Sí, estaba seguro, o al menos eso creía porque cuando ella se levanto las falda plisada por encima de los muslos y me los mostró tan túrgidos y sensuales, con la tanguita transparente que deja ver los prominentes labios de su coño, no pude resistir, me abalance sobre ellos y quise quitarle la braga, pero ella no me dejó bajársela y entonces pegué mi cara sobre ellos, los lamí y lamí de arriba abajo
Por primera vez en toda la noche no me lo hizo con condón, por lo que podía sentir su estaca caliente dentro de mí. Al sentir su leche derramándose por mi agujero, me corrí de nuevo, redoblando la intensidad del metesaca del pepino.
Me dijo que ahora estaba felizmente casada y que podíamos fantasear sobre su comportamiento lascivo, pero ahora no quería ya coger con otros hombres y quería dedicarse únicamente a mí.
A traves de un contacto por internet, he hecho amistad con un matrimonio caliente y morboso, pudiendo experimentar el placer del trio y pudiendo gozar tanto de una mujer como de un hombre.
Apure mi cigarro y lo tire, me dispuse a observarla detenidamente y procurando que no me viera apague mis luces, ella es una mujer aun cuando no es muy bonita tiene un cuerpo muy bien cuidado aun cuando ya es madre de mas de tres, su cintura es plana a pesar de los embarazos, sus senos han crecido debido a lo mismo y tiene una caderas que son la envidia de las señoras de esta calle.
Yo quite mi mano de allí y comencé a bajarle el vestido y la fui desnudando hasta poder ver sus tetas que me volvían loco, cuando lo hice comencé a pasar mi lengua desde su base hasta llegar a su pezón y cuando tocaba este notaba como se retorcía estaba realmente muy caliente y a mí me estaba poniendo igual, estuve largo rato chupando sus pezones y mientras lo hacia entre mi mano entre sus piernas acariciando su coño
Yo no tardé en estar vestida también. Hicieron pasar a mi marido que estaba más despistado que un cateto en Madrid. Se sentó junto a mí. Yo la verdad es que estaba un poco avergonzada, por que no sabía si realmente me habían sometido a un tratamiento o me habían hecho una tortilla.
Mientras la mujer se metía mi pene en la boca ellos se desnudaron, el mas joven tendría un pene de unos 25 ctms, y el otro no era mucho menor pero más grueso, mientras la mujer me la chupaba, los tres hombres empezaron a hablar entre ellos sin que yo pudiera oírlos.
Mi deseo sexual había hecho, a esas alturas, irrupción plenamente en mí, haciendo que mi pubis se levantara para buscar una todavía mayor penetración de la polla que horadaba mis entrañas, con movimientos lentos y profundos que se hicieron más rápidos al sentir mi pubis buscar una mayor penetración y oír que mis suspiros subían de volumen y mi cuerpo agitarse cada vez más intensamente.
Entonces uno a uno fueron haciendo una completa revisión manual de mi cuerpo, magreando mis esplendidas tetas a través de la rejilla, pellizcando y penetrando mi culo con manos y dedos y finalmente palpando bruscamente mi sexo húmedo. Incluso alguno me besó en los labios y me mordió los pezones.
Cuando abrí la puerta el sábado, me quedé asombrada, Elena llevaba un vestido súper ajustado que marcaba su figura y hacía que sus pechos aparecieran aún más grandes de lo que son y para rematarlo su escote era tan grande que casi podía verse su ombligo.
Ya hace tres meses que mi marido se entero que es un cornudo, lo consintió creyendo que fue una aventura de verano, (ver confesiones de mi tía Clara), pero como les prometí me veo en la obligación de contarle mi historia con mi sobrino (25).
Sin aceptar la invitación volví a mi lecho matrimonial donde mi marido distendido descansaba de las tensiones que ayer lo volcaron a la realidad, mirando por la ventana abierta los recuerdos de la semana fueron pasando por mi mente
No le escondí un solo detalle, tampoco inventé nada, no hacía falta, la realidad de lo ocurrido era para Miguel más que suficiente para llegar a un grado de excitación mental haciendo que su cara la reflejara.
Ahora pienso, siento como si me acabara de correr otra vez. Voy recordando un sueño que he tenido con el camarero de la piscina, el morenazo con los ojos verdes. Bueno dos polvos en una noche, a cual mejor, no está mal para el primer día de hotel.
Mi marido no había llegado todavía a casa y yo estaba ansiosa de un buen meneo, lo del trabajo me había puesto caliente a más no poder y necesitaba algo, me habían ascendido y era necesario celebrarlo como la ocasión merecía, así que me puse un caro traje de noche que había comprado meses antes para una convención y que sólo había tenido ocasión de utilizar aquella vez y llamé a un taxi.
Yo estoy tan caliente que todo me importa un rábano, tomo en mis manos dos pollas y comienzo a chuparlas, luego, uno de ellos me toma y me pone a cuatro patas en el suelo, cerca de mi marido para que lo vea bien, y me la clava por detrás mientras se la sigo chupando a su compañero.
Después de esto me condujeron hasta la mesada de la cocina haciéndome acostar sobre ella, al que me penetraba por el culo pasa a chuparle la verga, al que yo le hacia una rica mamada a pasó a chuparme la concha y así quedando el tercero que pasó a acariciar, lamer y succionar mis senos.
Después del orgasmo, nos lavamos y nos incorporamos sentados en el sofá, ellos estaban alucinando de aquella experiencia, comentando sobretodo Antonia lo bien que se lo había pasado teniendo dos pollas para ella, mientras hablábamos de "la jugada" y comentando lo detalles, José y yo apurábamos las copas de brandy y nos fumábamos unos puritos que él mismo ofreció.
Lo cual era del todo imposible; pues, con solo mirar hacia abajo ya me daba cuenta de que la tenue gasa lo único que lograba era dar un curioso tono azulado a mis opulentos pechos, logrando que mis pezones destacarán aún más, gracias a su nuevo y llamativo color violeta oscuro.