Flash hipnótico (I: El invento)

«Si aplico todos estos conocimientos tengo que lograrlo!» exclamé mientras revisaba los gruesos libros de hypnosis que sustraje de la librería.

Los apilé junto a los otros que tenía de electrónica, y con la decisión de un moderno Edison me dispuse a engendrar un aparato que satisfacería los mas bajos instintos de mi líbido.

Poco tiempo antes habia visto la película de hombres de negro y atrajo poderosamente mi atención ese peculiar cilindro plateado que usaban Tommy Lee Jones y Will Smith para dejar en trance a la gente y hacerlos olvidar los eventos ocurridos.

«Si puedo hacer un aparato semejante, pero que en vez de aturdir haga la labor del mas diestro hipnotista, la divertida que me voy a dar! Además cualquier agencia de inteligencia daría lo que fuera por tener este poderoso instrumento de control mental.» mientras pensaba esto comenzaba a devorar los gruesos estudios de hipnosis.

Aprovechando mi posición como avanzado Ingeniero en Electrónica con 32 años de edad y una inventiva que me habia sido elogiada en variedad de ocasiones, y que además trabajaba por mi cuenta (lo cual me dejaba muy buen dinero) le dedique largas horas a investigar los metodos, las necesidades y comencé a aplicarlos en un aparato lo mas sencillo y facil de usar.

Tras largas semanas finalmente logré armar mi primer prototipo, el cual ocupaba la mitad de mi mesa de trabajo. «Antes de hacer la miniatura debo probar estos fierros para comprobar su efectividad.»

Para mi primer experimento, llamé a mi hermano, quien contaba con 20 años de edad y quien regresaba de la Unversidad. «Oye Alex, puedes hechar un vistazo al bulbo que está al final de la mesa?» le dije mientras que del otro + extremo conectaba los cables del interruptor.

«Para que?» me dijo. «Quiero ver si no parpadea mientras termino de armar la conección electrica…» le conteste. «Ok… dejame te aviso si lo veo parpadear», me contesto mientras agachaba su rostro al nivel del bulbo.

En ese instante oprimí el interruptor y una potente luz roja iluminó su rostro… me quede por segundos esperando que protestara y me insultara por haberlo «flasheado» pero por lo contrario se quedó estático y con la mirada perdida… «Alex?» le pregunté «Alex?»

El estaba Hpnotizado! Lo logré! Salté de jubilo mientras mi hermano permanecia congelado en esa peculiar posición. Me acerqué a él y adquiriendo el tono de un gran hipnotista le dije «Alex, enderézate».

Como un robot adquirió la posición vertical y mientras seguía con la mirada perdida en el vacio camine alrededor de él mientras miraba maravillado mi gran triunfo.

«Alex, no sientes dolor ni placer» le dije mientras me acercaba mas a él. Apreté con todas mis ganas sus mejillas mientras el continuaba con la mirada perdida… nada… ni un reclamo ni un gesto… no pasó nada.

Di unos pasos hacia atrás y le propiné salvaje patada en las pelotas, la cual hubiese hecho que el mas macho se retorciera en un rictus de dolor… nada… estaba estático.

«Cuando cuente trés despertarás y no recordarás nada de lo sucedido, no sentiras dolor por lo que te hice y tendrás muchas ganas de comer un sandwich de atun». Le dije mientras me ponía nuevamente en mi posición original (al lado del interruptor de mi maravilloso invento.

«Uno, dos, tres!» al terminar de decir esto, el brillo de los ojos de mi hermano volvia y el comenzó a ver hacia todos lados, desorientado mientras yo fingía hacer ajustes en mi aparato. «No flashéo verdad?» me pregunto mientras yo le veía de reojo con las mejillas enrojecidas por el severo pellizco que le habia propinado. «No brother, parece que no… gracias por ayudarme» le contesté.

«Bueno hermanote… voy por un sandwich de atun… quieres uno?» me dijo mientras se encaminaba a la puerta. «No gracias» sonreí «provecho».

Por mi ete se agolpaban las miles de oportunidades que se me presentarían una vez que hiciera la versión de bolsillo de mi Flash Hipnotico.