labios cuando la tenía toda metida. La escena era grotesca lo cual aunque me partió el corazón, tengo que admitir que era morbosamente excitante.

El tío gordo con su barriga grasosa, mal afeitado y completamente asqueroso, con una verga gorda llena de unos pelos largos parado al lado de mi novia que sentada de frente a la mesa con las manos todavía apoyadas sobre el libro y la cabeza girada a medio lado moviéndola rítmicamente adelante y atras dejando deslizar el gordo pene entre sus labios estirados.

Mis ojos no podían creer lo que veían… era obvio que ella no lo estaba disfrutando, sin embargo le estaba haciendo una mamada tan magistral que no parecía la chica que yo conocía.

En un momento se detuvo y se sacó la verga de la boca pero estiró la mano derecha y la agarró mientras sacó los pies de debajo de la mesa y giró el cuerpo de forma que quedó ahora si completamente de frente a su tío.

Se inclinó un poco hacía adelante, volvió a tomar la verga entre su boca y comenzó a darle una chupada espectacular, metiendo y sacándola a toda velocidad de su boca, succionando como una perra, dejando escapar gotas de saliva por las comisuras de sus labios y haciendo sonoros ruidos salivares.

Comenzó a mover la cabeza en forma de tornillo al mismo tiempo que lo pajeaba con la mano… Dios mío !! era una chupadora de verga increíble !!.

A mi modo de ver ella seguía sin disfrutarlo, pero en su afán de hacerlo acabar lo mas rápido posible para así terminar con la pesadilla, le estaba dando la mejor chupada de verga que había visto en mi vida.

El asqueroso bajó ambas manos y con una agarró una de sus grandes tetas y comenzó a estrujarla de manera inmisericorde y con toda seguridad que le estaba haciendo daño, mientras que con la otra la agarró de los cabellos y a la fuerza le hizo aumentar la velocidad de la mamada haciéndola casi atragantar de tanta verga y saliva, y gimiendo pero de dolor por los maltratos que estaba recibiendo en las tetas.

Yo pensé que al tío no le quedaba mucho aguante, pero me equivoqué cuando de pronto le dió un halón de cabello hacia atras y la hizo sacarse la verga de la boca de un tirón.

Ella dió un grito de dolor mientras por inercia siguió pajeándolo y con la mirada fija en la gorda polla. Ahora el tío la hizo levantar halándola por un brazo, aun sin dejar de apretarle fuertemente la teta.

Ella se dejó levantar sin entender mucho, hasta que de un empujón la hizo girar hasta quedar de espaldas a él, de frente a la mesa.

Con otro empellón en su espalda la obligó a inclinarse de codos sobre la mesa y con un rápido movimiento le bajó de un solo halón la pantaloneta y la tanga.

Aparecieron unas nalgas perfectas, redondas firmes y voluminosas. Bajó las prendas y la hizo levantar una pierna para dejarlas enganchadas en los tobillos de la otra.

Luego le dió una patada en el tobillo interno de la pierna libre en un claro mandato para que las separara.

Ella solo obedecía resignada; separó las piernas al tiempo que se inclinaba mas adelante dejándose caer totalmente sobre la mesa y arqueando la espalda de modo que le regalo una portura inmejorable.

El tío le dió una nalgada tremenda y pude ver la expresión de ella que fue de claro dolor y sus gestos indicaban que resistía con resignación.

Ahora el salvaje se agarró la verga con la mano y la dirigió a la entrada de mi novia, presionó un poco y las facciones de ella se descompusieron con muestras de dolor.

El hombre se retiró y grotescamente se escupió saliva en los dedos, los llevó a la concha de mi novia y la humedeció masajeándole por fuera y metiéndole la saliva con los dedos, lo cual me indicó que ella debía estar seca y me confirmó que no lo estaba disfrutando.

Repitió la operación del escupitajo y se humedeció la cabeza de su verga, se acercó nuevamente y esta vez ubicó la entrada y dió un empujón fuerte, quedando la chica totalmente ensartada.

El grito de ella me erizó la piel; fue agudo y sus facciones se descompusieron.

