Capítulo 1

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  • Eva, ¿Ingenua o puta? Centro de salud

Quiero contaros parte de la vida de mi novia. Tengo una novia, que es mi sueño, 23 años, 180 de altura, rubia natural y un cuerpo espectacular, pero tengo una duda, no sé si es muy ingenua y por eso todos se la terminan follando, engañada, casi todos los tíos o es muy puta y la goza. Necesito vuestra ayuda y opinión para determinarlo. Hoy os cuento cuando la encularon repetidamente, cuando yo nunca lo había hecho y lamentablemente yo no estaba allí con ella para protegerla. Lo que paso a relataros sucedió hace muchísimos años pero yo hace poco que me enteré de esta historia y otras más que sucedieron y que me hacen preguntarme si mi novia, ¿es ingenua o puta?

Se llama Eva y como ese año nos casábamos, acababa de dejar la universidad ya estaba buscando trabajo pero le salió esta oportunidad puntual, decidió ir de monitora en verano para sacarse unas pelillas, estamos a finales de los 90. En el campamento estaban un director, seis monitores, dos de ellas chicas incluida ni novia Eva y un obeso cocinero. Entre todos atendían a casí 80 niños y niñas de 11 a 14 años.

Los monitores y el obeso cocinero compartían dos tiendas de campaña, el director tenía una para él solo.

El segundo día del campamento Rafa, un joven delgado pero fibrado y rubio monitor, abrió la puerta de la tienda de campaña y se encontró a Eva cambiándose y totalmente desnuda.

– Perdona… disculpa, lo siento -balbuceó mientras no apartaba la vista de su coño- ya que se quedó en la puerta paralizado.

– Tranquilo, hace años que voy a playas nudistas, así que no has visto nada que no viesen antes cientos o miles de hombres, dijo Eva riéndose.

Eso explicaba que Eva pese a que estaba totalmente desnuda no había hecho el más mínimo gesto para taparse ante Rafa y seguía eligiendo con absoluta naturalidad la ropa de su mochila.

– Iba por la crema solar -,dijo Rafa mientas su mirada recorría el cuerpo de mi novia de arriba abajo, -hace un sol terrible.

– lo sé, por eso he venido a ponerme el bikini.

Rafa encontró la crema, pese a que no apartaba la mirada de Eva.

-¿Quieres que te dé crema?, dijo Rafa mientras le mostraba el frasco a mi novia desnuda que en ese momento se estaba poniendo el bikini.

-No, gracias Rafa… yo puedo, ya estoy acostumbrada a dármela sola. A mi novio no le gustan las playas nudistas y siempre tengo que ir sola.

– ¿A tu novio no le importa que te despelotes delante de un montón de tíos sin que esté él?

– ja, ja que gracioso eres… era nudista antes de tener este novio, claro que no le importa. No hay nada obsceno en un cuerpo desnudo. Es lo más natural.

Mientras decía eso Eva permanecía totalmente desnuda, además como en la tienda de campaña no podía estar totalmente de pie, tenía el cuerpo levemente inclinado hacia adelante por lo que sus poderosos pechos, que si bien no son excesivamente grandes son preciosos, callan por efecto de la gravedad.

– Bueno, me voy a dar la crema fuera. Y así te cambias tranquila.

– Creo que mejor te la das aquí, dijo Eva mientras señalaba la erección que se notaba en su pantalón corto- no creo que los niños deban verte así.

– Yo.. lo siento- dijo Rafa totalmente avergonzado por la erección delante de ella.

– Ja,ja,ja, no te preocupes es normal y me siento alagada.

Rafa empezó a darse crema mientas no dejaba de observar como Eva se vestía.

Desde ese momento el cuerpo de Eva se convirtió en una obsesión para Rafa, necesitaba follársela, cada rato que recordaba el precioso cuerpo de mi novia se masturbaba como si fuese un mono. Tras ese día todos sus intentos de tirarse a mi novia habían sido rehusados, siempre con amabilidad por parte de mi novia.

Por supuesto Rafa lo comentó al resto de monitores varones del campamento y al seboso cocinero, Carlos. Todos esperaban tener la misma suerte que él y coincidir con Eva mientras se desnudaba en la tienda.

El cuarto día del campamento el cocinero, Carlos, un viejo gordo seboso, calvo y que siempre iba lleno de grasa le dijo a Rafa que en breve tendría que ir con Eva al médico y se la follarían todos. Rafa no entendía nada pero el seboso cocinero le dijo que confíase en él.

