Después de almuerzo los niños fueron a la casa de la vecina a bañarse en la piscina de ella por que allá estaban unos sobrinos de esta y allí podían jugar tranquilos, en la casa de mis tíos también hay piscina, pero a los vecinitos no los dejaron venir acá porque estaban de visita.
Ha ido por su ropa interior y su toalla, al final como siempre saldrá con ese camisón de gasa transparente color crema que enloquece mis ya difíciles doce años, ella de solo diez ya comienza a verse mujer y en particular sus nalgas me ponen en erección permanente.
Mierda no queda café, voy a matar a María, mira que dejarme sin café, sabe que sin él no tiró por las mañanas, cojo la carpeta, la bolsa y me dirijo hacía el metro, parece mentira que Barna, este tan muerta a las seis de la mañana
Los pelos de mi chochito, negros y fuertes, se estaban empapando de liquido blanco y pringoso, necesitaba masturbarme ya de la forma en que lo hacía siempre, pero aun quedaba un poco para eso.
Alicia, sin soltar su pene, le susurró algo al oído y el reaccionó poco a poco y comenzó a acariciarla mientras tenían sus mejillas juntas. Yo no paraba de mirarles pero ellos a mi me ignoraban. Poco apoco comenzaron a animarse mas hasta el punto en el que Alicia acercó sus labios a los de Alberto y ya acariciándose sin ningún reparo comenzaron a besarse apasionadamente.
Cuando llegué estaba esperándome. Me disculpé diciéndole que me había llamado el conserje del edificio donde vivo por un problema de goteras. En parte era cierto ya que la semana anterior había cambiado la bañera por una ducha grande con mampara de cristal hasta el suelo porque la bañera tenía fugas.
Ese día yo iba con un mono vaquero abierto muy escotado y debido a mis formas destacaba bastante y los chicos nos miraban, uno de ellos me lanzó un beso yo le miré lascivamente y sin apartar la vista saque el pene de mi novio de su pantalón me agaché y le di un lametón, los chicos se quedaron con los ojos como platos luego me incorporé le devolví el beso y nos fuimos.
Cuando pase de regreso de la cocina a mi cuarto, Eric se había quitado la camisa dejando a la vista un pecho precioso con unas tetillas paraditas y unos cuantos vellos alrededor de estas. Había puesto su camisa sobre el sofá. Estuve tentado a tirarme encima de el, pero me contuve, no estaba seguro que el sintiera lo mismo por mi.
Era una combinación tan exacta!!!. Tu boca en mi boca, mi pecho en el tuyo, pero sobre todo poder sentir tu calor sobre mi vientre, ¡Qué placer! Sentir como me envolvías. Allí sin palabras, solo tu respiración, ayyyy tu respiración!!!
Nos pusimos a caminar despacio, saboreando la brisa que llegaba al alma, olor a algas frescas, mar abierto, dunas que cobijan sueños de largo. La otra noche hizo mucho viento, comentó Pedro. Tened cuidado con las dunas, algunas os pueden enterrar.. están falsamente en alto de la misma intensidad.
Esa bahía esta rodeada de montañas con mucha vegetación, mayormente compuesta por árboles inmensos, lo que le da un aire parecido a un bosque virgen, solo los pájaros lo habitan, también algunos patos que se encuentran en la orilla haciéndose un festín con los peces que osan pasar por allí.
La vi llegar a las hamacas, se iba a quedar en las hamacas del lado (debería ser mi día de suerte), llevaba puesto una mini-falda deportiva en tonos azules, y un top blanco, ahí estaba mi diosa a mi lado desnudándose, al quitar el top sus pechos me parecieron aun mejores que de las ultimas veces, se quitó la falda, y el éxtasis vino, cuando se quitó la parte de arriba del bikini y se empezó a pasar crema en todo el cuerpo empezando por sus pechos.
Me senté en un borde, llegándome el agua hasta la cintura, mi novia en medio y Sandra en el otro lado. Lo de que se trataba realmente era de lavarnos mutuamente la cabeza; así mi novia enjabonó mi pelo y empezó a restregar.
Cuando el agua cubrió por completo mis tetas, tuve que darme la vuelta porque me arriesgaba a ahogarme si me quedaba en esa posición, aunque lo resentí pues estaba gozando como nunca.
Las 12 de la mañana, noto todo mi cuerpo empapado en sudor las sabanas frías hacen que el placer de estar en la cama hoy sea menos placentero, mi novio esta tumbado a mi lado su cuerpo desnudo atlético me incorporó un poco y lo observo, es un cuerpo bonito siempre lo he dicho y más cuando se distingue le erección matinal que tiene.
Yo esperaba que siguiéramos y ella me empujó suavemente para quedar tumbado sobre el banco y dijo... ahora yo, te follaré a ti, y de un solo golpe se montó en mi palo y comenzó a moverse y a cimbrear de manera espectacular, apretaba mi verga con fuerza en su interior y su calor era más de lo que podía soportar.
Ya son más de las siete y media. La piscina va a cerrar. Yo ya estoy vestido, con mi pantalón corto, esperando a mi novia que está en el vestuario. La chica no se ha movido de allí, pero de pronto se levanta y se vuelve a meter en el agua. No hay nadie.
En realidad yo me sentía como un chofer o un invitado que sobraba, puesto que yo no salía nunca con mi hermana, y todos los que subían eran amigos más bien de ellas, y no claro es lógico que no supiera qué pintaba yo allí, excepto que iba a ver un partido.
Te cogí, del brazo, te arranqué de la cama. Llevabas un pijamita verde que te conocía desde hacía años, de pantalón corto y chaquetita de manga corta. Debajo de él no llevabas más que las bragas.
Empezó por acariciar mi glande y después le propino tres grandes lametazos que me hicieron casi correr, en ese momento Nina cogió la batuta de la situación y le dijo seguro que de esta forma le gusta más. Se dio la vuelta, puso su culo en pompa, y metió mi nabo entre sus dos glúteos masturbándome así de esta manera.
Ella acompañaba con sus movimientos de pelvis, marcando el ritmo, por lo que yo no hacia apenas trabajo, entonces se paro y me dijo que sin sacarla bajara otro escalón mas, yo pensé, esta loca, con lo fría que esta el agua entonces baje y aunque ella me acompañaba se escapo la verga resbaladiza de se refugio.
Después días después lo pudimos hablar y ni ella ni yo supimos que había pasado, pero que pasó Sólo recuerdo que la conciencia de las dos rememora una canción de Caetano Veloso, unos bocados de pan y queso y la tarde que se marchaba lenta.
Una vez instalados la recordaba la obligación de mantener las piernas separadas y claro yo elegía los emplazamientos y siempre coincidían con grupos de parejas o incluso solo tíos, que sin cortarse un pelo se fijaban bien en ella y en su brillante sexo entre abierto.
Después de estas palabras abrió la boca y empezó a tragársela, cuando no pudo mas cerro sus labios sobre mi trozo de carne y comenzó a mamármela como nunca nadie lo ha hecho.
Mi polla se enriela y yergue justo detrás de vos, me encorvo un poco para hacerla coincidir con la cañada de tu culo perfecto y aplasto tus montañas redondas de carne con la proximidad de mi pelvis que tiembla de amor y se aposenta en la mujer que es el sabor de la vida, de mi vida.