Aveces no tienes que anhelar tanto algo porque se te puede dar...aunque no sea lo que tu esperaba.
Después de estar varios minutos con los ojos cerrados y los dientes apretados...descubres que el dolor, los nervios y el miedo pasaron....ahora depende de nosotros como afrontamos el futuro.
El destino tiene todo pautado, premeditadamente calculado, en tiempo y forma