El padre de mi amiga
Me puso boca arriba y comenzó a masajearme mis pechos, primero lo hizo suavemente, pero poco a poco se torno brusco y me los apretaba violentamente, me abrió la blusa y comenzó a chuparme los pezones fuertemente; el terror estaba cambiando a placer, nadie me había tocado de esa manera, y el saber que me encontraba a su merced lo hacia mas excitante.