Eva empezó a tener fortísimos dolores de estómago y estreñimiento, llevaba tres días sin ir al baño y eso que ella es bastante regular. Lo que no sabía era que el seboso cocinero diariamente junto con su comida le añadía unas gotas de un medicamento para cortar la diarrea, lo que provocó un profundo estreñimiento a mi novia.

Cuando Eva le dijo al director del campamento que se encontraba muy mal, Carlos y Rafa se ofrecieron para acompañarla al médico. El cocinero, que era el que habitualmente iba al pueblo a buscar los diferentes víveres se encargó de pedirle cita médica. El gordo de Carlos le comentó a mi novia.

– Eva, ya tienes cita médica en el ambulatorio del pueblo. Esta nochea las 23.00 horas.

– ¿Tan tarde?. ¿A esas horas hay médico?

– De tanto bajar niños al médico he hecho buena amistad con el enfermero y el doctor y le he pedido esa hora porque así no quedaban los niños desatendidos.

– Es verdad Carlos, hay que reconocer que piensas en todo.

– sí, bajaremos con la furgoneta del campamento y le he pedido a Rafa que nos acompañe.

– igual no hace falta molestar a Rafa podemos bajar tú y yo

– Rafa es un buen tío y así mientras tú estás en el médico él me da conversación.

– claro es verdad así no te aburres muchísimas gracias de verdad Carlos.

Eva estaba deseando que llegase a las 11 de la noche las molestias que le causaba no poder evacuar eran muchas.

A esa hora el centro de salud se encontraba cerrado, pero Carlos ya había hablado con el enfermero para tener una atención médica especial hacia Eva. Carlos se había dado cuenta durante estos días de campamento que mi novia era muy crédula, quiero aclarar que mi novia no es tonta se ha sacado una carrera pero sí que considero que es muy ingenua… aunque algunos de mis compañeros que ya conocen la historia me insisten en que los ingenuidad sino que me ha salido una novia puta. Por eso es tan importante para mí escribir esto y conocer vuestra opinión.

Poco antes de las once de la noche los tres entraron al centro de salud, por supuesto que no había ni un solo paciente y además salvo una consulta todas las luces de pasillos y salas de espera se encontraban apagadas.

En la consulta, el enfermero hizo de médico y un amigo suyo del pueblo, un ganadero, hacía las veces de enfermero.

Entraron los tres a la consulta.

– Buenas noches que desean, preguntó el falso doctor.

Eva contó el problema de estreñimiento que sufría y las terribles molestias que tenía como el dolor de tripa

– Por favor quítese la camiseta y el sujetador tengo que oscultarla.

Rafa hizo ademán de salir, la verdad que Carlos ni se movió -pero el doctor les dijo.

– No, no salgan, por favor quédense puedo precisar su ayuda según lo complejo que sea el tratamiento, además no es ético quedarme con una paciente desnuda sin testigos y fuera tendrían que estar esperando a oscuras.

– como usted diga doctor.

– es seguro que su compañera no es tan egoísta como para querer que ustedes esperen fuera totalmente a oscuras, ¿verdad señirita?

La verdad que según me dijo Eva hubiese preferido que no estuviesen pero no le pareció correcto contravenir al médico y sobre todo que sus dos compañeros tuviesen que esperar fuera a oscuras.

Eva se desnudó parcialmente y se sentó en la camilla, el doctor empezó a magrearle la tripa y las tetas.

Allí estaba ella sentada en la camilla con los pechos al aire mientras era oscultada por el doctor y observada por el falso enfermero y sus dos compañeros.

– veo que tiene usted los pechos morenos, parece que toma el sol sin sujetador.

En ese momento intervino Rafa

– Sí nuestra compañera es nudista y siempre que toma el sol lo hace completamente desnuda.

En ese momento Eva

– doctor, en el campamento delante de los niños por supuesto que no únicamente en playas, en la finca de mi padre, en el balcón de mi casa de estudiantes… pero delante de los niños por supuesto que no.

El doctor siguió magreándola durante varios minutos.

– Tiene la tripa muy dura, mejor quítese también el pantalón para revisarla mejor.

Eva se bajo de la camilla y quitándose rápidamente el pantalón corto que llevaba quedó con un precios tanga rosa que dejaba libre, a los ojos de los cuatro tíos, su maravilloso culo. El doctor le explicó que iba a darle una crema en la tripa por lo que necesitaba que se tumbase boca arriba en la camilla.

