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La historia de mi infidelidad III

Pero sabía que ese era un pensamiento muy vano y muy vacío, aun así mi realidad se trastornó, aquel momento me sentí como una mujer libre que podía satisfacer todo lo que quisiera, es cierto que pecaba de vanidad y que no razonaba las cosas pero mi sentido erótico era demasiado complejo y urgente como para ponerme a razonar, la única situación que me incomodaba era lo que pudiera pensar mi hijo.

El padre de mi mejor amiga I

El sabor de su piel es delicioso como los jugos que manan de su sexo cuando se prueba por primera vez, antes siquiera de calentarla, y es totalmente distinto del no menos delicioso sabor de los jugos que produce ese mismo sexo cuando está caliente como una perra luego de un rato de estimularla sexualmente.

Yo, Laura

No lo podía creer, se negaba a aceptar lo que veía y se acercó para comprobarlo constatando que efectivamente el enorme pene de Eduardo entraba y salía con pasmosa facilidad y su mujercita, a la cual nunca pudo sodomizar disfrutaba hasta el delirio.

Chica fácil a la fuerza I

Mayra ni siquiera escuchaba las burlas, sudaba profusamente y su respiración era agitada, tenía la imperiosa necesidad de permanecer quieta, absoluta y completamente quieta. Sus muslos estaban extremadamente tiesos debido a la forzada posición en la que la empalada joven permanecía.

Éxitos de bar

Desde que estábamos en ultimo año uno de los hobbies que más a menudo realizaba con mis amigas del colegio era ir a los bares a conseguir muchachos, así tuviera novios respectivamente, solo buscábamos una aventura y nunca pasábamos de un buen filtreo.

Ginna I: pasión vía internet

Abrió los ojos y se vio reflejada en el espejo con las piernas completamente abiertas y en el aire mientras sus dedos entraban y salían de su interior a un ritmo frenético y sus senos eran apretados con desesperación y sus dientes apretados y su cuerpo sudoroso y sus ojos desorbitados por el éxtasis que estaba viviendo.

Toda una sorpresa

Bertha mientras me besaba los labios, los senos sobandome con frenesí las nalgas y me besaba y tomaba con sus manos mis pechos hasta que por sentí como explotábamos por dentro que hizo que cayera en la cama casi sin sentido Berta me desato las manos y me quede profundamente dormida .

Viajar y estar lejos de tu pareja puede traer tan gratas consecuencias como la que tendrá nuestra protagonista

De repente sentí la necesidad de sentirme una puta terrible y me dedique a darle a ese pene todo el placer posible con mi boca, sus movimientos indicaban que estaba logrando mi objetivo y cuando parecía que iba a acabarse me retire y me senté sobre él, de espaldas y fui penetrándome despacito con esa pija enhiesta y dura, sentí sus manos apretar mis pequeñas tetas y comenzó a pellizcarme los pezones mientras yo cabalgaba cada vez más a prisa sobre él, tras un rato de este placentero juego nos acabamos y sentí su leche caliente inundar mi interior.