Después de un rato, se volteó boca arriba y comencé a sobarle sus piernas y luego fui subiendo hasta llegar a sus caderas, luego su cintura, ella se dejaba y suspiraba cada vez mas aprisa.
Cuando mi mujer me dejó no pude afrontar solo el pago del alquiler, así que le propuse a mi hermana Lourdes que se viniera a vivir conmigo.
Las ladronas, una de ellas con una camisa y una falda de color celeste y la otra con un polo también azul y un pantalón oscuro.
Con mis hermanas siempre compartí la misma cama, un día miré a Verónica como a toda una mujer.
Durante su primera semana de estadía me percate que una costumbre de mi hermana (Verónica) era pasearse por la casa en shorts lycra y soleras cortitas, a veces se paseaba en ropa interior sport y me daba miradas medio raras, supongo que por el calor que hace acá, eso era un tanto perturbador ya que no estaba acostumbrado a ver a Vero como una mujer.
El tiempo pasó y, como no encontrábamos trabajo nos inscribimos juntos en una de estas empresas que venden puerta a puerta. Así recorríamos todo Santiago tratando de vender algún curso de Inglés. Pero las pocas ventas que hacíamos las gastamos en Moteles.
Me giré y puse mis nalgas cerca de su nariz, Mauro restaba inmóvil, totalmente hechizado, me incliné y lo miré por entre mis piernas, mi coño estaba alineado con sus ojos, mis rizos negros estaban humedecidos por los fluidos que rezumaban desde mi panocha ardiente
Esta historia comenzó en un avión, yo tenia que trabajar en la frontera de México con USA e iba en un vuelo rumbo a Las Vegas, al llegar a la sala de espera, ahí estaba una mujer madura, como de unos 40-45 años, iba vestida con un pantalón gris muy apretado, con unos tacones altos plateados y una blusa gris también, las tetas parecieran que se le iban a vomitar de la camisa, toda una delicia!
Una hermosa joven aprende a sobrevivir junto a su hermano pequeño en una isla desierta. Pronto comprenderán que sólo permaneciendo realmente juntos podrán seguir adelante.
Subió al cuarto de Alicia en el piso superior y, después de saludarse, se pusieron manos a la obra con los ejemplos y problemas del álgebra. Pronto estaban inmersas en mareas de fórmulas y ecuaciones, hasta el punto de casi no darse cuenta cuando Esperanza y Rodrigo (el padre de Alicia), se despidieron a eso de las ocho de la tarde.
En mi primer relato les conté como me volví la amante de papá. Ahora les voy a contar como mi hermana también se unió a nuestra pasión.
Al terminar de decir eso me puso su dedo en mis labios asentando que guardara silencio y en ese mismo momento ella me dijo que si sé podía quedar en casa a lo que le conteste que si, puesto que no era la primera vez que se quedaba en casa cuando le hice señas a mi hermana de que preparara su cuarto para Laura, que es así como se llama mi prima.
Todo empezó un día, mis padres habían salido a comprar, yo me desperté tarde y lo primero que hice fue ir al servicio, al abrir la puerta, me encontré a mi hermana totalmente desnuda, dispuesta a meterse en la ducha.
Empecé a mamarle el coño a mi novia con unos lengüetazos que llegaban desde el ano hasta su clítoris me dediqué a jugar con él y ella estaba encantada, luego también jugué con el clítoris de mi cuñada hasta que las tuve a ambas a punto.
Yo no quería abrir los ojos, por que ya sabia lo que me esperaba, pero me acorde de mi hermana y la busque con la mirada y se encontraba en el suelo, también le habían bajado el pantalón y le habían abierto su blusa, ella se retorcía en el suelo, pero uno de los tipos la sostenía de las manos mientras el otro acariciaba sus piernas.
Mi hermana salía a colación tan frecuentemente en nuestras pláticas, que debo admitirles, que sus comentarios de deseo fueron parte importante a que mi propio deseo fuera aumentando hasta el grado de violar a mi hermana, que como recordarán ustedes, fue como inició mi incestuosa relación con ella.
Mi hermana y mi novia. Todo era normal hasta que una noche mi hermana, yo y mi novia llegamos a casa un poco contentillos, yo como estaba cansado me acosté en mi cama y caí fulminado por el cansancio y mi hermana y mi novia se quedaron en el salón mirando la tele.
Las confesiones de mi compañera de trabajo me incito a escribir nuevamente sobre el tema sabiendo que no me podré apartar totalmente de mis vivencias, Moira tiene 24 años un cuerpo hermoso, 1,70 de altura, caderas bien formadas, senos normales, una cara tipo "Nefertiti", llena de vida y misterio, en dos años de trabajo, nunca me dio problema alguno sobre sus tareas, su necesidad de contar su vida, sus cosas, me acerco nuevamente a mi vida sexual, que tanto quiero esconder en el trabajo.
Había una vez una almejita que vivía tranquila en el fondo del mar, habitaba en una conchita segura y protegida de los peligros del mar. Un día vino una tormenta y el mar se embraveció y una fuerte ola la despojo de su casita.
La transparencia del camisón dejaba ver que debajo del mismo solo llevaba puestas unas preciosas braguitas de encaje, quedando su pecho claramente visible. Luis colocó sus manos en las tetas de Clara, que instintivamente se despertó. Antes de que pudiera gritar Luis se sentó encima de ella, le tapó la boca con una mano y con la otra, le sujetó sus brazos.