Eva casi lo agradeció ya que notaba la mirada de los cuatro hombres en su culo.

El doctor empezó a aplicar una densa crema que irradiaba mucho calor sobre la tripa de Eva y parte de sus pechos. Los dedos del doctor recorrían a mi novia hasta el límite del tanga.

-La verdad que es una pena manchar ese tanga tan bonito con la crema- dijo el falso doctor.

-Sí además en el campamento es difícil lavar la ropa,- opinó Carlos.

Así pues el doctor, sin dirigirse en ningún momento a Eva pidió a su enfermero que se la quitase. El enfermero se puso de rodillas frente a Eva paso las manos por su culo para recoger la tira y le bajó lentamente el tanga, siendo el primero en recibir una maravillosa visión de su coñito rubio y más cuando Eva tuvo que subir la pierna para que saliera el tanga.

– Doctor creo que esto huele un poco mal, dijo el enfermero mientas pegaba la nariz al coño de Eva.

El doctor se inclinó y lo olió y le dijo.

-Es normal, hay poca higiene en esos campamentos, enfermero proceda a su limpieza.

– Parece mentira que un pubis tan arregladito, que solo tienen una línea de pelitos pueda oler tan mal

-Yo..yo… me he duchado-balbuceaba Eva muerta de vergüenza. Por suerte Carlos el cocinero salió en su ayuda, luego Rafa también.

– Doctor, es normal las duchas son comunitarias y tenemos que hacerlo con el bañador.

– Sí, yo le garantizo que Eva se ducha todas las tardes y por supuesto que se frota con jabón en esa parte.

Como para no saber lo que se duchaba todos los días Rafa y sus compañeros no perdían ocasión para ver si en algún descuido podían ver algo del cuerpo desnudo de Eva mientras se duchaba.

– Abra las piernas – dijo el enfermero que ya tenía preparada una palangana con agua y jabón.

Ninguno de los hombres podía dejar de admirar a mi novia totalmente desnuda tumbada en la camilla abierta de piernas mientas le pasaba una esponja por su coñito. El falso enfermero le pegó un buen repaso a mi novia ya que con la excusa de limpiarla mejor que con la otra mano le abría los labios vaginales para pasarle la esponjita. Los cuatro pudieron admirar totalmente abierta. En este punto quiero explicaros que tanto las aureolas como toda la vagina de mi novia son de un rosa muy clarito.

El enfermero una vez que dejó de meter la mano acercó su cara a menos de tres centímetros del sexo de mi novia y le soplaba «para secarlo antes» según le dijo.

-:Huela, huela doctor… ahora sí que huele a limpio.

Lo que por supuesto el doctor hizo.

– Siga boca arriba y abra más las piernas.

Cuando lo hizo levanto la cabeza y podía ver a los cuatro hombres frente a ella mientras no apartaban la mirada de su coño.

El doctor con ayuda de su enfermero extendía la densa crema, desde las tetas hasta el coño.

Ahora dese la vuelta y póngase a cuatro patas con el culo en pompa, mirando hacia nosotros.

– Por favor Doctor, ¿ es necesario que Rafa y Carlos estén aquí?.preguntó Eva al ver que no apartaban la vista de su cuerpo.

Mi novia es nudista y no le importa compartir espacio desnuda con amigos que no son nudistas pero la mirada de los cuatro realmente le habían incomodado.

– Sí, es fundamental que sus compañeros permanezcan aquí durante el tratamiento, como le he dicho necesito su ayuda. Pero si no le parece adecuado mi criterio médico acuda a otro centro.

-No, no doctor perdone. No pretendía cuestionarle.

Eva se sentía un poco avergonzada, pero era tanto el dolor que atendía todos los consejos del médico, por lo que se puso en cuatro en la camilla y esta vez ofreció una fantástica visión de su culo y coñito a sus compañeros.

El doctor pidió la colaboración de Carlos y Rafa para que cada uno de ellos cogiese un glúteo y lo abrieran bien, cosa que siendo tan colaboradores hicieron. El doctor pidió a su enfermero que limpiase bien el ano, como previamente había hecho con la vulva.

El enfermero tuvo que tirar el agua del anterior limpieza y poner una nueva con una solución jabonosa, tardo varios minutos mientras mi novia estaba con el culo en pompa y Rafael y Carlos agarrándole una nalga cada uno.