El gordo infame comenzó entonces a bombearla desde esa posición mientras gemía como un cerdo «aahhh… eso… que puta tan rica… soy tu tío favorito perra…»; y seguía diciéndole todo tipo de obscenidades mientras la clavaba cada vez con más ímpetu.

Yo veía sus gestos y gemidos de dolor mientras el hombre se separaba bastante para luego darle un empellón que parecía que quería sacársela por la boca; las nalgas de ella brincaban en cada nueva arremetida y el hombre gozaba palmeándole las nalgas y apretándole las tetas por debajo de su cuerpo mientras le seguía diciendo todo tipo de porquerías.

No se cuanto tiempo siguió así bombeándola inmisericordemente hasta el punto que pude ver una lagrima corriendo por una de las mejillas de mi novia.

Nunca creí que ese gordo fuera a aguantar tanto ya que no se detuvo en ningún momento y la clavó siempre a gran velocidad; y yo sufría de imaginar esa pobre conchita tan tierna que al momento de él bajarle las ropas, alcancé a ver hermosa, carnuda y artísticamente decorada por una delgado camino de unos pelitos negros abundantes pero cortitos en forma de triangulo, y ahora siendo tan salvajemente ensartada por una verga tan gorda y asquerosa como la de ese hombre, que seguramente era lo que la hacía gritar de dolor con cada nueva embestida.

La penetraba con fuerza y la apretaba de las caderas separándole las nalgas para volver a embestir hasta el fondo haciéndola gritar; pude verla a ella morderse los labios y apretar los puños, mientras la cara del tipo por el contrario era de total satisfacción.

Las nalgas de ella brincaban y se separaban en cada arremetida y el gordo gemía como un cerdo, ahora ya sudando y dejando caer gotas de sudor sobre las nalgas de ella.

Fue una clavada impresionante y ella gritaba pero seguía allí, separando un poco mas las piernas tal vez para que la gorda verga no le hiciera tanto daño en cada brutal ensarte.

En un momento ella susurró «ya, por favor»; pero lo único que logró fue que el tipo la prendiera por los cabellos y le halara la cabeza hacia atras dejándole la cara hacia arriba, así la siguió lastimando al halarla de esa manera mientras puso la otra mano sobre uno de sus hombros lo que le dió dos puntos de apoyo para embestir con mas fuerza obligándola a ella a moverse en sentido contrario al de él, y con eso lograr que cada penetración fuera hasta el pegue mismo de la verga, lastimándola y haciéndola gritar aun mas desgarradoramente.

Cuando ya creí que el gordo era eterno y no acabaría jamás, de golpe se retiró y sin soltarla de los cabellos, haciéndola levantarse a la fuerza, la giró y la sentó de nuevo en la silla de frente a él y le ordenó: «Quiero tus tetas»… ella esnifó la lagrima y lentamente se quitó la blusa.

Pude ver un hermoso par de tetas saltar libres; se veían sonrojadas por los maltratos del hombre, pero igual de hermosas, firmes y redondas con una piel de apariencia muy suave coronadas por unos pezones oscuros y amplios pero delicados.

El hombre se inclinó un poco y volvió a apretarlas salvajemente, se incorporó e igual que antes la tomó por los cabellos y bruscamente la hizo meterse la verga en la boca de un golpe mientras halándole los cabellos adelante y atras la hacía mover la cabeza al ritmo que él deseaba, mientras que la verga se deslizaba en la dulce boca que yo tantas veces había besado con amor.

Ella se dejó llevar, chupando con los ojos abiertos concentrada en la nada; de pronto el gordo se separó de ella sacándosela de la boca, acercó su cara a las tetas de ella y soltó un tremendo escupitajo en el medio de las masas de carne; reunió mas saliva y escupió nuevamente, agarró las dos tetas y las apretó hacía adentro estrujándolas para regar la saliva entre ellas y luego se levanto, dobló las rodillas hasta que la verga quedó a la altura de las tetas y se la recostó en medio ordenándole «hazme como el otro día, perra !!».

Ella en silenció se tomó las tetas por el lado y las cerró hacia dentro atrapando la verga gordota entre ellas con la cabeza sobresaliendo y rozándole la barbilla; en esa posición comenzó a subir y bajar con sus manos apretando la verga en la mitad de modo que lo estaba masturbando con las tetas que se deslizaban con la saliva que el tío había escupido en ellas.

