Sus pechos se notan a distancia, son bastante generosos y siempre los noto muy firmes y bien posicionados, muy deseables con sus pezones bien definidos, que cuando hace frío deja ver unas puntas muy sexy de verdad.
Tomé respiración y me dije que ahora o nunca. Ya había estado parado mirándola demasiado tiempo sin que ella me viera y aunque no había llegado la hora de la cita, quería estar con Neffissa cuanto antes.
No tarde en enterarme. Esa misma noche estaba tratando de dormir, cansado y excitado por el viaje no lo lograba, cuando escuché unos gritos de mujer que oía como si estuviera ahí mismo.
Llegamos hasta el lugar, con una breve pero inquisitiva mirada me di cuenta que éramos los únicos en aquella sección del cuarto piso de la biblioteca. Y teníamos dos horas antes que la cerraran.
Me había levantado de la cama a medianoche con ganas de ir al lavabo, mientras me incorporaba intentaba no despertar a María, que permanecía en un sueño profundo, con su cuerpo esbelto palidecido por los rallos de la luna, semidesnuda.
El viaje continúa y busco insolente el contacto con la piel bajo el ombligo de la otra muchacha en el vagón lleno de cuerpos sudorosos y estresados al mínimo contacto de mi mano huye de ahí.
Tercer relato de una serie de ellos en los que mi chica cuenta cómo se masturba para mí. En éste nos narra el día que más orgasmos tuvo.
Me gusta mucho chupar vergas, masturbarme con mis dedos o metiéndome objetos tanto mi concha como mi culo y algunas veces las dos a la vez Lo que les voy a contar es 100% real, pasó hace algunos años con un ex mío, Ezequiel.
Que no era el trabajo que le gustaba hacer, es verdad, pero muy poca gente trabaja en lo que realmente le gusta, aunque todavía no había perdido las esperanzas de encontrarlo.
Le fuí infiel a mi novio con un simpático estudiante de educación física.
Yo profundamente dormido, poco a poco fui sacado de mi sueño por algo que me estaba ocurriendo, la diestra mano de Amada hurgaba bajo mi trusa, acariciando mi verguita, que ya para entonces se ponía erecta cuando me la acariciaba en el baño, pero ahora era otra mano, una mano de mujer, la manita acariciadora de mi prima Amada.
Llegamos a un departamento que utilizaba como oficina, aparcó el auto, bajó y me abrió la puerta; yo estaba como en un trance, no podía creer que estaba en un lugar distinto a mi casa, a esas horas y con el papá de mi novio.
Después que cortamos la relación nos seguíamos viendo y teniendo mucho sexo, pero como amigos, ya que nos conocíamos desde hace mucho y me encantaba como me cogía.
Recuerdo que todavía era un chiquillo cuando gustaba de meterme bajo la mesa del comedor para mirar las redondas piernas de mi tía, y muchas veces tuve la suerte de alcanzarle a ver sus calzones sin que ella me descubriera.
Siempre comentábamos como le iba en la facultad, si estaba contenta, lo mucho que la echaban de menos... y de vez en cuando subía a su casa si es que se habían citado en Internet para charlar.
Llevada por la curiosidad y porque soy muy celosa (un poco obsesiva, incluso) había seguido al grupo alguna vez, cerciorándome de lo que hacían es sus "paseos de hombres".
Pidieron una foto en el aviso, así que les envié una muy buena, donde estoy desnudo de pie, las manos en la cintura con una gran erección, que una hermosa rubia sostiene con ambas manos, de rodillas frente a mí, me sonríe con labios húmedos y es muy obvio que va a meterse el enorme aparato en la boquita.
Después de un rato mas baile y cervezas y mas jugueteo llego un punto en que ni ella ni yo nos conteníamos y después de besarnos le propuse que si nos íbamos y pasábamos a mi casa
Empecé por la espalda y me entretuve un buen rato en los costados de sus tetas y ella decia, que gusto la crema en mis pechos, los tengo tan grandes que me duelen, sobre todo los pezones y se moví o para dejarme darle crema en los pezones dentro del bikini.
Un rutinario viaje se convierte en un reencuentro con mi pasado no tan lejano.