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Follas como nadie chaval

Puse mi mano en su sexo, y comprobé que estaba muy mojada. Me tumbé encima de ella, y la penetré de golpe, de una vez, metiéndola con fuerza hasta el fondo de su vagina. Me pareció sensacional ese calor húmedo, ese placer intenso..., me puse un poco nervioso, pero en cuanto empecé a apretar, me di cuenta de que aquello iba a acabar muy bien...

Descubriendo a Helena

Comenzó a besar mi cuello. Buscó mis pezones con leves mordiscos, recorrió con su lengua todo mi cuerpo, mientras yo intentaba con el desorden propio del desenfreno, guiar su boca hasta mi cáliz de pasión. Bebió de él y luego me enseño su propio rumbo.

Javier y Patricia conversan IV

¿Aquel día si que fue fuerte verdad? Fuimos por la mañana al mercado de La Piedra, nos tomamos unas ostras por probarlas y eso nos levantó el ánimo. Después fuimos a casa de mis tios pero no estaban. Me preguntaste si ya había besado a Juli, el noviete que me había echado allí ese verano y te dije que no, que ese chico era muy parado y que a mí me apetecía un montón un muerdo.

Mi vida sexual II: La madre de Susy

Después de que acabe de hacer todo lo encomendado por mi madre me metí a bañar y hacerme una majestuosa masturbación para calmar un poco las ansias que invadían mi cuerpo que como siempre terminaba cansada e insatisfecha, salí envuelta en la toalla en ese instante vi llegar mi padre con sus copas encima, al verme note algo raro en su forma de mirarme, sus ojos brillaban y recorrían mi cuerpo

Al final termine amándolo

Sentí la dura verga de mi marido en mi vientre, él se dio cuenta que yo intentaba agarrar su pene, me pego un par de palmetazos muy fuerte – quédate quieta maldita ramera … ya te lo voy a dar por el choro … ya sé que quieres que te joda la concha … ya vi que tienes el chocho todo mojado … solo una putita como tú goza por todos lados … te haré bramar ese chochito tuyo … eres mi puta no te olvides − mi vagina estaba en total ebullición, lo único que quería era que él me lo metiera en lo profundo de mi chochito y hacerme acabar con él.

La confesión

El cura tomaba mis pechos y los masajeaba, dejando pasar mis pezones por entre sus dedos … mi blusa y mi sujetador desaparecieron … estaba desnuda de la cintura para arriba y juntando mis piernas con mi coño excitado al máximo … comencé a gemir y a mover mis caderas … Mis tetas en plena libertad tremaban y se bamboleaban de lado a lado, cuando logró correr mis bragas y me metió un dedo sobre mi clítoris … ¡oh! padrecito … mas que una súplica, me salió como un incentivo a sus caricias … me tenía tremendamente caliente ...

El mejor amanecer

Yo me estaba dejando hacer, pero decidí empezar a hacer contigo lo mismo, no protestaste, simplemente empezaste a dejarte hacer, empezaste a dejarte llevar, me dejaste que empezara a quitarte la poca ropa que llevabas puesta.

Experiencias muy liberales

Por supuesto que me acosté con muchas mujeres, pero en la mayoría de los casos, no hay nada muy llamativo para contar de eso, mas bien lo tradicional, algún que otro orto, alguna que otra tirada de goma, lo mas raro que me paso fue cogerme a una mina, y sin que se entere cogerme a la hermana...

María la mucama

Siempre que iba a casa de mi abuelo había mucha gente, y la chica se notaba muy esquiva a mis insinuaciones, siempre se escondía en su cuarto y se encerraba, entonces dejé pasar el tiempo más o menos seis meses y dejé de ir donde mi abuelo, y las cosas empezaron a cambiar me miraba pícaramente

Algo más que secretaria

Como el expreso, no es momento de dejar ningún trabajo, a los 26 años me encontraba en otra ciudad, trabajando con compañeros nuevos, jefe nuevo y una actitud personal que me intrigaba, mis hormonas estaban lo más parecida que en esa edad donde todo es sexo, tema tabú para muchos considero que por suerte que siempre pensé en el sexo como un entretenimiento en espera de esa química esperada pero siempre ausente.

Mi juguete predilecto

Una amiga mía llega a usar gruesas pijas de goma en sus encuentros sexuales. Otra, que es bisexual, disfruta cogiendo tanto con hombres como con mujeres y con estas últimas disfruta el montarla provista con una pija que no se arruga y está siempre parada.

Mi vida sexual I: La madre de Susy

Al otro día mi madre me dijo que le hubiera quitado la ropa ya que se durmió con todo y zapatos toda la noche, ya que mi madre tuvo que llegar hasta temprano ya que la tía esta en los últimos días, creían que posiblemente los dolores llegaran de noche y no habría quien la cuidara mientras iban por la partera, ese permiso fue muy agradable para mi.

Verano del 98 I

Después ella se acostó de espaldas, boca arriba. Levantó sus piernas y le he sostenido arrodillado al final de su cuerpo y apoyando el otro brazo en el piso. La penetré dominando y poseyendo el control. La postura me permitió variar el sentido de la penetración y la apertura de las piernas. Ambos cuerpos corrían juntos la carrera para llegar al orgasmo y reflejábamos en el otro los más variados gestos de placer y lujuria.

El mejor amigo de mi esposo

Se lo recorrí íntegramente con mi lengua húmeda y escuché entusiasmada como escapaba un suspiro de los labios de Juan cuando me acariciaba el pelo mientras le lamía el duro tronco. Utilizaba mi lengua lentamente hacia arriba, hasta llegar al glande, metiéndola en su agujerito de la punta y luego volviendo nuevamente a la base. Llegaba hasta los testículos y los mordía muy suavemente, lo quería excitar al máximo.

La dentista

Llego el día de asistir a hacerme atender en su consultorio eran las 16.00 y yo ya estaba esperando ser atendido en un consultorio donde había tres personas antes que yo, por lo tanto la espera se prolongo matizada con la lectura de esas revistas aburridas y muy técnicas para mi gusto.