Poco a poco mi cuerpo se fue soltando hasta que estalló moviéndose desenfrenadamente mientras de mi boca salían lujuriosas palabras pidiendo más y más hasta que el desenfreno total me inundó con un violento y salvaje orgasmo.
En la reunión que mantenemos los directivos cada semana siempre acabábamos igual, escuchando las fantasmadas de nuestro compañero Gonzalo, el jefe de personal, a quien le gustaba alardear de todo, de una gran casa, de un potente coche y sobretodo de ligoteo, presumiendo de poderse follar a todas las mujeres que se le antojen, siempre haciéndose el machote, con un gran aparato y con una gran capacidad para llevarse a la cama a cualquier hembra que él desee...
La marca del bikini en contraste con el intenso bronceado del resto del cuerpo junto a las gotas de agua que le corrían por el canalillo ejercieron de imán de forma que no pude apartar la vista de sus senos.
La historia que voy a contar sucedió un Sábado por la noche que decidimos salir a dar una vuelta, pero no nos apetecía ir a la ciudad y nos acercamos a una discoteca cercana donde suelen tener música de baile de salón y aunque no sabemos bailar, nos entretenemos mucho viendo a la gente bailar mientras tomamos unas copas...
Mientras mi esposa estaba en el cuarto, yo fui a la cocina con la excusa de que quería tomar un vaso con agua. Al llegar ahí la vi subida en una silla limpiando, así que me acerqué disimuladamente hacia donde estaba ella y me puse detrás para ver debajo de su vestido.
Desde ya hace algún tiempo, descubrí que me excita muchísimo imaginar que mi esposa tiene una relación sexual con otro hombre y las primeras veces que le comenté mi fantasía, me dijo que estaba loco - que ¿cómo le podía proponer eso?
Mirándolo fija y coquetamente mientras sorbía un poco del trago que sostenía entre mis manos, crucé muy despacio mis piernas dejándolas algo levantadas y estiradas elegantemente una encima de otra en forma diagonal…
La jovencita se sorprendió un poco de si misma al soltarme el piropo, sin duda no sabia porque lo había hecho, pero yo si, era los efectos de nuestra aura seductora, su aroma sexual me estaba volviendo loca, así que decidí pedirla que se fuera antes de que mi apetito me hiciera meter la pata...
Era fantástico, estaba a punto de, cuando sentí una extraña sensación en mi pene, era algo frío que me lo recorría lentamente, mire entonces y descubrí que ahora era la tatuadora la que estaba haciéndome la felación mientras mi novia no dejaba de mirarla a escasos centímetros de mi.
Aquella presentación anunciada, nos llevo a un estado de conexión magistral, hablamos durante horas, olvide a mis amigos, olvide el lugar en el que me encontraba, y olvide también cualquier otro asunto que no fuera el movimiento hipnótico de sus labios, donde yo tenia puesta todo mi atención.
El me respondió que hace unos meses conoció al viejo, y este le había contado que no era capaz de satisfacer a su mujer, pero cuando él le había propuesto a ella que estuviera con otros hombres se había negado.
Empezó por acariciar mi glande y después le propino tres grandes lametazos que me hicieron casi correr, en ese momento Nina cogió la batuta de la situación y le dijo seguro que de esta forma le gusta más. Se dio la vuelta, puso su culo en pompa, y metió mi nabo entre sus dos glúteos masturbándome así de esta manera.
Pronto un vaivén frenético, acompañado de gemidos y gritos por parte de ellas que obligo a Carlos y Juan a entrar en el dormitorio y cerrar la puerta. Allí estaban sus mujeres siendo folladas por el culo delante de ellos.
La mire cuando se alejaba a dejar el bolso en la cómoda y vi lo hermosa que estaba. Algo chocaba en ella y en la imagen que tenia grabada de cuando se fue, tan hermosa y seductora con esos juegos de transparencias, ¡ su pelo ya no estaba recogido! ¿Cómo pudo soltarse? ¿Seria el baile? Se la notaba un poco bebida pero no borracha.
La observe maravillado desfilar hasta la mesa del teléfono. y como su cuerpo quedaba a tras luz pude observar con lujo de detalles ese tremendo cuerpazo yo estaba totalmente excitado mi verga quería romper mi pantalón
Héctor todavía tenia su pija dura y lista para penetrar, el se movía por el cuerpo de mi mujer con una destreza increíble, en un momento ya tenia la grandísima pija en la cara de caro y le daba vergazos en la cara, ella reía e intentaba agarra ese vergajo con la boca pero era demasiado grueso, así que se ayudó con una de sus manos y se lo engulló difícilmente hasta casi la mitad, el se movía rítmicamente y de vez en cuando se la sacaba para darle mas vergazos en la cara y el cuello, ella reía a carcajadas y volvía a coger el vergajo para engullírselo.
Sé que recibiréis a mi mujer con los brazos abiertos y que pronto será una más de la familia, ella es muy amable y aunque no tiene ni los estudios primarios, tiene mucha ambición.
Forcejeamos en la puerta un poco pero no quería lastimarla, y mientras tanto le dije algo así como que no le tenía miedo ya que con tus remilgos ningún tipo te va a dar bola, que era una forra; a lo que ella contestó que esperara sentado y que ya iba a ver de lo que era capaz, y tras soltar una par más de groserías salió dando un portazo.
Sentía como sus pechos rozaban mis muslos, y no pude resistir mas sin deslizarme hacia el suelo y lamer su piel, recorriéndola en linea recta desde su cuello, entre sus pechos, su ombligo hasta su pubis.
Mi mujer quería ir de compras y a mi me encanta verla probarse cosas y ver zapatos y sandalias ya que soy fetichista del calzado femenino así que fuimos a la zona de las boutiques a mirar algo.