Síguenos ahora en Telegram! y también en Twitter!

Cuchillo III

Mery miró con pavor al escuchar un caballo acercándose. Su miedo desapareció apenas vio a Cuchillo pero todavía sentía su estómago revuelto. Hacía una semana que los vaqueros la habían atacado. Tenía demasiado susto de volver al arroyo así que se bañaba en su casa. Finalmente ese día se arriesgó y fue al arroyo.

La profesora

La saludé, previa pasada por el baño para arreglarme, ella me saludó de manera afectuosa como si jamás hubiéramos dejado de vernos y me invitó a sentarme a su mesa, estuvimos conversando sobre los viejos tiempos y yo no podía dejar de mirar el movimiento de sus senos cada vez que movía su cuerpo de manera brusca.

El mejor regalo

Eduardo se había imaginado una cena reposada, disfrutando de la presencia de una hermosa muchacha, quizás con un poco de baile y de sentir un cuerpo fresco pegado al suyo, aspirando el olor de la juventud que le estimulara los sentidos y le refrescara emociones olvidadas.

Cuchillo II

Los ojos de Cuchillo miraban con expectación mientras el cuerpo de Carolina se iba descubriendo, primero sus largas y firmes piernas, después su rubio y frondoso vello púbico, de ahí apareció su glorioso ombligo y finalmente su grandes y maravillosas tetas.

Noche de brujas

Había apagado el televisor y había ido a la cocina a tomar un sorbo de Coca Cola porque quería sentir la agresión del gas en la garganta, y al volver a mi alcoba vi que la misma estaba iluminada completamente con velas, estas estaban acomodadas en un círculo alrededor de la cama donde duermo

Tres piernas V

Se subió sobre mí, como hacía habitualmente cuando me cabalgaba, solo que esta vez mi polla no apuntaba a su sedoso coño oriental, sino a su cerradito y virginal culo, y poniendo en juego todo su sacrificado espíritu se empalo toda mi polla en el culo mientras yo acariciaba sus diminutas tetitas y las lagrimas de esfuerzo y dolor

Tres piernas II

La tercera noche después de los tragos de rigor junto al fuego nos metimos en la tienda, Marcos era un insaciable tragador de leche, me masturbo, me la chupo y se trago mi primera y abundante corrida mientras se la meneaba y (esto era nuevo para mi) se metía dos dedos en el culo, siguió chupando después de mi corrida hasta que me empalme de nuevo, después se puso de lado dándome la espalda y apunto mi polla en la entrada de su culo, se la fui clavando poco a poco pero sin miramientos

Tres piernas I

Se la saque asustado, su culo estaba mas abierto ahora y ella tenia lagrimas en la cara, armándose de valor se puso de nuevo a cuatro patas y me pidió que lo intentara de nuevo pero que lo hiciera lentamente y con cuidado, le metí el capullo y me pidió que estuviera quieto, poco a poco comencé a metérsela mas y ella a mover sus nalgas, después de diez minutos y mucho esfuerzo todo mi troncho estaba dentro del culo de Mary

Soledad de Buenos Aires I

El lugar y el momento eran los menos adecuados para enfrascarme en una disquisición acerca de los alcances de su nombre: era nuestra primera entrevista, en el salón de reuniones, y ella representaba la "otra parte", por decirlo de alguna manera. Venía de Argentina a auditar la empresa de la que yo era Auditor Interno y esa era nuestra entrevista preliminar, para definir los alcances la revisión.