Yo acepte y lo tome de la mano y lo conduje hasta las escaleras y subimos por ella hasta que llegamos a la habitación de mis padres ya en ella me pidió que me sentara en la cama de ellos y el se puso detrás de mi y me abrazo
Se trata de un trio entre una mujer madura, su sobrino y un amigo de este, todo sucede al final de una fiesta.
Se quedó inmóvil con mi picha dentro y me ordenó que no me moviera, ella si en cambio con los músculos interiores de su vagina ordeñaba mi miembro, era tremendo no movía un ápice su cadera.
De cómo la bella Susana aprendió a no abusar de la hospitalidad de su suegro, ese Italiano Petiso.
Estos machos estaban mejor que nunca, había de todo, músculos, jóvenes, rasados, peludos, vergas hermosas, cabezonas y venosas, vergas chicas encogidas y dulces, mulatos, blancos, latinos e incluso un chico indio del norte de América.
Antes de esta noche siempre me negué a aceptar mis tendencias homosexuales, pero llegado el momento y la oportunidad...
Mi verga estaba erecta y pedía una concha que penetrar, pero por la posición en que estaba K era imposible poder penetrarla sin llamar la atención.
Me ausenté unos minutos del lugar para buscar la cerveza, y cuando volví, ya noté que tanto mi novia come Héctor estaban un poco nerviosos.
Todo empezó con una apuesta de un volado, yo iba de copiloto, mi compañero manejando y ella la sensual Mónica, en la parte trasera, el volado lo avente yo y ella perdió, la apuesta consistía en que ella si perdía se quitaba la blusa
Ella comienza a pasarme una mano por mi pierna, subiendo casi hasta tocar mi miembro por encima de la ropa; yo la detengo diciéndole que si su familia nos ve, estamos perdidos.
Cumpli la promesa de hacerle la conchita a mi amante... y ademas de eso comienzo a transformarla en mi putita.
Ni el sol ni la luna, ni las noches frías de invierno podrán empujarme hasta aquí de nuevo, pues mi destino está lejos de estos parajes.
Esa vez fui a casa de mi novia y por la noche, llegué a su casa, cene y nos fuimos al living a ver tele.
El señor de 65 años me empezó a preguntar por mi edad y cuando le dije que tenia 24 años me dijo que una nieta suya tenia esa edad y comenzó a hablarme de su nieta.
Aquel viaje en autobús que ella siempre hacía, le depararía muchas sorpresas....buenas...y malas...
Toda ocasión era buena para una escapada a la habitación 23, nuestra preferida y donde pasábamos nuestros mejores momentos del día.
El no tenía sexo con su novia y estaba desesperado porque ella, muy puritana, le pedía paciencia. Un día decidió ir a darle una sorpresa.
La primera vez que abrí las piernas, se las abrí a alguien que quería muchísimo y todavía lo sigo haciendo.
Él me volvió a agarrar los pechos y me besaba en el cuello. Comencé a ir más rápido y me vino el primer orgasmo.
Un encuentro casual en la calle, cuando ella esta muy excitada la lleva a una aventura muy particular.