Lo masturbó lo mas rápido que pudo y yo veía esos pezones amplios y oscuritos estrujados y las tremendas tetas luchando por no dejar salir la verga que por lo gorda amenazaba con escapar al deslizarse, y así siguieron un rato con el maldito moviendo las caderas al ritmo que ella subía y bajaba sus tetas.

El repugnante tío se separó y enderezó las rodillas dejando nuevamente la verga frente a la cara de mi amada.

Una vez mas la agarró por detrás de la cabeza y la obligó a tragarse la verga de un empujón moviéndola con una mano a cada lado de su cabeza al ritmo que él quería, mientras ella se agarraba a sus caderas.

La agarró por el cabello y tiro fuerte hacia atras haciéndola mirar hacia arriba al tiempo que la hacía gemir de dolor, entonces le gritó: «Abre la maldita boca !!», y ella obedeció al instante; entonces el animal hizo algo increíble: acercó su boca a los provocativos labios de ella, y cuando creí que iba a estamparle un beso, lo que hizo fue volver a escupirla esta vez dentro de su boca; ella intentó cerrar los labios pero ya era tarde.

De nuevo se levantó y por los cabellos la obligó a seguir chupando a toda velocidad como una posesa y haciéndole llegar la punta de la verga hasta la garganta misma.

Era impresionante la escena y el gordo fue obligándola a aumentar la velocidad a un punto tal que estoy seguro que le estaba haciendo daño, pero ella solo chupaba y chupaba con los ojos desorbitados.

Finalmente volvió a tirar de los cabellos hacia atras, se agarro la verga con una mano y apuntó, inmediatamente un chorro de semen salió disparado y dió en las cejas de mi novia que cerró los ojos, un segundo cayó sobre sus labios, el tipo se masturbaba frente a ella y varias descargas fueron depositándose en varias partes de su cara y sobre sus tetas desnudas.

Nunca había visto una eyaculación tan abundante ni una leche tan blanca y espesa como aquella que cubría la cara y pechos de mi novia.

El tipo terminó y al final se la hizo meter nuevamente en la boca y le indicó que se la limpiara, lo cual ella volvió a obedecer pasando la lengua por toda la verga y succionando las gotas de su punta, mientras el hombre con una mano le regaba la leche ya derramada por toda la cara, y ella tragándose esa leche espesa y blanquísima hasta dejar la verga completamente limpia y ya flácida; mientras que ella quedó con la cara completamente embadurnada.

El hombre simplemente se separó de ella, se subió sus calzoncillos y luego su pantaloneta.

Se dirigió a la nevera y tomo agua directamente de la jarra, lanzando luego un eructo asqueroso, mientras mi novia seguía sin moverse, sentada en su silla con leche que ya empezaba a colgar de su cara y de sus pezones, mezclada con un par de lagrimas suyas y con sudor del gordo.

Ella no había dicho ni una palabra mas. Solo antes de largarme, la escuché decir:

¿Cuándo vas a devolverme las fotos?

Cuando me aburra de follarte como a una puta – respondió el tío. – y ahora ve a arreglarte perra inmunda, que va a llegar tu noviecito y te va a encontrar recién clavada y toda llena de la leche de tu tío favorito – mientras soltó una grotesca carcajada.

Yo no aguanté mas. Como un zombie abandoné la casa tal como había entrado, sin hacer el menor ruido y con la vista nublada por lo presenciado.

Me sentía tan destrozado y decepcionado de ver que aquella chica inocente y supuestamente virgen, que me había jurado amor pero se había negado a darme los placeres de la carne, era brutalmente poseída por un grotesco ser.

Aunque ella no lo hubiera disfrutado, lo permitió y participó voluntariamente, además de haberme mentido al asegurarme que era virgen y que jamás practicaría el sexo oral; así que con esa idea en la cabeza, me aleje de aquella casa para nunca volver.

Cuando me insistió por el teléfono, le dije:

«Si quieres volverme a ver, dime que hay en las fotos que tiene tu tío como para que prefieras chuparle la verga y follar con él antes que dejar que tus padres las vean».

En silencio, me colgó el auricular y jamás volví a verla ni a saber nada de ella.