Cuando el enfermero terminó con la limpieza. Pidió la colaboración de Carlos y Rafa

– aprovechando que estáis tan cerca y así lo hacemos más rápido os importa soplar sobre el ano de la señorita para proceder al secado

Una vez limpie seco el falso doctor se puso un guante en su mano derecha,tras lo cual introdujo directamente tres dedos por el ano.

Uhi, gimió Eva

– Hay está el problema.. su orto es muy estrecho. ¿Nunca ha sido penetrada por allí?

– No, doctor. Dijo Eva roja de vergüenza y mintiendo

La verdad era que hacía algunos años cuando inició su sexualidad la había practicado pero como no le gustaba mucho hacía mucho tiempo que no había sido penetrada por el culo. Como os he contado nosotros llevábamos mucho tiempo de novios y nunca había tenido sexo anal con ella.

– Pues esto hay que abrirlo para poder introducir bien la crema. Yo no puedo introducir la crema con el dedo se queda corto. ¿tiene un consolador en el campamento?

– No, claro que no.

– Pues en este pueblo no puede comprarlo. Vamos a tener que penetrarla y ponernos la crema en el prepucio para que llegue bien adentro.

– ¿Pero doctor? – dijo una asustada Eva

– Lo siento pero no hay otra opción, penetrarla con otro objeto sería peor. Necesitamos algo blando pero rígido y que se maleable. Cualquier otro objeto, una zanahoria o un pepino es demasiado rígido y la crema perdería su eficacia.

– pero doctor, yo tengo novio me voy a casar.

– después felicidades señorita pero eso no importa aquí estamos hablando de un tratamiento médico. Que yo como médico titulado y ante el riesgo que tiene si no consigue defecar creo que es la única opción.

Mi enfermero y yo podemos hoy darle la primera pomada pero luego tendrá que dárselo alguien en el campamento. Por eso era necesario la presencia de Rafa y Carlos que usted se ha cuestionado

– ¿Doctor es necesario?

El doctor ni contestó y se dirigió al enfermero con normalidad

– Por favor desnúdese y póngase un preservativo, y ustedes fíjense porque luego en el campamento tendrán que hacerlo tres veces al día.

-Pero doctor yo tengo pareja… dijo el enfermero guiñándole un ojo al doctor que por supuesto Eva no pudo ver.

-Le recuerdo que como enfermero su deber es ayudar a los pacientes, esto no es sexo, es trabajo, por lo que no se puede considerar una infedilidad. Si no le abrimos el orto a esta señora puede terminar muriendo.

Eva se asustó muchísimo, ella ya suponía eso tenía que ser grave porque la tripa le dolía muchísimo.

– Lo siento doctor, cumpliré con mi obligación, dijo el falso enfermero con una sonrisa en los labios.

Rafa alucinaba en colores. Él no sabía nada del plan que había preparado Carlos. No solo habían podido admirar el cuerpo desnudo de Eva durante casi una hora que llevaban en la consulta, además habían podido robarle el culo y ahora iba a ver como el enfermero la eculaba. En ese momento sentía mucha admiración por Carlos, aunque si sigues leyendo descubrirás que todavía iba a admirar mucho más el plan del obeso.Miraba con admiración a Carlos, que era el que había montado todo.

El doctor le puso un poco de crema en el prepucio a su enfermero y le pidió que

– Penetrala y no se la saques hasta que no hayas eyaculado a fin de garantizar que el calor del semen derrite correctamente la crema.

El enfermero se puso detrás y agarró las tetas de Eva mientras dirigía la polla al agujerito «virgen».

– Lo siento, dijo mientras las agarraba, es para mantener la erección- aunque llegados a ese punto tenía la polla a reventar.

Mientras la penetra es importante seguir dando crema por la tripa, así que yo me situaré delante y la masajearé. Ustedes fijense porque tendrán que repetirlo mañana, dijo dirigiéndose a Carlos y Rafa.

Rafa estaba alucinándo por lo que había dicho el doctor mañana serían ellos los que le diesen por detrás a Eva. Si el tema salía bien Carlos era un fenómeno.

Por detrás el enfermero la penetraba con mucha fuerza y en un ritmo frenético y por delante el doctor la magreaba por todo el cuerpo, extendiéndole crema. En esta ocasión el doctor repartía crema desde el cuello hasta el chocho, introduciendo sin ningún reparo ni pudor los dedos en el el lindo chochito de mi novia.

Eva tenía un culito tan prieto que el enfermero en menos de tres minutos ya había «extendido toda la crema». Eva sintió un fortísimo dolor y agradeció que el tratamiento fuese tan «rápido» pero pronto se horrorizó.

