La bestia continuo con su labor, cogiéndose a la chica sin misericordia, impulsando con furia sus largos é interminables apéndices dentro de ese cuerpo semejante al humano. En tanto su víctima había dejado de luchar y ahora se abandonaba a las sensaciones que le producía su violación.
Salí me puse el traje de baño y fuimos a otro lugar mas solo de la playa, sin mas me desnude besándolo locamente y volviendo hacer una mamada con ese miembro que no era muy grande pero si muy gordo, ahí jadeamos hasta que se vino y me voltee y lo lanzo en mi culo y en mi espalda fue sensacional me dejo su teléfono
Diego masajeó el pene de su compañero con un gel y al instante sintió dentro suyo al hombre que tanto ansiaba, sintió la sensación de placer constante, ese orgasmo que parece interminable de un chico pasivo.
Estaba llena, de adelante y de atrás y encima algunos de los que quedaban o tal vez ya me habían cogido, me acercaban sus pijas a la boca mientras se masturbaban y yo como podía les pasaba la lengua.
En sus ojos pude leer la lujuria pero no dije mas nada, de vez en cuando, en la cama desnudos (porque siempre hemos dormido completamente desnudos los dos) salía el tema de la pija de mi amigo y cuando empezábamos a coger y ella cerraba los ojos, me parecía que se hacia la fantasía de coger con él.
Su clítoris siguió frotándose, frotándose, hasta que ardió, hasta que no pudo más, y de ella manó un chorro de líquido, esta vez espeso y blanquecino, manchando todo su trasero, las piernas y la mano azotadora de su amo.
Irene, con la maestría que le caracteriza, le enfundó el condón con facilidad y empezó a recorrer su lengua desde la base hasta la punta del capullo, aunque no tardó en metérsela en la boca.
Dando el paseo nos comentó que el había elegido la tarde del sábado, el joven la madrugada y el más mayor eligió la mañana del domingo y que todos ya sabían como utilizar a E, como él iba a ser el primero en follarsela me explicó lo que quería:
Cuando terminamos vi su cara de satisfacción y él vio mi verga que esta a mil, por lo que me dijo que como asistente no podía permitir que esa verga estuviera así por lo que sí tenía que descarga leche nuevamente que fuera en su culo o en su boca.
El profesor de informática que me daba clases en aquel año, era un poco mayor, bueno, yo ya tenía 27 años, era la mayor de la clase, y asistía a esta cuando terminaba mi jornada laboral, aún no tenía PC, y estaba deseando comprarlo, pero debía manejarlo bien, por eso me apunte al curso nocturno de informática, aquel profesor que llegue a conocer pero que muy bien, tendría unos 48 ó 50 años.
Después me tendieron en la cama frente a la cámara y abriendo mis piernas le mostraban a mi esposo mi cuca bien abierta , después cada uno me la lamía mi cuca mientras yo me retorcía de placer pues sabían usar muy bien su lengua, estaba tan arrecha que quise mirar a mi esposo y cuando lo vi que tenía en su mano su verga de un gran tamaño, como a mi me fascina vérsela súper erecta, no aguante y sin más me arroje sobre su verga y le di una gran mamada y el filmaba yo miraba la cámara y sonreía con la verga dentro de mi boca.
El primero que perdió fue un chavo y nosotras lo castigaríamos, entonces le dijimos que se bajara los pantalones y nos enseñara el trasero, que por cierto no lo tenia nada mal, entonces el lo hizo entre aplausos y risotadas ejecuto su castigo, y empezamos a jugar de nuevo, entonces la otra chava perdió y pidieron que le besara los senos a mi amiga, mi amiga se saco esos magníficos senos y se los puso en la cara a ella, y la chica empezó a besárselos, les confesare que en ese momento hubiese querido ser yo la que se comía a mi amiga...
Se salió de dentro del chico y me dijo. Ahora te toca a ti hazle gozar de lo lindo, llénale el culo con tu polla. Dirigí mi polla al ojete del chico y ella misma se encargó de meterla, como estaba súper lubricado, entro con bastante facilidad, comencé a darle con ganas mientras ella me empujaba y me decía así rómpele el culo, hazle gozar.
Comprendí sin entender su idioma lo que me pedía y comencé a desabrochar su pantalón vaquero que estaba a punto de reventar. Nunca había estado en una situación así y no sabía qué hacer. Mi vida sexual había sido bastante inocente. Sólo me había acostado con un chico, mi novio, con el que estuve saliendo cuatro años.