Destacando la tensión y el acto prohibido entre la profesora y el padre de su alumno.
Tras la campana, él me pinza contra la pizarra: embiste, dicta, borra mi nombre con cada golpe. El orgasmo estalla incompleto; mi “MARY” queda roto, su promesa de terminarlo en el escritorio ya me arde entre piernas.
Amordazada, en cuatro, plug y correa: corro rogando.