Abandonó mi coño, para ir desabrochando mi blusa, que estaba tensa por el endurecimiento de mis tetas y los pezones me dolían de calientes, poco a poco, botón a botón dejó al descubierto mi sujetador, besando las tetas con dulzura mientras desabrochaba mi sujetador y se deshacía de él dejándolas al descubierto, él dándose cuenta de mi excitación con la lengua recorrió mis pezones mientas con su mano seguía jugueteando con el tanga.
Un compañero de la oficina iba a casarse, y debido a que su experiencia en el tema del sexo era inexistente, nuestra protagonista decide ayudarle y darle algún consejo que otro.
La levanté y la hice que se sentara sobre mi, eso facilitó mucho pues le desabroche los botones de su blusa, se la quité y muy lentamente le fui sacando el sostén como retardando y disfrutando más la vista de sus senos.
Un chorro potente me inundó la garganta y tuve que tragar su semen, cosa que me repugna bastante. El segundo chorro me quedó en el paladar y el tercero y cuarto y quinto se me quedó entre los labios.
Mientras me bombeaba yo seguía lamiéndole la verga al otro, logrando con esto sentir un orgasmo que me provocó risa y llanto a la vez. Daba gracias por el tipo de trabajo que tenía mi marido, ya que así yo podía gozar de cuanto macho supiera cómo lograr que le abriese las piernas.
Contar con palabras lo que sentía en ese momento, sería solo un pálido reflejo de la verdad, ya que mientras yo subía y bajaba con fuerza, mis tetas se movían de tal forma que él por más que quería, no podía alcanzarlas para mamarlas.
Pensó que su marido tal vez no estuviese de acuerdo, que eso solo era para él. Pero después de todo, lo que estaba sucediendo en la habitación había sido su idea , por lo que ahora no podría detenerla.
En un momento del diálogo ella dice si es bueno pero no pasa nada, a pesar de tener cierta confianza no hablamos mucho de sexo, solo algunas bromas, ella siguió diciendo que ni la lengua usa, yo pensé y a mí que es lo que más me gusta, en eso sentí una mano en mi muslo y que mi pene se levantaba y marcaba en el pantalón.
Los ojos cerrados no me impidieron presentir que su boca se acercaría y finalmente sentí su aliento tibio y su lengua que, de inmediato, como un resorte, me llevó a un clímax estremecedor.
Finalmente calcé mis pies con unos zapatos de tacón y me maquillé lo mejor que pude. Mientras me vestía sonó el celular de mi marido que se encontraba en la mesa de noche, y cuando respondí era una mujer que me dijo si se encontraba mi esposo.
Solamente en ese momento pude ver que ella ya tenia la blusa abierta y como no tenia brasier, sus grandes pero bonitos senos de típica gringa se acercaban a los míos hasta que se juntaron en un abrazo donde nuestros pezones se conocieron mutuamente hasta él ultimo detalle.
Yo solo quería que me den más y les pedí que me culeen entre ambos. Se acostaron en la cama cada uno a un costado mío y me puse de rodillas en la cama, y se las chupaba alternadamente, dejándoles ver mi culo mientras lo hacía.
Ella se incorporó al verla y se la metió a la boca, haciendo que me corra dentro de ella mientras me la mamaba. Me miraba a los ojos mientras me chupaba la cabeza del pene, y parecía una puta cuando le chorreaba mi leche por la boca.
Le chupe la concha y le metí la lengua hasta el fondo, la concha era del mismo tamaño que la de Karla, pero cuando le chupaba el culo, casi me ahogo, como podrán apreciar tiene un culo fenomenal, grande y bien formado, las pompis eran suaves y enormes.
El sábado a la tarde, la costumbre era ir de compras al Shopping, hacia una semana que no mantenían relaciones, ella le propuso, dejar a Esteban con la abuela e ir a revolcarse a Córdoba Capital, eso hicieron, ella estaba tensa , pero dejo que el avanzara, no fue un gran polvo, pero tampoco pudo decir que no sintió nada.
Cenamos, y a los quince minutos volvieron a apagar las luces, esperé que su marido se durmiera y volví a la carga, nada más que esta vez ella no dormía, me atreví igual a ver que sucedía, comencé acariciándole las piernas, y subía hasta sus bragas, ella abriendo sus piernas.
Como Toni, hizo que me sintiese en la gloria, es increíble como me tocaba, como hacía que yo disfrutase, me pareció a parte del mejor amante que he tenido con mucha diferencia, el más generoso.
Jose Luis me siguió buscando y continuamos así como dos años, después lo deje porque me di cuenta que mi marido no se lo merecía que lo amaba a el, tengo un marido súper especial, el me ama, hace por mi todo por que yo este feliz
Esta historia es la de una madre y su hijo la cual fue relatada por ambos protagonistas según se fueron desarrollando los hechos.
Se la saque asustado, su culo estaba mas abierto ahora y ella tenia lagrimas en la cara, armándose de valor se puso de nuevo a cuatro patas y me pidió que lo intentara de nuevo pero que lo hiciera lentamente y con cuidado, le metí el capullo y me pidió que estuviera quieto, poco a poco comencé a metérsela mas y ella a mover sus nalgas, después de diez minutos y mucho esfuerzo todo mi troncho estaba dentro del culo de Mary