– Muy bien gracias, enfermero. Ahora por ser la primera toma repetiremos el tratamiento, por favor enfermero ocupe mi puesto y yo ocuparé el suyo.

Eva seguía a cuatro patas sobre sobre la camilla, le dolía mucho el ojal y vio como el doctor se bajaba el pantalón y los calzoncillos

El pene del doctor era grandísimo incluso en estado morcilloso como se encontraba.

– Señorita, necesitaré su ayuda para su tratamiento, abra la boca por favor.

Eva lo hizo, mas por la sorpresa de tremenda barra de carne y rápidamente el doctor introdujo su polla en la boca llenándola casi por completo. Eva simplemente la mantenía en su boca pero no interactuaba con ella así que el doctor le dijo.

– Chupe, por favor necesito, que este bien duro para aplicarle correctamente el tratamiento.

Eva dolorida, muy cansada y ya totalmente humillada se entregó a las órdenes del médico y empezó a mover la cabeza y a lamer ese cipote con la lengua. En menos de un minuto ya totalmente erecto el doctor liberó la boca de mi novia, que pudo decir.

– Es muy grande, me dolerá mucho.

– Tranquila solo al principio, cuanto más grande mejor así eliminamos antes el desatasco.

Eva fue brutalmente penetrada por el doctor mientras era manoseada por el enfermero que se centraba en su ya completamente húmedo coñito. Parece ser que al menos el doctor fue más delicado que su enfermero y no la penetró de una única vez, sino que fue poco a poco introduciendo su enorme para que el ano de mi novia fuese adaptándose. En lo que me comentó Eva que pensaba en ese momento es que el buen doctor era muy consciente de lo que tenía entre las piernas y ella estaba muy agradecida por la delicadeza con la que estaba siendo curada.

Entre el masaje del enfermero aplicando la crema y la delicadeza del doctor pese a que el ano le ardua cada segundo que se pene permanecía en su intetior, Eva tuvo un orgasmo fantástico y muerta de vergüenza, mientras el doctor seguía penetrándola dijo.

– Lo siento doctor. Ha sido totalmente involuntario

– No se preocupe mucho mejor con el orgasmo ayudará a desatascar., dijo mientas se corría en el interior de Eva.

Delicadamente fue saliendo del cuerpo de mi novia.

– Creo que hemos terminado por hoy, -dijo mientras sacaba la totaludad de la polla,- en tres días nueva consulta a la misma hora. Vístase mientras doy a sus amigos la crema y recuerde debe dársela tres veces al día hasta nueva orden.

– pero doctor, ¿así debo aplicarla en la tripa y por el recto?.

– Sí, sí por eso era tan importante que sus amigos estuviesen presentes para que pillase la técnica.

Mientras Eva se vestía con mucha dificultad ya que el recto le dolía mucho, el doctor cuchicheaba con Carlos y le daba un laxante para sus próximas comidas.

Cuando se despidieron a las puertas del ambulatorio el doctor le dijo

– si todo va bien y le aplican con este método la crema cada ocho horas ,en 48 horas empezará a evacuar. Nos vemos en la próxima consulta para repetir el tratamiento. A la misma hora.

Eran casi las doce y media cuando los tres se dirigían hacia la furgoneta para volver al campamento.

Eva caminaba hacia ella con dificultad mientras el seboso de Carlos la agarraba por el culo para que no cayese, le decía.

– No te preocupes que Rafa y yo vamos a ayudarte en el tratamiento.

– Gracias, ya siento causaros tantas molestias.

– Nada, nada pero cuando lleguemos al campamento me das pasta que tendremos que comprar los condones y esos no los paga la seguridad social. La crema sí pero las gomitas.

– Claro los condones los pago yo, dijo Eva.

Cuando Eva ya estaba metida en la furgoneta y no podía escucharlos Rafa le dijo a Carlos.

– Eres el puto amo, nos la vamos a follar, todos los días tres veces, nos da las gracias y encima paga los condones.

Para el campamento volvían, el cabrón de Carlos pillando todos los baches para que el dolorido culo de Eva no olvidase esa noche. Rafa pensando en el culo que mañana se follaría por primera vez y en como podría seguir follándose a Eva tras el campamento.

Vamos a pasar un buen campamento pensó Rafa mientras miraba la cara de dolor de mi pobre novia cada vez que cogían un bache.

Si os ha gustado comentadme y continuaremos con las aventuras de Eva.